¿Qué serían de las fotos sin los famosos filtros? Para unos, la forma ideal (los filtros hacen de las fotografías algo especial); para otros, un desastre (¿para qué retocar la realidad?).
Pero no me refiero solo a los filtros de color, sino también a los que ya nos acostumbró Snapchat.
La cara de perro, las flores y mariposas en la cabeza, los brillos, cambios de rostros...
La detección inteligente de las caras fue parte del sello que generó la red social. La locura que se ha desatado con esta tecnología ha provocado que sean muchos quienes también los quieran tener.
Snapchat sabe muy bien su éxito y habilitó la opción para que las personas y empresas puedan crear y comprar su propio filtro cuando se acerquen a una zona determinada. La opción se llama ‘On-Demand’.
“Los filtros de geolocalización permiten crear filtros para fiestas, bodas, negocios o cualquier otro evento”, expresó la red en su blog oficial.
El precio incial es de $5. Las personas interesadas en obtenerlos deben crearlos y luego enviarlos a la compañía para que sean aprobados.
Puede preparar a sus amigos o clientes para que se tomen selfies con sus filtros en esas ocasiones especiales.
Filtros por doquier Hace unos días estaba utilizando el nuevo celular Nova Plus de Huawei para las pruebas que efectuamos en EF y me llamó la atención que una de las funciones que incluye es el modo maquillaje para tomarse selfies. Y sí, cuando coloqué la cámara frontal y seleccioné la función, la cámara detectó mi rostro y me maquilló (sombras, rubor, delineador y hasta pestañas postizas). Les cuento que es realmente difícil detectar que se trata de un filtro.
Ya no solo se trata de “suavizar la piel”, sino que con la detección de rostro se logran resultados impresionantes con esta tecnología.
Aunque muchos estén en desacuerdo con las animaciones, estamos frente a una gran oportunidad para el mercadeo y publicidad.