Carlos Cordero
pymes@elfinancierocr.com
Si va a empezar su propio negocio requerirá la resistencia de un atleta de maratones, con la meta fija en el kilómetro 42 (y 195 metros) pese al clima, los dolores de músculos y la persistente tentación de pensar en porqué se metió en eso.
En el recorrido tendrá que mantener el optimismo y ser perseverante y fiel a la idea de negocio, tanto por la situación económica –donde pese al pesimismo sobre la situación del mercado y la industria se piensa que los resultados del negocio pueden ser buenos en el año- como por el esfuerzo que implica el desarrollo y consolidación del negocio.
Saber dónde está la meta y el esfuerzo que implicará
El entusiasmo inicial es la clave para entrenarse con disciplina, dejando de lado otras actividades y enfocándose en cumplir con el objetivo definido. ¿Está dispuesto?
Para la empresa –tras descubrir un problema en el mercado al cual podría brindar una solución diferente a la que dan empresas existentes, lo que se conoce como brindar valor- igualmente se enfrentará a la decisión de dedicarle tiempo y esfuerzo.
¿Está decidido a destinar todo su tiempo a la empresa?
La preparación brindará réditos
No podrá inscribirse en una maratón sin prepararse previamente. Deberá hacer ejercicios de velocidad para mejorar tiempos, correr en colinas para fortalecer músculos, y correr diferentes distancias para estar en condiciones de correr la larga distancia.
Para su idea de negocio necesitará un plan de negocio que le ayude a mantenerse enfocado en la idea, la cual debe ser concreta y bien definida, innovadora, con una ventaja competitiva sostenible, con un retorno del 30% y alto potencial de escalabilidad o crecimiento.
El arranque
Necesitará calzado, vestimenta y alimentación adecuada. En una empresa eso es sinónimo de capital para el arranque. Pero los recursos no vendrán si no arranca.
Incluso en los procesos abiertos por programas como Yo Emprendedor y Link Inversiones los capitalistas ángeles o de riesgo querrán ver los resultados iniciales de un negocio y, en especial, sus competencias como emprendedor.
Ellos plantearán preguntas que en algunos casos pueden resultar incomodas y para las cuales Usted deberá prepararse.
La asistencia
Necesitará un entrenador y asistencia en la carrera. Por eso no tema ir donde los inversionistas, pero lleve la idea afinada, que aporte valor y pueda diferenciarse así de la competencia, con escenarios objetivos, una definición clara de la oportunidad y el plan de acción, una estrategia de crecimiento precisa, un presupuesto de gastos estricto y realista.
Si la idea tiene valor, el inversionista –dado su experiencia y conocimiento empresarial- no solo aportará capital para desarrollar el negocio; también contribuirá con su conocimiento. Pero esto implica que él aportara ambos recursos (capital y conocimiento) si Usted lo integra como socio, con una oferta de acciones atractiva para el inversionista. ¿Está dispuesto?
En esta etapa se deberá contar o considerar la creación de algo parecido a un consejo de administración (el inversionista se involucrará acá, no en la operación diaria que seguirá siendo responsabilidad del emprendedor) y con una estructura operativa que brinde seguridad, estabilidad y garantía de la continuidad del negocio.
Aquí es importante considerar que durante todo el proceso Usted debe contar con asesoría legal, pues si bien tendrá que pagarles a los abogados –puede negociar acuerdos de pago- a largo plazo podrá ahorrar dinero y evitar complicaciones.
Esto implica que en cada etapa del negocio deberá contar con documentos que delimiten los poderes y responsabilidades, tales como: acuerdos básicos de asociación sobre roles y obligaciones de cada parte, distribución de beneficios, registro de acuerdos estratégicos y de operación, plan en caso de que se produzcan cambios entre los directores de la empresa o si el negocio se cierra por completo, cláusulas de rescisión, políticas de financiamiento externo, y acuerdos adicionales en caso de que los productos o servicios de la empresas dependan de la propiedad intelectual (que deben extenderse en la forma de propiedad de la información de productos y en acuerdos de confidencialidad en los contratos de trabajo de empleados) de las invenciones de la empresa (que se registran en una lista).
Hacerlo todo por sí mismos, verbalmente y sin tener claramente definidos y establecidos estos aspectos del negocio, como la mayoría de las veces desea o procede un emprendedor, puede ser una receta para el desastre.
Recuerde que en el camino es probable que deba tomar decisiones para enfrentar a otros competidores, para resolver situaciones propias de la ruta, y para determinar si en las condiciones que enfrenta a los competidores o a esas situaciones tendrá que hacer cambios que afecten la operación diaria o la estrategia del negocio.
Esas decisiones –excepto las operativas, que deberán someterse a los acuerdos de política general tomadas en el Consejo de Administración- tendrá que adoptarlas con los socios, inevitablemente.
Alcanzar la meta
Conforme su empresa se desarrolle, más inversionistas querrán aportar capital. Y es posible que la empresa necesite más recursos para fortalecer su posición o continuar su expansión en el mercado.
Al integrar socios deberá contar con una estructura amigable con los inversionistas, con un esquema de alineación de incentivos entre emprendedor e inversionista, presentación de avances que fundamenten los cálculos financieros del plan de negocios, y políticas de transparencia y comunicación abiertas en forma permanente, que incluyan mantener orden en la estadística contable-financiera de la empresa desde el primero momento.
¿Estará dispuesto a ceder más poder ante nuevos socios? ¿Y luego, se mantendrá en la empresa para llevarla a nuevas etapas de desarrollo o la cederá a los nuevos socios, se retirará o se planteará crear otra empresa?