Cinco cosas que hay que saber sobre los proyectos espaciales de Elon Musk

La idea es llevar un millón de personas a Marte en el próximo siglo. Los vuelos de prueba podrían empezar en la siguiente década

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Cabo Cañaveral, Estados Unidos - El fundador y presidente ejecutivo de SpaceX, Elon Musk, lanzó este martes 6 de enero su propio Tesla Roadster a bordo del cohete operativo más poderoso del mundo, el Falcon Heavy, al ritmo de la canción Space Oddity de David Bowie.

Estos son algunos de los otros proyectos espaciales que ha estado cocinando Musk en los últimos años.

Para reducir los costos de los vuelos espaciales, Musk se concentró en construir cohetes reutilizables como lo son los aviones comerciales, en lugar de desechar los millonarios componentes después de cada lanzamiento.

Después de unos primeros accidentes y desventuras, SpaceX perfeccionó la técnica para encender los motores de los propulsores, maniobrar las aletas de las rejillas y aterrizar cuidadosamente la primera fase (la más larga) de los cohetes en tierra y en plataformas marinas.

Musk no es el único que lo hizo. Su rival Blue Origin, una compañía de cohetes dirigida por Jeff Bezos, presidente de Amazon, también ha logrado aterrizar sus cohetes de un modo similar.

Pero nadie lo ha hecho tantas veces como SpaceX, que aterrizó 21 veces sus Falcon 9.

Musk quiere que los humanos sean una “especie interplanetaria”, estableciendo una colonia de personas en Marte.

Viajando en cohetes reutilizables y en naves –aún en desarrollo– podrían transportarse hasta 100 personas a la vez al planeta rojo.

La idea es llevar un millón de personas a Marte en el próximo siglo. Los vuelos de prueba podrían empezar en la siguiente década y el costo para desarrollar el cohete y la nave espacial se estima en $10.000 millones.

Musk ha dicho, en broma o no, que las siglas significan Big Fucking Rocket (Jodido gran cohete). Aunque el portal especializado Spacenews.com señala que el nombre oficial es Big Falcon Rocket.

El objetivo es tener un único cohete propulsor y nave espacial que reemplace tres proyectos emblemáticos de SpaceX: el Falcon 9 que propulsa a la cápsula Dragon para abastecer a la Estación Espacial Internacional, la propia cápsula y el Falcon Heavy.

El BFR mediría 106 metros de alto, con un empuje de 10,8 millones de libras, por lo que sería el cohete más poderoso jamás construido, por encima del Saturn V (7,9 millones) que envió a astronautas a la Luna en la década de 1970.

La primera prueba podría ser a inicios de 2019 y las pruebas orbitales en 2020. SpaceX estima que los primeros equipos llegarían a Marte en 2022.

¿Viajar de Nueva York a Shanghai en solo 39 minutos? Esa es la visión de Musk de los viajes en cohete en la Tierra.

El multimillonario aspira a que el BFR sea un vehículo de transporte aéreo en el planeta, para llegar de un lugar a otro en máximo una hora.

El costo por asiento sería el mismo que el de una tarifa económica en avión.

Aunque ese momento parece ahora lejano, SpaceX entró en la historia en 2010 al convertirse en la primera empresa privada en poner su propia nave espacial en órbita y lograr recuperarla.

En 2012, SpaceX volvió a romper las barreras al enviar su nave de carga Dragon a la Estación Espacial Internacional (ISS).

Ese mismo año comenzó a hacer misiones regulares para enviar suministros a astronautas que viven allí, como parte de un contrato por $1.600 millones con la Nasa.

Su rival Orbital ATK también envía su nave de carga no tripulada Cygnus a la ISS como parte de un contrato de $1.900 millones con la Nasa. Pero a diferencia del Dragon, que vuelve a la Tierra intacto, el Cygnus se destruye al reingresar en la atmósfera.

Actualmente SpaceX desarrolla una versión del Dragon capaz de transportar a varios astronautas a la vez hacia el ISS. El primer vuelo podría ser a finales de 2018.