Columna Scientia: El objetivo del Instituto de Biodiversidad no es financiero

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¿Es dable pensar que una entidad cuyos objetivos son de carácter científico, educativo y cultural deba tener un plan de negocios para ser una empresa económicamente rentable, autosostenible?

Traigo el tema a colación pues siento que se ha puesto un énfasis financiero incorrecto en la noticia de por qué el que el INBio (Instituto Nacional de Biodiversidad), está donando al Estado costarricense sus valiosas colecciones de referencia de la diversidad biológica del país y que, además, entidades estatales están adquiriendo algunas de sus propiedades. Parece que se asume la premisa de que su “plan de negocios” fracasó y de ahí se deriva su problema financiero.

Esa visión es incorrecta, ya que su objetivo nunca fue alcanzar logros financieros. El INBio es una asociación sin fines de lucro, con la misión específica de “crear una mayor conciencia del valor del biodiversidad, para lograr su conservación y promover el desarrollo humano”.

Cuando en 1989 el Estado costarricense declinó la recomendación de una comisión científica de crear dicha entidad, la iniciativa fue asumida por una organización de la sociedad civil con apoyo político, más no el económico. Este vacío lo llenó la cooperación económica internacional, que comprendió la importancia nacional e internacional de nuestro proyecto, que hacía realidad lo propuesto por el Convenio sobre la Diversidad Biológica de las Naciones Unidas suscrito en 1992.

Los resultados obtenidos por el INBio han sido reconocidos nacional e internacionalmente. La crisis económica global y el nivel de desarrollo económico del país llevaron a un fin la cooperación económica internacional que entidades como el INBio recibían. La buena noticia es que el Gobierno y el sector científico académico estatal se convierten ahora en aliados, para continuar y ampliar la tarea que el INBio inició.

Esa es, en mi opinión, la noticia relevante.