Bases para gestionar el riesgo en su empresa

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¿Cuántas veces al día usted se detiene a pensar en los aspectos que podrían salir mal en la operación de su empresa? O, ¿cuánto tiempo y dinero se gasta en la ejecución de controles que no mitigan correctamente sus riesgos?

Incluso, algo más simple: ¿sabe cuánto está dispuesta su empresa a perder frente a un escenario de riesgo?

A no ser que exista algún tipo de exigencia de un regulador, es probable que muchas empresas no se sientan interesadas en la gestión de riesgos, controles y su respectivo cumplimiento.

Es vital que las empresas definan un modelo de gestión de riesgos que permita maximizar el uso de los recursos con los que cuenta y alinear dicha gestión al contexto donde crece y se llevan a cabo las operaciones, para que garantice el logro de los objetivos definidos a nivel estratégico.

Muchas empresas tienen la costumbre de realizar procesos de implementación que quedan en esfuerzos delimitados solo a la implementación misma. Por ejemplo, inician el proceso de gestión, definen riesgos por proceso, definen controles pero una vez que finaliza la implementación, la información se queda simplemente en el archivo.

Este proceso de gestión de riesgos debe ser considerado algo vivo y cambiante, que se ajuste según el contexto externo e interno de la organización que va evolucionando; especialmente para aquellas firmas de sectores que se ven hiperconectados o afectados por la velocidad de cambios tecnológicos ya que, gracias a la tecnología, todos los días aparecen nuevos eventos que pueden acarrear riesgos que afecten la operación y forma de entregar bienes o servicios a los clientes finales.

Dado que dichos cambios tecnológicos exigen el ajuste y muchas veces rediseño de los procesos de negocio, cada modificación en un proceso debería exigir a la entidad a considerar los posibles riesgos que se generan y cómo podrían administrarlos correctamente antes de que se materialicen y sea muy tarde.

Decisiones e impacto

El éxito de una empresa grande y madura es la adecuada toma de decisiones, al menos eso dice la teoría, pero no se debe dejar de lado el efecto de los riesgos asociados con cada una de las decisiones que se toman.

Una mala decisión podría ocasionar un efecto que termine en el peor escenario hasta con la pérdida de la inversión o el capital de trabajo.

Hoy en día, cada vez más empresas ven la importancia de generar cultura en riesgos y que cada paso que dé la empresa en el viaje hacia el éxito evalué los posibles riesgos asociados a sus decisiones de manera conjunta con las posibilidades de crecimiento.

A nivel de negocio, cada proceso es consistentemente analizado y sometido a un levantamiento de los riesgos que pueden afectar la operación y definición de controles que son monitoreados mediante alguna de las diversas soluciones que actualmente existen en el mercado para gestionar la gobernabilidad, riesgos y cumplimiento de cada proceso y que, de manera íntegra, con sus respectivos ERP, suelen hacer la gestión de una manera más simple, consolidada y generando valor sustancial a la entidad.

Algunas de estas soluciones, incluso, permiten la integración a un nivel automático para realizar validaciones de temas de acceso de los usuarios a los sistemas de información lo que disminuye el riesgo de usuarios fantasma (empleados que ya no laboran para la entidad) y que siguen activos en los sistemas de información exponiendo a la entidad a situaciones de fraude y de pérdidas.

Son muchos los beneficios que generalmente están de la mano de estas soluciones, pero es preciso el compromiso de la administración y una implementación que garantice la sustentabilidad del proceso de gestión a posteriori. Sabiendo administrar sus riesgos puede estar completamente seguro de que su empresa está lista para seguir creciendo.