La Pequeña Granja lleva sus cremas y jabones de leche de cabra a China y Canadá

En las montañas de San Ignacio de Acosta, una pequeña empresa liderada por una mujer fabrica productos cosméticos a base de leche de cabra que se exportan a Canadá y China

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En las montañas de San Ignacio de Acosta, una pequeña empresa liderada por una mujer fabrica productos cosméticos a base de leche de cabra que se exportan a Canadá y China.

La Pequeña Granja es un proyecto familiar impulsado por doña Rosella Selmi que desde hace cinco años ha desarrollado una gama de productos a base de leche de cabra.

"Queríamos vivir en el campo y producir lo que necesitáramos. Empezamos a criar cabras porque son una cría de bajo impacto ambiental, y elaborar pastas y quesos de su leche. Luego empecé a investigar las propiedades de la leche de cabra para los cosméticos", recuerda Selmi, quien dirige una empresa donde trabajan cuatro mujeres y su esposo.

Fue así como nació la idea de producir el gel de ducha y la crema de leche de cabra, productos estrella de la empresa hoy en día.

"Dejamos de producir los productos gastronómicos porque teníamos que canalizar los esfuerzos y había mejores oportunidades con los cosméticos. Además, nosotros vivimos en la montaña y hemos tenido problemas con las vías de comunicación y con cortes de luz: los productos frescos no sobreviven en estas circunstancias", agrega Selmi, quien es de origen italiano y reside en el país desde hace 18 años.

Además de las cremas y productos cosméticos a base de leche de cabra, La Pequeña Granja tiene una línea de jabones todos elaborados con productos naturales que vende para el sector turístico. Según la empresaria, debido a la alta calidad de sus jabones y productos cosméticos, sus clientes le han pedido más y ahora desarrolla investigaciones para lanzar una línea para bebés y hombres.

Desde San Ignacio a China y Canadá

Cuando comenzaron sus operaciones, Rosella Selmi y su esposo conocían poco sobre la exportación. "No sabíamos cómo exportar pero con el Banco Nacional y Procomer recibimos capacitaciones para aprender sobre la exportación. Luego Procomer vio el potencial en nuestros productos y nos invitó a participar en en el BTM", cuenta la empresaria.

El BTM -Misión Comercial de Compradores- es un evento anual organizado desde hace 14 años por Procomer, en donde se reúnen exportadores y compradores que vienen desde diferentes partes del mundo, incluyendo Europa, Norteamérica y Asia.

Fue precisamente en esta rueda de negocios del 2013 cuando La Pequeña Granja logró concentrar un negocio con una cadena de productos naturales en Canadá, su principal cliente en el mercado norteamericano.

"Con China fue un contacto directo, vino una misión comercial al país y estaban buscando productos naturales entonces nos contactaron", dice Selmi. Los productos de la empresa se venden en línea a través de un mayorista de cosméticos en el mercado chino.

Además de las capacitaciones recibidas, la empresaria reconoce que La Pequeña Granja logró afinar sus operaciones con la ayuda de una asesoría de la Universidad de Costa Rica, que obtuvo hace dos años al participar en el concurso del Fondo Propyme del Ministerio de Ciencia y Tecnología.

Para Selmi, el proceso de iniciar a exportar fue relativamente sencillo. "Para poder exportar un producto como el nuestro tuvimos que hacer el registro sanitario en el Ministerio de Salud, luego nuestros clientes se encargaron de los registros en sus países y no tuvimos ningún problema", explica.

La empresaria aconseja a las pequeñas y medianas empresas (pymes) aprovechar los tratados de libre comercio. "Ayudó que Costa Rica tuviera un TLC con Canadá y China porque nuestros productos ingresan sin aranceles, entonces los hace más competitivos. Hay que fijarse bien si existe algún TLC con el país al que se quiere exportar".

La Pequeña Granja estudia ahora aumentar sus exportaciones a Panamá y Chile.

Para ellos, elaborar un producto de calidad, que les guste tanto a ellos como a sus clientes, siempre ha sido la clave del éxito.