“El desafío es la industria mundial”

Exportar contenidos propios sería la clave para que la animación digital costarricense siga creciendo

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La capacidad que tenga el país para insertarse en el mercado mundial definirá en gran medida el futuro del sector de animación digital costarricense, ya que las posibilidades de crecimiento interno son mínimas.

Especialmente, porque el negocio de la animación en Costa Rica se basa en brindarle servicios a la industria publicitaria, sector que, según el gerente de la empresa de animación Quinema Animation Studio, Franco Céspedes, está llegando al tope de sus capacidades.

Por eso, el mercado internacional y el desarrollo de contenidos propios se convierten en las claves para seguir creciendo.

¿Qué posibilidad tiene el sector de animación digital para crecer a corto plazo?

Todos los estudios nos hemos logrado mantener durante los últimos años, pero es un hecho que como industria necesitamos generar contenido propio para poder proyectarnos hacia afuera.

“Ingresar al mercado mundial con productos propios es lo que puede generar industria e incrementar el empleo y el crecimiento económico”.

¿A qué se refiere con contenido propio?

A hacer series animadas, películas, aplicaciones, juegos; básicamente a esas áreas.

¿Los está afectando la dependencia del mercado publicitario?

Esa era la forma de hacer negocio antes, pero un mercado publicitario tan pequeño como el de Costa Rica no da opciones para crecer, da cierta estabilidad nada más.

¿Se ha avanzado en la formación de profesionales para el sector de animación digital?

Hay varios esfuerzos. El Gobierno acaba de abrir el Centro de Tecnología y Arte (Cetav) que busca formar jóvenes de escasos recursos en el área y se dice que universidades públicas están interesadas en abrir espacios. Sin embargo, a nivel académico la única que tiene un poco más caminado es la Universidad Véritas, pero ahí el costo de estudiar animación digital es bastante alto.

¿Qué profesionales están entonces desarrollando animación en el país?

Por lo general, son ilustradores, diseñadores gráficos o especialistas en bellas artes.

¿Qué ventajas competitivas tiene el país a nivel de animación?

No nos comparamos con India o Corea porque a nivel de maquila de animación no somos competitivos, no podemos dar precios tan bajos como los de ellos.

“Nuestro valor está en la calidad del producto, en las mentes brillantes y creativas que tiene el país para esta área, pero necesitamos mejorar a nivel de formación”.

¿Se está fugando talento por la falta de opciones?

Fugas hay bastantes porque el país todavía no tiene una industria sólida de animación, apenas la estamos desarrollando, entonces muchos talentos tienen que buscar cómo salir del país.

“Los esfuerzos tienen que encaminarse a que esos talentos se puedan quedar y eso solo se logra haciendo crecer al sector”.

La Cámara de Tecnologías de Información y Comunicación (Camtic) habla de la necesidad de formar técnicos para animación digital, ¿qué se está haciendo en ese campo?

De momento, no los estamos formando y son los que más se ocupan, porque en la animación no todos tienen que hacer todo, sino que el modelo debería buscar la especialización. Hacen falta dibujantes con más escuela, gente especializada en fotografía, en iluminación, etc.

“Además, si desarrollamos programas de estudio para técnicos existiría la ventaja de que los costos de estudiar ramas relacionadas con la animación serían mucho menores, de esa forma podríamos atraer a jóvenes talentosos que no cuentan con los recursos para inscribirse en una carrera tan costosa como la de la Véritas”.

¿Cómo se enfrenta la falta de técnicos?

Pues siendo “toderos”, es decir todos hacemos todo, pero porque no nos queda de otra.

¿Qué pasa con el financiamiento? ¿Hay crédito para la animación digital?

Usted va a un banco y muchas veces le dicen “que bonito, pero no entiendo” o simplemente el banco no le da crédito a este tipo de industrias porque estamos dentro de lo intangible, porque no somos bizcochos o piñas.

“Nosotros hicimos varios intentos para obtener un préstamo no tan alto, básicamente para iniciar y, aunque pusimos terrenos a responder, los bancos nos lo negaron”.

¿Beneficia de alguna forma la inversión extranjera directa al sector?

Lo más cercano que hay en ese sentido son empresas que lo que contratan son animadores vectoriales, es decir, animadores para sitios web, pero el tipo de animación que nosotros buscamos es otra, vamos más por el área de entretenimiento, de creación de personajes, de historias.

¿Qué papel está desempeñando el consorcio Costa Rica Animation Holding (CRAH) del que usted forma parte?

La unión siempre hace la fuerza y si bien por el momento no se han dado todos los negocios que esperábamos, el CRAH sí nos ha permitido concretar muchos acercamientos, es una herramienta para impulsar el crecimiento de la industria de la animación en el país.

¿Tienen apoyo del Gobierno?

El nexo más fuerte es con la Promotora del Comercio Exterior de Costa Rica (Procomer) que nos ha llevado, dos años consecutivos, al festival de animación Siggraph, uno de los principales eventos del área, con la intención de empezar a exportar. Además, Canal 13 está interesado en hacer algunos trabajos de animación digital.

¿Tienen limitaciones tecnológicas para crecer?

Básicamente, sería la adquisición de software , porque el costo es muy alto, se podría decir que casi que desligado de nuestra realidad. En cambio, a nivel de hardware todo se ha equiparado rápidamente.

¿Cómo resumiría el mayor desafío que enfrenta la animación en le país?

El desafío es la industria mundial, colocarse en ella, dentro de cinco o diez años podríamos tener un sector realmente fuerte, pero tenemos que crear productos nuestros y mirar hacia afuera.

Claves para entrar al mercado internacional

Opciones académicas: Es necesario que el país ofrezca oportunidades para estudiar animación digital a nivel de instituciones públicas, especialmente en el área técnica.

Productos propios: Las empresas de animación digital deben desarrollar contenidos propios que puedan competir a nivel internacional y reducir la dependencia de los servicios publicitarios.

Crédito: Se necesita financiamiento para que las empresas del sector puedan invertir y crecer.

Promoción: El país debe seguir promoviendo a la animación en festivales internacionales.

Fuente Franco Céspedes.