Franklin Chang: “Las empresas no deben tener complejo de inferioridad”

Nueve lecciones para las Pymes del chat con los lectores de El Financiero la semana pasada.

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Carlos Cordero

pymes@elfinancierocr.com

Pensar a largo plazo, tener una visión de cómo será la empresa, conocer la actualidad y las perspectivas de la industria en que se encuentra, y sobre todo no tener complejo de inferioridad.

“Hay gente con capacidad para competir en el mercado internacional”, dijo Franklin Chang en el chat con los lectores de El Financiero el pasado 16 de enero.

Con siete años de operaciones la empresa Ad Astra Rocket Co. –presidida por Chang- se encuentra en “la antesala del vuelo especial”, donde el motor de plasma de 200 kilovatios será llevado al espacio.

Esta es precisamente una etapa que requiere recursos que la empresa planea obtener mediante el fondo Aurora, autorizado por la Superintendencia General de Valores, que pronto saldrá al mercado, y en el cual se puede invertir con tan solo ¢50.000.

Aurora fue estructurado por Aldesa y será administrado por INS Inversiones, la sociedad de fondos de administración del Instituto Nacional de Seguros (para más información sobre el fondo los interesados pueden contactar a Bernal Mora, coordinador de INS Inversiones, bmora@insinversiones.com, o a Humberto Trejos, de INS Valores, a htrejos@insvalores.com).

Ya de por sí la apertura al capital privado es toda una experiencia a considerar para las empresas costarricenses.

También podemos descubrir una serie de temas que Ad Astra nos revela como fundamentales para tener presente en el campo empresarial, con independencia del sector de mercado en que se enfoque cada compañía.

Capacidad hay

Franklin Chang insistió en la capacidad del país, de sus empresas y de los recursos humanos para competir incluso en mercados como el espacial, identificando las oportunidades existentes y haciendo lo necesario para aprovecharlas.

Cuando se le preguntó si no temía que surgieran otras tecnologías que afectaran el potencial de mercado de los motores de plasma, el exastronauta aseguró que Ad Astra logró adelantarse y avanzar más que otras alternativas.

“Vamos a la vanguardia”, dijo. “Tenemos un gran potencial”.

Pensar en futuro, produciendo ahora

Para tener esa ventaja, indudablemente resalta la visión a futuro que tiene Ad Astra, su claridad sobre el mercado, del panorama y en lo qué debe enfocarse, todo lo cual inspira el accionar y los planes de la compañía.

Chang explicó que Ad Astra está pensando en un mercado que incluye las futuras operaciones en la industria de satélites y de cargas en el espacio. Para el 2016 se empezarían a ejecutar operaciones en el espacio en la Estación Espacial Internacional y dos años después empezarían en el campo del remolque de satélites, donde Ad Astra podría brindar servicios a partir de sus cohetes.

En la mira no solo está la Nasa, pues en este mercado también participan otras entidades y empresas de diversos países.

“Debemos pensar a largo plazo, no a corto plazo”, recalcó Chang. “Debemos pensar en el futuro del país, en cómo estas acciones van a cambiar la ruta. Somos románticos, pero con los pies en la tierra”.

El exastronauta costarricense indicó que la empresa es muy clara en cuanto a que tiene la responsabilidad de producir a corto plazo, “sin eliminar la visión a futuro”.

En nuestras empresas esto implica preguntarnos: ¿Cómo será el mercado en que nos encontramos en cinco o más años? ¿Cómo podremos desde hoy prepararnos para esos cambios? ¿Qué implicará eso para nuestras comunidades y sectores donde nos encontramos?

Mix de ingresos y financiamiento

Las empresas no pueden depender de una sola fuente de ingresos y de financiamiento.

En el caso de Ad Astra en estos momentos el financiamiento actual es privado, junto con ingresos de pequeños contratos de la NASA, del Departamento de Defensa de los Estados Unidos, y un proyecto con la Refinería Costarricense de Petroleo (Recope).

En nuestras empresas: ¿Dependemos de pocas fuentes de ingresos? Si se dice que el 20% de los clientes origina el 80% de las ventas: ¿Cómo generar nuevos proyectos para obtener ingresos de otras fuentes y clientes? ¿Podemos, además, incorporar socios que nos aporten capital para crecer?

Cuidar la reputación

La imagen de una empresa es un capital que no puede medirse fácilmente, pero que es fundamental.

En el caso de las empresas que –como Ad Astra- buscan inversionistas, es esencial cuidar la reputación para protegerla. “Los dineros de los inversionistas deben ser limpios y se debe tener transparencia”, destacó Chang.

En nuestras empresas: ¿Habíamos pensado en esto o simplemente cuando llega cualquier oferta la tomamos sin más? ¿Se pueden evitar problemas como alquilar locales a quién sea, realizar transportes de mercadería sin saber qué se lleva, o tomar un negocio que "parece bueno" pero tiene serios riesgos legales, ambientales y éticos?

Pasar la estafeta: quién seguirá al mando

Una de las consultas de los lectores en el chat fue sobre cuáles son los planes de sucesión en Ad Astra.

Según Chang en su empresa hay un plan de sucesión, gente que estaría “semblanteada” para tomar las riendas de la empresa.

“La empresa tiene vida propia, con un equipo joven de 26 años en promedio del cual surgirán los próximos líderes”, explicó Chang. “Es algo necesario”.

En su empresa: ¿Qué pasa si -ojalá que no ocurra- Usted se enferma, queda incapacitado gravemente o fallece? ¿Quién podrá hacerse cargo de la dirección de la empresa que Usted -con tanto sacrificio- impulsó y desarrolló? ¿Quién se hará cargo de cumplir los compromisos con clientes, proveedores y bancos? ¿Ya está preparada la segunda generación que tomará el mando de la compañía?

Impacto social de la empresa

Para Chang el crecimiento y el futuro de la empresa está ligado a su repercusión social. En el caso de Ad Astra se trata de una actividad que potencia al país a entrar en el mercado que en el 2010 alcanzó $276.000 millones en las operaciones espaciales a nivel mundial.

En este caso la empresa se ha aliado a entidades como el Instituto Nacional de Aprendizaje, la Estrategia Silgo XXI y la Universidad Earth para impulsar un proyecto de un centro de capacitación de técnicos –“supertécnicos” los llamó él- especializados en materiales para superconductores, ciertas cerámicas, transferencia de de calor, e incluso costureras de camisas térmicas y vallas especiales.

De esta forma se tendría personal para la creación de empresas o para operaciones que llegarían al país en estos campos.

Aquí podemos pensar en el impacto social y ambiental de nuestra empresa en la comunidad. ¿Cómo podemos hacer para contribuir positivamente en ella, generando empleo e impulsando que los jóvenes se preparen en nuevas profesiones o ramas técnicas?

Y: ¿Es posible implementar algún programa de Responsabilidad Social Empresarial a escala? ¿Con cuáles entidades locales podríamos apoyarnos para lograrlo (colegios e institutos técnicos, entes de desarrollo, cámaras, ONG)?

Cuidar lo creado

¿Cómo protege sus creaciones para que nos las copien otros competidores?

Chang también respondió que la protección de la propiedad intelectual, de los derechos sobre las creaciones de la empresa, es una responsabilidad fundamental para defender su posición y defenderse de la competencia.

Él explicó el esquema de funcionamiento en este campo en su compañía: “Hay dos tipos de propiedad intelectual: las patentes de la empresa y las de la NASA (de las cuales Ad Astra tiene licencias) y los secretos industriales, que no se patentan y protegen a la empresa de cualquier otra compañía de otros países”.

Sin embargo, esto no impide que la empresa tenga una política de puertas abiertas con centros educativos en Liberia, con “todo tico que pase por Houston” –donde está la otra sede de Ad Astra- y con las compañías que deseen ser proveedores.

Riesgos y la importancia de los asesores

Toda empresa enfrenta riesgos. ¿Cuáles son los suyos? ¿Cómo los puede enfrentar? ¿Alguien podría ayudarle a identificarlos y a buscar soluciones?

Chang indicó que con los estudios realizados por su empresa se determinó la oportunidad existente, considerando los riesgos (de índole programática, financiera, y técnica).

En esto destacó el rol de asesores como Aldesa, con la cual se logró la estructuración del financiamiento tanto en Costa Rica como en Estados Unidos.

“El riesgo es menor hoy que antes, por el desarrollo que se ha logrado”, afirmó.

Diversificación

¿Todo en la misma canasta? ¿O tenemos varios productos para diversificar los ingresos?

Chang contestó en el chat que la empresa está identificando futuros proyectos para diversificar su operación, con base en diversas oportunidades que se están visualizando en el campo de la tecnología. “Hay un espectro de proyectos nuevos para generar ingresos”, dijo.

Por ejemplo, se está desarrollando un proyecto con Recope para la generación de energía de hidrogeno y –como parte de una fase b- en las posibilidades de almacenamiento a nivel local.

Asimismo, y de forma vinculada, se tiene un proyecto para la generación de gas –sobre todo metano- a partir de deshechos orgánicos, que puede utilizarse con cantidades de hidrogeno para convertirse en combustible para motores de generación interna.