Gerontovida: un emprendimiento social dirigido a adultos mayores víctimas de la violencia familiar

En cinco años, la asociación planea abrir un albergue gratuito para atender a adultos mayores en riesgo social.

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Hace alrededor de cinco años, Gema Monge Vílchez perdió a su abuelita a causa de una enfermedad terminal. En sus últimos meses de vida, su abuela estuvo rodeada de sus seres queridos, recibió todo el cariño y tenía un hogar, lo cual significó un apoyo emocional importante en unas circunstancias poco alentadoras.

La muerte de su abuela le dejó un gran vacío y tristeza, que ha intentado llenar por medio de un proyecto de ayuda social.

A raíz de investigaciones y de trabajo de voluntariado, Monge pudo darse cuenta de que no todos los adultos mayores del país tienen el cariño del cual gozó su familiar. Abandono, malos tratos, desnutrición y despojos económicos son algunas de las duras condiciones que enfrentan muchos adultos mayores en el país y con los que se topó la hoy joven de 22 años.

Monge, quien es bachiller en psicología de la Universidad Latina y pronto se graduará como licenciada, fundó en enero del 2013 la asociación Proyecto Gerontovida, que se dedica a ofrecer soporte emocional a los adultos mayores que se encuentran en riesgo social.

Este emprendimiento social ha sido reconocido con numerosos premios, dentro de los cuales destaca el haber sido ganadores de los Premios Líderes de Costa Rica 2013, en la categoría innovación social. También ganó el Premio Yo Creo 2013.

Gerontovida participará en la Semana Global de Emprendimiento, que se realizará en noviembre. La iniciativa está abierta a la recepción de voluntarios y al apoyo de más empresas del país, que se unan a su causa.

Actualmente, la asociación trabaja con un albergue gratutito de adultos mayores, ubicado en Tirrases de Curridabat. Allí, realizan juegos para los adultos mayores, organizan actividades de canto y poesía, de jardinería, de lectura y participan en obras teatrales.

En cuanto a la jardinería, se está trabajando en un proyecto para que los adultos mayores se dediquen al jardín en sus tiempos libres y generen ingresos a través de la venta de las plantas ornamentales que siembren.

Asimismo, Gerontovida organiza ferias de salud enfocadas en este sector de la población.

Otros servicios que ofrece la asociación son charlas para el público sobre los cuidados que requieren los adultos mayores y dan un curso que certifica a una persona como cuidadora de un adulto mayor. También ofrecen talleres para prevenir emergencias en el hogar y de primeros auxilios. Estos servicios los brindan en alianza con la empresa Emergency Care.

Una realidad devastadora

El proyecto cuenta hoy con cinco colaboradores, que conforman el comité ejecutivo, el cual incluye a Monge y a Gustavo Salazar Barrantes, estudiante de administración de negocios con énfasis en finanzas de la Universidad Latina. Precisamente, él se encarga del área de finanzas de la asociación.

También forman parte de la asociación Ariana Nendels Knutsen, Sebastián Gutiérrez Valladares y Yendry Salazar Rojas. Además, la iniciativa se nutre del apoyo de voluntarios y de empresas interesadas en esta temática.

Los jóvenes se caracterizan por ser líderes. En el caso de Monge y Salazar, ellos fueron presidentes de las asociaciones de estudiantes de su respectiva carrera.

Ellos se han topado con historias muy duras de maltrato hacia los adultos mayores: familiares que los despojan de sus propiedades y de las pensiones; violencia física y emocional; y abandono y rechazo de las llamadas telefónicas. Este maltrato hace que muchos de ellos entren en depresión y ya no quieran comer, ni bañarse.

Aproximadamente un 70% de los adultos mayores del albergue ubicado en Tirrases están en abandono total por parte de sus familiares y no reciben visitas.

Por este motivo, los adultos mayores se ponen muy felices cuando los visitan y realizan actividades.

Para Monge debe haber un cambio de mentalidad en el país sobre la forma en que se trata a este sector de la población. “Tenemos que cambiar la cultura. El adulto mayor tiene que ser reconocido por el valor que tiene, tanto intelectual como afectivo”, expresó.

La idea ahora es extender su apoyo a otros albergues del país que atiendan a adultos mayores en situaciones de abandono o de indigencia.

Su plan es más ambicioso: en cinco años pretenden contar con un albergue propio, que será gratuito (como el de Tirrases) para atender a aquellos adultos mayores que estén en condiciones de pobreza, que enfrenten rechazo o que estén en indigencia.