Columna Scientia: Vídeo a placer

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Over The Top (OTT) se le llama al servicio de audio, video y contenido transmitido al dispositivo de un usuario final por medio del servicio de Internet, sin necesidad de conexión con proveedor de cable, satélite o TV.

Para la transmisión, se descansa en el proveedor del servicio Internet (ISP), quien solo tiene la responsabilidad de entregar el contenido de video de los paquetes IP que viajan por la red.

No se trata del servicio de video en demanda que se contrata con un proveedor de cable o satélite, sino de una tercera parte que, aprovechando el servicio de Internet que ya tiene el usuario, le provee directamente ( over-the- top ) de audio, video u otro contenido, como lo hacen Netflix, YouTube o Skype entre los más conocidos.

Para el consumidor ha sido una opción de disfrutar con autonomía, accediendo al servicio en los términos que quiere, cuándo quiere y dónde esté. Este consumidor está molesto con servicios de cable y TV que adolecen de mala calidad, que le venden canales que no ve, y los que ve, se los cambian sin su consentimiento.

Para las cableras y proveedores de IPTV, el OTT está siendo un servicio altamente disruptivo de su modelo de negocio, y todo apunta a que está destinado a cambiarlo.

Parece que es solo cuestión de tiempo, ya que el ancho de banda disponible es suficiente para el video, los dispositivos receptores son potentes, wifi está por todas partes, y el video se ha movido de las salas de televisores a las portátiles, tabletas y smartphones , para disfrutarlo sin importar hora o lugar.

OTT es un modelo de negocio de contratar la programación a la carta, a placer y, para Innovid el negocio de TV no es más un juego de frecuencias con programación de canales, sino de experiencias de video emocionantes, relevantes y valiosas, cuándo y dónde los consumidores quieren. De acuerdo con Price Waterhouse Consulting, los ingresos por TV OTT crecerán a $10.000 millones en el 2018.