Marianela Jiménez
El SBD abrió a fines de abril un concurso por ¢1.000 millones de capital semilla, como un proyecto piloto que busca atraer "proyectos más maduros, que no lleguen a especular", con el fin de evitar "que la demanda superara a la oferta", explicó su presidente Miguel Aguiar.
Los interesados deben postularse a través de los miembros de la Red Nacional de Incubadoras de Empresas inscritas ante el MEIC, entre esas están UNAIncuba de la Universidad Nacional, Cie-Tec del Instituto Tecnológico, AUGE de la Universidad de Costa Rica y las privadas ParqueTec y Parque La Libertad.
Entre otras cosas, los proyectos deben contar con un prototipo -si es el caso-, con plan estratégico y sus impulsores deben tener conocimiento de la industria que quieren abordar. Los ganadores recibirán unos ¢66 millones cada uno.
Sobre el monto a entregar, que proviene del Fideicomiso Nacional para el Desarrollo (Finade), un 30% será en calidad de no reembolsable y, el restante 70% será de crédito productivo para las fases de implementación y comercialización.
En el caso de UNAIncuba, su coordinadora Maritza Vargas explicó que participarán pero aún no tienen escogidos los proyectos, pues abrieron la convocatoria más allá de los que están dentro de la incubadora, que tiene dos años de operar y ha apoyado 10 iniciativas, más 14 que están en el proceso en la actualidad.
“Somos una incubadora mixta orientada a proyectos de todas características (industria, servicios, emprendimiento social, emprendimiento cultural, tecnológicos, entre otros). El financiamiento proviene de presupuesto institucional y patrocinio de organizaciones aliadas. Se utiliza incubación intra y extra muros, con acompañamiento en áreas estratégicas”, detalló Vargas.
La incubadora del Parque La Libertad, con un año de operar y ocho proyectos albergados, está en un proceso similar pues también realizaron una convocatoria a todos los interesados, dijo el director del Eje Mipymes, Carlos Chacón.
“En la primera reunión participaron cerca de 20 proyectos en áreas de energías alternativas, tecnología digital y biotecnoloía. En estos momentos estamos en proceso de preparación de las propuestas”, señaló.
Una de las incubadoras “veteranas”, con siete años de operar, unos 400 proyectos atendidos y más de 100 empresas creadas es Parque Tec, que tiene listos cinco proyectos para el concurso, señaló su presidente Marcelo Lebendiker.
“Vamos a presentar cinco en las áreas de biodiversidad, TIC s, energías renovables y nuevos materiales”, puntualizó.
Luis Alonso Jiménez, gerente de AUGE, la más reciente con apenas seis meses de existencia oficial, manifestó que impulsarán un grupo de nueve proyectos en tecnologías digitales y tres del área de biotecnología.
Jiménez explicó que trabajan desde hace un año con un grupo experimental de iniciativas, tanto en incubación de nuevas organizaciones, como en aceleración de otras ya existentes, donde participen miembros de la universidad, ya sean estudiantes, funcionarios o egresados.
“Actualmente tenemos 28 proyectos en incubación-aceleración. De esos 20 son pioneros (con los que iniciaron hace un año) y otros ocho están en ‘vía rápida’, o sea, con los que hubo acercamiento y aceleración para que algunos pudieran participar en el concurso de capital semilla”, dijo Jiménez.
En el caso de Cie-Tec, su coordinadora Eugenia Ferreto indicó que aún están consultando con las empresas para definir cuáles quieren participar.
En general, los entrevistados avalaron la iniciativa del concurso por el capital semilla. Lebendiker señaló que es “fundamental para apoyar la política pública emprendedora”, en tanto Jiménez aseguró que se trata de algo “que estábamos esperando desde hace ya mucho tiempo y que esperamos se consolide en el futuro”.
Para Chacón, el acceso a este tipo de fondos “viene a llenar un vacío que existe en el mercado financiero”, mientras Vargas indicó que “el financiamiento por el SBD es una excelente oportunidad para los emprendedores ya que brinda condiciones muy flexibles para los proyectos en etapas iniciales”.
La coincidencia de criterios fue evidente además en cuanto al financiamiento, tema del que Lebendiker recordó que el reciente estudio de GEM, presentado por Parque Tec a fines de abril, señaló “la importancia de que Costa Rica busque nuevas fuentes de financiamiento y de profundizar en el acceso que los beneficiarios puedan tener a ellas”.
Vargas acompañó diciendo que “históricamente esta ha sido una de las grandes limitaciones para los emprendedores costarricenses” en tanto Chacón y Jiménez señalaron la casi nula disponibilidad de recursos, debido principalmente al tema de riesgos y dificultades de contar con las garantías tradicionales.
Aunque el anuncio del concurso se realizó a fines de abril y el plazo se cierra el 8 de junio, los “incubadores” consideraron el plazo adecuado, al tratarse de un proyecto piloto focalizado. Sin embargo, llamaron a las autoridades a considerar las áreas en próximos ejercicios.
“Se podrían ampliar para futuras convocatorias pensando en tener una retroalimentación más efectiva con las incubadoras, para perfeccionar la presentación de la idea de los emprendedores que no están vinculados a una incubadora. Así se garantizaría condición de igualdad en relación a los que están dentro de las incubadoras”, apuntó Vargas, quien también defendió la posibilidad de ampliar las categorías a algunas “que son las que se generan más en el país (agronegocios, salud, servicios, entre otros)”.