Apple, la compañía caracterizada por ser de alta gama, está dejando su estatus de lado y ahora se enfoca en entrar en otro segmento del mercado y enfrentar a la competencia.
Marcas asiáticas que han surgido y que ofrecen buena calidad por precios bajos.
Y es que ¿cómo se podría explicar que la empresa de la manzana presente modelos más económicos y en un evento sencillo sin mayores sorpresas?
No solo se trata de precios, sino también del diseño. Apple puso reversa y regresó a sus modelos más pequeños, es decir a las 4 pulgadas del iPhone 5s.
La novedad es el iPhone SE, un celular mucho más económico: una diferencia que va desde los $100 hasta los $300 en modelos del 6 hasta el 6s Plus.
Lo mismo sucedió con su tableta estrella: el iPad Pro.
Nuevamente los cambios se refieren a tamaño y precio.
Una estrategia que tiene sentido si se mira los mercados a los que quiere entrar este gigante.
Para Estados Unidos, puede no representar un hito, pero para la competencia china sí lo es.
Una manzana que quiere tomar parte del pastel que se estaba dejando una industria asiática que parecía ser pequeña, pero que ha demostrado ser poderosa.
Precio inclina la balanza
Según el centro estadounidense Consumer Intelligence Research Partners (CIRP) , es probable que se vendan solo entre 4 millones y 6 millones de unidades del nuevo iPhone SE en Estados Unidos durante el primer año de venta.
Las cifras toman en cuenta la baja probabilidad de que los usuarios del iPhone 6s o 6s Plus renuncien a la gran pantalla. De los 110 millones de iPhone activos en Estados Unidos, CIRP estima que 18 millones son 6s y 6s Plus, mientras que 62 millones son de la generación del iPhone 6.
Fuera de Estados Unidos, lo más grande no es necesariamente lo mejor para la comodidad o en términos económicos. Las ventas lo muestran.
Los celulares que miden de cuatro a cinco pulgadas, representan casi la mitad del mercado mundial de smartphones , según el centro de estudios Strategy Analytics.
Si comparamos este fenómeno con los phablets (una especie de combinación entre teléfono y tableta) sus ventas son menores, pues significan un poco más del tercio de las ventas a nivel mundial, confirma el centro.
Apple decidió no solo abaratar los precios y reducir los tamaños, sino incorporar lo más reciente en tecnología y ofrecer un producto que pueda competir con marcas que lo acechan como Huawei, Xiaomi y Samsung.
Este no es el primer intento de Apple en este segmento. Ya la compañía había experimentado con el iPhone 5c, un producto que no tuvo éxito en el mercado.
Este teléfono fracasó por las condiciones mínimas que ofrecía en tecnología y el material de bajo costo con el que estaba fabricado.
Las ventas rondaron los $12,8 millones, según datos de Apple, cifra que es menor en comparación con sus otros productos.
Queda por ver si en el iPhone SE Apple aplicó con éxito las lecciones.
Potencia en cuerpo pequeño
Greg Joswiak, vicepresidente de Apple, afirmó que muchos consumidores prefieren smartphones más pequeños. En el 2015 se vendieron 30 millones de iPhones de pantalla de menor tamaño.
Durante la presentación que se realizó el 21 de marzo en la localidad californiana de Cupertino, la empresa justificó este lanzamiento argumentando que quieren atender a clientes que optaron por las versiones 5s y 5c, pero que se sentían desactualizados.
El iPhone SE se caracteriza por tener un procesador A9, cámara trasera de 12MP y la frontal de 1,2 MP, cuenta con la opción de grabar en 4K (ultraalta definición) y cuenta con sensor NFC que permite utilizar Apple Pay.
La nueva creación de la compañía pretende hacer asequible el producto, o si lo quiere ver de otra forma, potenciar su tecnología pero en un cuerpo más pequeño.
Los usuarios pagarán por el iPhone SE de 16GB de almacenamiento interno un precio inicial de $399 (precio para Estados Unidos sin plan).
Este teléfono carece del Touch 3D, una tecnología exclusiva de los iPhone 6S y 6S Plus y que permite acceder a las diferentes opciones del menú según la presión que se ejerza sobre la pantalla.
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Si se compara con el iPhone 6s Plus, la diferencia económica es notoria, ya que cuesta unos $649 (precio actual en Estados Unidos sin plan).
Con esta apuesta, Apple pretende seguirle el paso a su competencia. Los fabricantes chinos pueden mantener los precios bajos reduciendo los márgenes de ganancias y utilizando componentes baratos.
Los aparatos caros de Apple pueden considerarse mejores, pero ya no son tan innovadores.
Por ejemplo, una foto tomada con un Huawei con buena luz se ve tan bien como la de un iPhone.
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Apuesta por iPad Pro compacta
La disminución de precios y tamaños no fue exclusivo del iPhone; el iPad Pro también las vivió.
En setiembre pasado, Apple mostró lo que era hasta el momento su tableta más poderosa.
Un dispositivo que está diseñado para sustituir a las computadoras de escritorio con 12,9 pulgadas de poder y accesorios diseñados para revolucionar la forma de interactuar con una tablet.
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Pero la empresa liderada por Tim Cook decidió enfrentar las críticas que apuntaban en que el aparato es excesivamente grande y difícil de transportar.
Así nació la nueva versión del iPad Pro, un dispositivo de 9,7 pulgadas y que cuenta con los mismos materiales y contenidos que el modelo original. Este dispositivo tiene un precio inicial de $599 para los clientes estadounidenses, lo que representa una baja importante en comparación con los $800 que vale su antecesor.
Un lanzamiento que decepciona a algunos porque todavía no aparece la versión premium , pero que sorprende (para bien o para mal) por los cambios de estrategias que realiza la manzana.
Compare las marcas y características.
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