Costa Rica avanzó en factura electrónica en 2018 lo que otros tardaron de seis a 10 años

Los comprobantes electrónicos son obligatorios en 14 países

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El avance logrado con la adopción obligatoria de la factura electrónica permitió que Costa Rica lograra en menos de 12 meses una penetración que a países como Chile y México les costó entre seis y 10 años.

“Chile tardó 10 años para llegar a una penetración del 90% de los contribuyentes y México tardó seis años, mientras Costa Rica sólo uno”, destacó Sergio Chaverri, socio fundador de GoSocket, firma especializada en soluciones de facturación electrónica.

Chaverri explicó que el país ha estado en un proceso de aprendizaje, durante el cual tanto los contribuyentes como el Ministerio de Hacienda han implementado ajustes para resolver situaciones que se presentaron sobre la marcha.

Fue el caso de la ampliación del plazo para que los contribuyentes den la aceptación a los comprobantes electrónicos que reciben de sus proveedores y para que puedan utilizarse para efectos deducibles del gasto.

Los ajustes podrían seguirse introduciendo, como la introducción de la factura de compra para respaldo de compras a proveedores que están en el régimen simplificado y que no están obligados a usar facturas electrónicas.

Asimismo, es probable que con la implementación de la versión 4.3, para la aplicación del Impuesto de Valor Agregado (IVA) y la reforma fiscal, se continúe con los ajustes de parte de Hacienda.

Chaverri también indicó que los contribuyentes deben recordar algunas pautas necesarias para no tener problemas.

Pautas de uso
Acciones con factura electrónica que contribuyentes no pueden omitir:
El documento válido para efectos contables es el archivo XML.
Debe aceptar las facturas electrónicas recibidas de proveedores.
El número de cédula jurídica debe estar correctamente registrado en el comprobante electrónico.
El tiquete electrónico no es válido para deducción de gastos o créditos fiscales.
En caso de proveedores registrados como contribuyentes del régimen simplificado, para que las compras sean deducibles se genera una factura de compra.
Fuente: GoSocket

Entre líderes

Localmente se empezó a usar la factura electrónica en 2007, pero de forma voluntaria.

Con la implementación de la obligatoriedad en el 2018, Costa Rica se ubicó entre los líderes globales en factura electrónica.

De acuerdo a un informe de la firma Billentis, en ese grupo también están México, Brasil, Argentina, Chile y los países escandinavos.

Canadá, Estados Unidos, Colombia, Perú, Bolivia, Islandia, Irlanda y a Unión Europea se encontraban en la categoría de “avanzados” en el uso de la factura electrónica, mientras que China, Rusia, India, y otros países de Asia y África estaban en la de “en desarrollo”.

Algunos países como Honduras y El Salvador apenas están planificando el uso de los comprobantes electrónicos.

Hasta 2014 el volumen mundial de facturas electrónicas se ubicaba cerca de los 40.000 millones, según la misma Billentis, que destaca reducciones entre 50% y 80% en costos por el uso de este tipo de documento digital.

Actualmente el uso de los comprobantes electrónicos de compras son obligatorios en 14 países.

Las iniciativas para impulsar la factura electrónica en la región se han enfocado en incrementar la recaudación, ubicada por debajo de la de los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

El uso de la factura electrónica le debe reportar a las empresas mejoras de costos, contabilidad, gestión de cobro, resguardo de información, acceso a financiamiento (factoreo), envío y recepción de facturas y generación de datos de operación.

Más allá de eso, para las firmas tecnológicas la factura electrónica debe servir de impulso a la transformación digital en las empresas, especialmente redefiniendo la relación con los clientes, en la optimización de operaciones y en la transformación de productos y procesos.

“Estamos en una coyuntura importante como país y en América Latina”, recordó Ineke Geesing, gerente país de Microsoft. “Lo difícil no es transformarse, sino no transformarse”.