Se llama Hövding y es un casco ergonómico y seguro, que se puede usar como una prenda de vestir más, cual si fuera una bufanda, y que se infla automáticamente para proteger al ciclista en el momento de un accidente.
Al interior de Hövding se encuentra un airbag que tiene la forma de casco y que se desplegará solo si ocurre un accidente para rodear y proteger la cabeza del ciclista, quien debe ser mayor de 15 años.
Aseguran que el casco no se activará si no es en el marco de un percance, por lo que el ciclista no debe modificar su movimiento natural.
El mecanismo de activación está controlado por una serie de sensores que captan los movimientos anormales que suceden en un evento de ese tipo y que envían una señal al gas para que infle el casco en cuestión de segundos. La energía requerida para los sensores se obtiene cargando el casco por medio de USB.
Los creadores explicaron que ese cuello que contiene el casco inflable tiene un cobertor que se puede intercambiar para que combine con el traje del usuario y que continuamente lanzarán nuevos estilos. El dispositivo pesa 700g y se comercializa en tamaños small y medium a unos $500.
Este no puede ser reutilizado una vez que se activa el airbag.