Marianela Jiménez
La cantidad de emprendimientos establecidos y operando entre 2010 y 2012 cayó de 4,8% a 3,3% aunque bajó la deserción entre los emprendedores en etapas iniciales en ese mismo periodo, indicó el segundo “Reporte nacional: la situación del emprendimiento en Costa Rica” presentado este miércoles en el ministerio de Economía, Industria y Comercio.
Si se toman en cuenta solo los negocios establecidos, es decir aquellos que habían pagado salarios y con más de 3,5 años de operar, pasaron a representar un 3,3% en el 2012, cuando dos años antes era de 4,8%, lo que refleja “que casi 30.000 personas han discontinuado su negocio”, resaltó el estudio.
“Esta caída implica que hay una mayor cantidad de emprendimientos consolidados que se han salido de los negocios en los últimos dos años, posiblemente producto de la crisis”, detalló el documento, que se desarrolla con la metodología del Global Entrepreneurship Monitor (GEM) y es aplicado en el país por la incubadora privada ParqueTec, la Cátedra Innovación y Desarrollo Empresarial de la Universidad de Costa Rica y la Cámara de Industrias.
Entre las razones mencionadas para cerrar, la escasa rentabilidad sumó casi el 37%, en comparación con un 29% en el informe del 2010. Le sigue con 15,4% la dificultad para conseguir financiamiento, mientras otros motivos representan un 17,7%.
Sin embargo, el panorama muestra signos de recuperación, pues la investigación además encontró que “en comparación con el 2010, el total de la actividad emprendedora en Costa Rica ha aumentado de un 13,3% a un 15%” y donde la tasa de deserción de los emprendedores en etapas iniciales cayó de casi 70% en 2010, a 50% el año pasado.
Se estima que el 15% de la población adulta del país se considera emprendedor en etapas iniciales, lo que representa a unas 300.000 personas.
“Las intenciones de emprender un negocio se triplicaron pasando de un 13,2% en 2010 a un 33% en el 2012 y, el 47% de la población considera que habrá buenas oportunidades en los próximos seis meses para iniciar un nuevo negocio”, resaltó el documento.
Sobre el perfil del emprendedor, el informe halló que son personas de 35-40 años promedio, de clase media, con grados de educación superior y dueños de negocios de los sectores de servicios al consumidor (60% en promedio).
Entre las razones que motivaron la instalación de un negocio, un 34,6% de los que están empezando señalaron que fue la posibilidad de aumentar sus ingresos y un 21% dijo que por necesidad. Otro 13,8% buscaba independencia económica.
Si se detalla por el estado del negocio, si está iniciando o ya está establecido, encontramos que casi el 46% de los emprendedores en la fase inicial mantiene un trabajo asalariado, porcentaje que aumenta entre los emprendimientos establecidos, donde el 63% dijo estar empleado.
No obstante, estos emprendedores que trabajan en otro lugar, al mismo tiempo generan empleo -de uno a cinco puestos-, según lo manifestó el 87% de los emprendedores en etapas iniciales y el 81% de los establecidos. Más de la mitad además espera aumentar su planilla.
En otras variables, alrededor del 80% de los emprendedores, sin importar si están empezando o ya están consolidados, usan equipos y tecnología con una antigüedad superior a los cinco años, en tanto apenas un 12,3% de los que arrancan y el 30,8% de los consolidados, califican sus productos como “nuevos” para sus clientes.
Metodología:
Se aplicaron dos encuestas; una aleatoria entre 2.003 adultos mayores de 18 años a nivel nacional y otra a 36 expertos en diversos campos.
Definición:
Por emprendedor en etapa inicial se entiende a aquellos adultos dueños de un negocio que no supere los 3,5 años de operar. Por emprendedor establecido se entiende todo aquel que se dueño de un negocio con más de 3,5 años.