Para ser verde la empresa debe practicarlo, contarlo y comprobarlo

Anoche se realizó el segundo Intercambio Empresarial “Ser verde y rentable sí es posible” en el Hotel La Condesa, en Heredia.

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Carlos Cordero

pymes@elfinancierocr.com

Para ser una empresa verde se debe adoptar medidas en múltiples áreas, debe promoverse como tal y certificarse o comprobar que lo es para tener credibilidad ante el creciente mercado que exige un balance entre lo social, lo económico y lo ambiental.

“A nivel local hay una mayor demanda de parte de consumidores nacionales, de turistas, del Estado, de otras empresas y a nivel internacional de productos y servicios con menor impacto ambiental”, dijo Sylvia Aguilar, coordinadora ambiente y desarrollo de Centro de Gestión Tecnológica e Informática Industrial (Cegesti), durante el segundo Intercambio Empresarial "Ser verdes y rentables sí es posible".

El evento fue organizado por BN Desarrollo y El Financiero ayer 13 de junio en el Hotel La Condesa, en Heredia. El primero se realizó en Liberia en el mes de mayo y el próximo será el 18 de julio en el Indoor Club.

Aguilar indicó que las ventas de productos ecológicos se incrementa en diferentes mercados, al tiempo que los consumidores se muestran más dispuestos a pagar un precio mayor si fuera necesario.

Asimismo destacó que en el mercado costarricense los clientes muestran una mayor preocupación por el ambiente y sus costos, al punto que en la actualidad al menos una quinta parte de las personas tienden a realizar compras verdes.

Otra tendencia es la promoción de compras verdes en los convenios internacionales de comercio, en especial con la Unión Europea, y a nivel local como parte de las normativas relacionadas con compras del Estado.

Para lograr ser un negocio verde, las empresas deben avanzar en áreas como la producción más limpia. Esto implica la gestión de la materia prima, productos, subproductos y desechos.

A nivel de productos se debe aplicar el ecodiseño para que los productos sean más duraderos, reduzcan la cantidad de materiales con que son fabricados, así como para que se distribuyan y se usen en forma más eficiente, entre otros.

"Hay situaciones que son muy obvias en las empresas y que le generan muchos costos, pero que requieren identificarlas, revisarlas y resolverlas en forma muy sencilla", dijo Aguilar.

Es el caso de los materiales y aguas residuales que implica un manejo adecuado, o el caso de la huella de carbono en la distribución que debe reducirse mediante sistemas de entrega de productos de manera más eficiente.

Los encadenamientos entre empresas pueden ayudar a ser más competitivos y eficientes en diferentes áreas.

Pero las empresas deben cuidar lo que hacen. "La reputación que tarda años en construirse puede destruirse en horas", advirtió Aguilar.

No se puede anunciar un producto verde que tiene impactos directos u ocultos en el ambiente, ni utilizar etiquetas verdes falsas o promover productos como saludables sin que lo sean.

Para ganar la confianza del mercado se requiere que las empresas certifiquen sus productos y procesos.

Conozca su proceso productivo y trate de hacerlo más ecológico, al tiempo que se debe conocer y aplicar los requisitos ambientales y laborales, integrando los objetivos socio-ambientales a la estrategia de la empresa”, concluyó Aguilar.