El proceso de masificación de la factura electrónica, iniciado hace un año, demostró que en el país falta cultura tributaria y falta mayor previsión, hasta en detalles elementales, de parte de las autoridades a la hora de implementar este tipo de proyectos.
Aunque han tenido que ajustar procedimientos y sistemas, el Ministerio de Hacienda y la Dirección General de Tributación se resisten a aceptar los yerros.
“El proceso de incorporación a la obligatoriedad del uso de la factura electrónica se ha llevado a cabo de forma exitosa”, dijo Carlos Vargas, director general de Tributación. “La mayoría de los contribuyentes han venido cumpliendo con el plazo dado”.
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A la fecha, el 43% de los contribuyentes obligados, unos 219.709, están pendientes de cumplir con la emisión de comprobantes electrónicos. No todos están evadiendo la obligatoriedad, pues hay casos que no tienen actividades comerciales.
Otros tienen situaciones especiales por dificultades para concluir los desarrollos informáticos y a los que se les otorgaron prórrogas después de haberlo probado.
Algunas situaciones dependen más del comportamiento de los contribuyentes, de los negocios y de los proveedores de sistemas de facturación.
Por ejemplo, hay empresas que pensaron resolver su situación con el sistema gratuito de Hacienda, el cual es limitado, para evitar hacer la inversión o el pago de un servicio.
También comercios donde entregan facturas o tiquetes electrónicos de forma selectiva y proveedores cuyos servicios no se integran a los sistemas contables o gerenciales tipo ERP.
El reto vendrá cuando se implemente el impuesto al valor agregado (IVA) en julio próximo.
Para Bryan Mora, gerente de impuestos y legal de Deloitte, es imperativo hacer los ajustes con anticipación.
“Hay que prepararse para el IVA”, coincidió Alejandro Montalvo, presidente de la firma GTI.
No es fácil ni sencillo.
“Vamos a tener gente que apenas ha aprendido a generar facturas electrónicas y debe ahora aprender a hacerlo con el IVA”, advirtió Dunia Zamora, fiscal del Colegio de Contadores Privados de Costa Rica.
Ajuste y problemas
Al cumplir el año de la masificación de la factura electrónica, Hacienda ha tenido que realizar algunos ajustes en procedimiento y a nivel informático.
Uno de ellos fue en el plazo para aceptar o rechazar una factura electrónica, pues ahora se puede hacer hasta el día ocho del mes siguiente. Antes únicamente se tenían ocho días.
Hacienda también incrementó la capacidad de almacenamiento en base de datos y procesamiento de información del sistema de facturación que ofrece gratuitamente, aseguró Manuel Ramos, director de tecnologías de información y comunicación del Ministerio.
En el caso del sistema de validación de comprobantes electrónicos, que fue el que desarrolló la Empresa de Servicios Públicos de Heredia (ESPH), el Ministerio sostiene que se encuentra funcionando de forma correcta.
Algunas empresas del sector detallista, sin embargo, han tenido problemas en los tiempos de respuesta de la validación con envíos masivos documentos electrónicos (más de 1.000).
Las empresas proveedoras de servicios de facturación reportaron a EF problemas en las últimas dos semanas con la validación de comprobantes (lentitud y cola de facturas pendientes de validar).
La lentitud o falta de validación de los comprobantes electrónicos provoca inconvenientes a los contribuyentes en sus negocios. Las firmas se desesperan también, pues no reciben respuestas de Hacienda.
Vargas respondió que se requiere información técnica de los casos para analizar la situación y ver el origen de los inconvenientes.
El funcionario señaló que desde el 2016 –cuando empezó a implementarse el sistema de validación y las pruebas con los grandes contribuyentes– se indicó la dirección de correo electrónico y la información que se necesita a la hora de reportar los errores tanto en la plataforma de validación como de programación.
Sin sello de garantía
En cuanto a los problemas que han presentado algunos servicios privados de facturación, la posición del Ministerio sigue siendo la de no validar sistemas.
Para Hacienda, el único requisito de los sistemas de facturación privados es que cumplan la norma y la estructura para cada comprobante electrónico.
Otra situación se presenta con los 145 contribuyentes a los que Hacienda les otorgó una prórroga.
Las empresas y otros contribuyentes creen necesario que se abra un espacio para incluir el documento que comprueba la excepción.
Tributación no lo considera necesario. Vargas dijo que en estos casos no se requiere la aceptación de los comprobantes por parte de quien goza de la prórroga.
Desde el inicio del proceso se plantearon los problemas en los tiempos de respuesta, la capacidad de atención del Ministerio y la preparación, conocimiento y dominio de los funcionarios.
Desde el 2017 se capacitó al personal de las administraciones tributarias y de toda Tributación. En el 2018, además, se formó y entrenó un grupo de 425 funcionarios encargados de las consultas sobre facturas electrónicas.
Se disponen también diversos canales de información: manuales, videos, charlas impartidas a sectores, prensa, redes, sitio web y centro de llamadas.
En los casos de los agentes y gestores de correos electrónicos se realiza capacitación y retroalimentación constante, en particular sobre los cambios, la normativa y el funcionamiento de las herramientas.
Los contribuyentes, a través de las redes sociales de Hacienda, han reiterado que no reciben atención ni respuestas oportunas. Los proveedores de sistemas coinciden con ellos.
Pero Hacienda dice que tienen que resolver desde problemas de contraseñas para ingresar al sistema de facturación hasta atender situaciones que nos les corresponde.
“Sobre las dudas que la Administración no puede resolver por medio de sus áreas de servicios, sucede que muchos casos se refieren a situaciones que se presentan por software adquirido por los contribuyentes que no cumple con todas las funcionalidades”, sostuvo Vargas.
Con todo, hay críticas ante las que las autoridades han tenido que acatar.
Actualmente Hacienda trabaja en una nueva versión de factura electrónica donde se incluirá un apartado para los cobros parafiscales: timbres de colegios profesionales en trámites y porcentaje de servicio que corresponden a meseros en restaurantes.
Hasta el momento, esos cobros se incluyen como una línea más de la factura y forma parte de los totales, cuando no son ingresos que el negocio debe redireccionar a un tercero y no ingresa en su contabilidad ni en su declaración de ingresos.
El ajuste se hará un año después de haberse identificado el problema.