Innovar en el agro, el caso de los vinos Don Julián en la zona sur

En 1996 el ingeniero agrónomo Víctor Julio Mora decidió dar un paso arriesgado pero decisivo para introducir valor agregado a la producción de mora e iniciar la elaboración de vinos a base de esa fruta. El resultado se conoce como Vinos Don Julián.

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Marianela Jiménez

"La empresa nació hace 17 años con un concepto diferenciado, como un producto regional y orgánico, y que es totalmente diferente de cuando hablamos de vino de uva. No es un vino estrictamente, pero le decimos así porque también es un fermentado", comentó Víctor Julio Mora sobre su empresa, Vinos Don Julián.

Dedicado a la producción de moras en Linda Vista de Rivas de Pérez Zeledón, en las faldas del Cerro de la Muerte y donde la fruta se da a más de 1.500 metros, este ingeniero agrónomo enfrentaba dificultades para exportar, por lo que decidió agregar valor a su plantación y tras investigar, encontró la opción de los vinos.

El negocio creció y poco a poco lo llevó a vender sus seis hectáreas para dedicarse de lleno al vino, por lo que ahora adquiere la fruta de otros productores de la zona, a quienes ofrece precios un poco más altos al mercado con el fin de obtener la mejor calidad.

“Fue un proceso complicado, mucho del producto inicial se tenía que botar. Pero ahora estamos posicionados en la zona sur y enfocando al resto del país. También tenemos algunas negociaciones para ir a Centroamérica, específicamente a Honduras”, afirmó a Pymes El Financiero.

Don Julián se ofrece en todos los supermercados de la zona sur, con una buena aceptación en el sector de turismo. Mora además lo comercializa en ferias, una de las más recientes fue Expo Gourmet, donde presentó no solo sus cuatro productos tradicionales, sino algunos vinos especiales, como el vino de miel de abeja.

La empresa produce tres tipos: el semi seco, semidulce y el dulce, que es el preferido por sus clientes y que el empresario dice, “recomendaría más por salud que por placer, porque la mora es más perfecta que la uva, debido a sus cualidades porque es muy rica en antioxidantes y flavonoides”.

En el país las moras proveen sustento a unos 1.500 agricultores, especialmente en zonas como Dota, El Guarco, Tarrazú, León Cortés y Pérez Zeledón, con un total aproximado de 800 hectáreas y una producción promedio de 600 toneladas anuales.

En total, Don Julián tiene 14 diferentes variedades que, en promedio, se venden a ¢5.000 pero algunas, como la cosecha del 2006 cuestan un poco más, unos ¢20.000. Las especiales se deben pedir por encargo al correo de la empresa: info@vinosdonjulian.com

Cada dos años renuevan, así que en el 2014 saldrá una nueva cosecha.

Sobre sus inicios, reconoció que como pyme, el apoyo financiero no fue fácil. “Pero luchando solito y con el apoyo de clientes fieles seguimos adelante”, recordó, al comentar que en una reciente rueda de negocios en la región, inició negociaciones para ser proveedor del Instituto Nacional de Aprendizaje, pero no prosperaron porque le pedían además otros licores importados.

“Era una gran oportunidad pero no se pudo porque no podía ofrecerles solo mi producto, pero mi sueño es ver los vinos a nivel nacional y el reto es hacer que la gente crea, porque el problema es que no creemos en lo nuestro”, enfatizó.

Mora señaló que la empresa se ha convertido en una alternativa para los productores de fruta de la zona y un aporte a la economía local, no solo por la compra permanente de moras, sino porque también adquieren el dulce que usan para el vino en la misma zona (no utilizan azúcar), le compran las botellas a escuelas y elaboran las etiquetas localmente. “En un aporte pequeño, pero al final todo queda en la zona”, resaltó.

Como parte de su proceso para mejorar la comercialización y mercadeo, Vinos Don Julián decidió formar parte del Consorcio Multisectorial Brunca, promovido por el ministerio de Economía, Industria y Comercio como un proyecto piloto para mostrar a empresarios los beneficios de la asociatividad.

Para Mora, la experiencia ha sido positiva, tanto que en estos días el consorcio, formado por siete empresas con distintos productos, viajaría a Panamá para actividades de promoción.

“Emocionalmente nos ha ayudado mucho, antes cada uno andaba por su lado, ahora somos una familia. Abaratamos los costos cuando participamos en ferias porque venimos en un solo vehículo, pagamos los materiales promocionales juntos y esperamos aún más beneficios”, aseguró.