La quiralidad es la propiedad de un objeto de no ser superponible con su imagen especular, así por ejemplo la mano izquierda humana no es superponible con su imagen especular (la mano derecha). Por otro lado, un cubo, una esfera o una botella si son superponibles con sus respectivas imágenes especulares.
La palabra quiralidad en inglés (“chiral”) se pronuncia muy similar a la palabra Cairo en español y eso me permite hacer las siguientes reflexiones en esta columna:
El Nilo es el eje central de la vida en Egipto. Excepto por su delta que se extiende varios kilómetros, la vida y casi toda actividad en Egipto de desarrolla entre los 2 o 3 Km a ambos lados del Nilo. Mas de un 99% de la vida en este maravilloso país se desarrolla en estas franjas. El agua de este emblemático río no solo sostiene y alimenta a los casi 100 millones de egipcios, sino que produce la energía y transporte necesarios. Lo demás es un vasto desierto y desolación.
Desde los tiempos de las primeras dinastías egipcias (hace más de 6.000 años) el Nilo con su extenso recorrido de sur a norte y con sus 6.650 Km de largo actuó como una especie de quiral o espejo mágico. Del lado Oriental estaban las Ciudades, los templos de los dioses vivos y la actividad comercial mientras que del lado occidental estaban las pirámides, los mortuorios y la mayoría de los templos funerarios.
La cultura egipcia es una riquísima mezcla de creencias, costumbres y mitología. El dios Ra y sus diferentes manifestaciones gobierna junto con otros dioses del panteón egipcio. Inclusive los cristianos tuvieron acogida y poder en estas maravillosas tierras. La tecnología empleada en la construcción de las pirámides y otros extraordinarios monumentos sorprende aun hoy en el Siglo XXI.
Navegar el Nilo es como subirse en una barca que atraviesa el tiempo y nos lleva a un mundo de gente bulliciosa, gentil y heredera de una de las civilizaciones más poderosas de la historia. Explorar sus márgenes es emprender una aventura singular y única.
Los faraones y esta cultura milenaria lo sabían muy bien. Se enterraban del lado occidental viendo hacia el ocaso del sol, esperando que sus actos y el haber logrado mantener un equilibrio les permitiera enfrentar el juicio final y con la ayuda de Osiris y otras deidades pudieran atravesar la oscura noche del inframundo y renacer de nuevo con el sol.
Si bien la mano derecha es diferente a la izquierda, ambas se complementan y cierran un círculo, así también el lado de la vida y la muerte se unen y cierran el ciclo de la vida.