¿Cómo deben los negocios interpretar el Índice de Progreso Social?

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La publicación del Índice de Progreso Social (IPS) para el 2016 nos ofrece una oportunidad para reflexionar sobre la necesidad de aprender a construir acuerdos para solucionar, en conjunto, los retos apremiantes que enfrentamos.

Este es un índice que no toma en cuenta los indicadores económicos de los países sino que se enfoca en los resultados sociales y ambientales, señalando que mediciones como el Productor Interno Bruto (PIB) no son garantía de calidad de vida para los ciudadanos y que el crecimiento económico no es el único factor clave para el progreso.

Al replantearse la manera en la que el mundo mide el éxito, priorizando lo que es verdaderamente importante en la vida de las personas, busca cambiar la forma de resolver los problemas. Es una medición que apoya el análisis del desempeño de cada país y procura orientar las discusiones, ideas y la inversión equipando a los gobiernos, sociedad civil y líderes de negocios, sobre una medición robusta global e innovadora para fomentar el progreso.

EL IPS identifica las áreas prioritarias de acción. Si se logra convocar a actores de distintos sectores para discutir y diseñar en forma conjunta soluciones, podría lograrse una inversión social más efectiva.

Aunque a nivel de Latinoamérica, Costa Rica está entre los tres países con mejor desempeño (después de Chile y Uruguay), lo importante es focalizar los esfuerzos en aquellas áreas en las que hay baja calificación, tales como la tasa de homicidios, tasa de obesidad, tratamiento de aguas y libertad de culto, entre otros.

Hay una necesidad de ir más allá del PIB para fomentar el crecimiento sostenible, restaurar la confianza en los negocios y atraer al mejor talento. Los retos a los que nos enfrentamos necesitan de un nuevo enfoque y la colaboración conjunta de diversos sectores.