A finales de los años 80, la enfermera estadounidense y doctora en salud pública Catherine Strachan leyó una investigación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que la asombró muchísimo.
En el documento se hablaba de que un porcentaje importante de los costos de atención en salud en América Latina y Estados Unidos se debía a un grupo de comportamientos ligados entre ellos.
Dentro de estos figuraban el consumo de tabaco, el abuso del alcohol y drogas, riesgos físicos de la violencia y accidentes, prácticas sexuales de alto riesgo, hábitos nutricionales no saludables, así como la obesidad y el sedentarismo.
Catherine había trabajado varios años como consultora de salud en Costa Rica y en Nicaragua.
Ella pensó que dichas conductas podían prevenirse y decidió hacer algo al respecto.
LEA MÁS: Convocan a emprendedores sociales a evento ‘Social Shot’
Trabajó como voluntaria en el Hospital General del Estado de Massachusetts donde escuchó las historias de jóvenes adolescentes (dentro de ellas latinas) que daban a luz. Algunas habían vivido en un entorno violento o tenían un historial de consumo de drogas.
Motivada por esta realidad que descubrió, la enfermera empezó a investigar sobre estos temas cuando fue contratada como profesora en diferentes universidades estadounidenses.
Pero no se quedó ahí. Decidió organizar conferencias y actividades para abordar la mejor forma de prevenir estos comportamientos.
En el año 2004, junto a la médica colombiana Rosa Solórzano, fundó la organización no gubernamental TeenSmart Internacional.
La organización utiliza la tecnología para promover prácticas saludables entre jóvenes, especialmente latinoamericanos, que permitan el mejoramiento de su calidad de vida.
Arrancó ofreciendo herramientas educativas para niños en Nicaragua y Guatemala. Como había poco acceso a Internet, se alió con escuelas que tuviesen laboratorios de cómputo para difundir la información.
Actualmente, la organización tiene una sede en Costa Rica y en Nicaragua.
Adriana Gómez, directora ejecutiva de TeenSmart, contó que trabajan con niños desde los 10 años hasta jóvenes de 24 años.
Los grupos se dividen de la siguiente manera:
-De 10 a 13 años: se da un enfoque de prevención temprana.
-De 14 a 17: en estas edades los jóvenes se enfrentan a presiones sociales y algunos de ellos inician su vida sexual, por lo que se les brinda información para no ceder a dichas presiones.
-De 18 a 24 años: jóvenes que tienen una mayor madurez, pero que también se ven expuestos a presiones y al rechazo, especialmente aquellos que no han alcanzado ciertas metas como culminar sus estudios.
Su trabajo se da principalmente por medio de la plataforma Joven Salud, que igualmente se puede descargar en dispositivos Android. Esta se desarrolló con el apoyo de diversas instituciones públicas y privadas.
LEA MÁS: Un curso los acercó al mundo de los insectos y hoy venden barras de proteína de grillo
Gómez contó que cuentan con seis servicios, principalmente:
-Conoce tu salud: por medio de cuestionarios, los jóvenes pueden conocer sus estilos de vida, actitudes, conductas de riesgo y protección.
-¿Buscas consejo? En esa sección, los jóvenes pueden plantear preguntas de forma gratuita y anónima y estas son respondidas por profesionales en ciencias de la salud y ciencias sociales.
Según Gómez, se reciben entre 300 y 500 consultas semanalmente.
-Infórmate ya: se otorga información de varias temáticas de salud, con el apoyo de videos e imágenes.
-Cursos en línea para que los muchachos desarrollen destrezas para su vida. Reciben el apoyo de un profesional en salud y se otorgan certificados de participación.
-Chats y foros en los que se abordan temas de salud.
-Directorio: allí se pueden encontrar organizaciones que le brinden respaldo a los interesados.
Recientemente, la organización fue galardonada con el segundo lugar del premio “Visionarios JK”, que otorga el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
LEA MÁS: ¿Sueña con emprender algún día? ¿Qué tal si empieza a ahorrar hoy?
El premio se le entrega a aquellas iniciativas que estén generando un impacto positivo en América Latina y el Caribe.
Además, en agosto obtuvo el segundo lugar de los Viva Premios Schmidheiny (de la organización Viva Idea), en la categoría de organizaciones sin fines de lucro con impacto social.