El eterno pulso por la compra estatal

Gobierno crea otra plataforma de compras públicas en vez de unificarlas. ¿Cómo empezó la historia?

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Nueve años después de que el primer gobierno hablara de unificar las compras del Estado por medio de un solo sistema, el actual se las ingenia para justificar la aparición de una tercera plataforma.

CompraRed y Mer-link, los dos sistemas preexistentes, protagonizaron durante todos estos años un duelo a muerte con la esperanza de que el más eficiente y transparente se quedara con el reino de las compras públicas.

El jueves 15 de enero del 2015 la historia dio un vuelco rotundo. El Ministerio de Hacienda y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) descartaron elegir uno de los dos.

En cambio, mediante un decreto, sumaron al escenario a un tercer actor: el Sistema Integrado de Compras Públicas (Sicop) , que será administrado por Radiográfica Costarricense S. A. (Racsa) y que reciclará el software de Mer-link como base.

Los detalles del decreto aún se desconocen, pues falta la firma del presidente de la República, Luis Guillermo Solís. Sin embargo, el sistema deberá quedar listo a finales del 2015 y los ministerios alineados el último día del 2016.

Aunque el plan anunciado por los ministros Helio Fallas, de Hacienda, y de Gisela Kopper, del Micitt, es integrar a todos los organismos de la administración pública al nuevo sistema, solo una ley podría obligarlos.

Es un proyecto que ya presentó el diputado Ottón Solís, del Partido Acción Ciudadana (PAC). El texto ingresó a la corriente legislativa, con la esperanza, tanto del Parlamento como del empresariado, de que Mer-link fuera el elegido.

Mientras tanto, el Gobierno Central seguirá tramitando sus compras por medio de CompraRed. Otras 160 instituciones que trabajan con Mer-link podrán seguir comprando en esa plataforma hasta que no pase la ley.

El diputado recibió la noticia del nuevo sistema por la prensa. “Esto, en vez de acercarnos, nos aleja de un sistema único”.

Génesis revuelta

La idea de unificar las plataformas de compras públicas es ya una veterana de las promesas de los gobiernos costarricenses.

En el 2006, el Plan de Acción de Gobierno Digital mencionaba la importancia de un sistema único de adquisición de bienes y servicios para el Estado.

CompraRed, que opera desde el 2001, reunía a algunas instituciones pero no a todas.

En aquel momento, los proveedores todavía tenían que realizar papeleos presenciales para finiquitar los procesos de compra. Eso todavía sucede.

La recién creada Secretaría Técnica de Gobierno Digital (STGD) asumió el desarrollo de un sistema unificado a finales del 2006, desde el Instituto Costarricense de Electricidad (ICE).

Corea del Sur donó su modelo de compra pública al país y Samsung SDS se encargó de la implementación, que tardó unos dos años y le costó al país unos $8 millones, según figura en los contratos del ICE, que están disponibles en el sitio web de Gobierno Fácil.

La plataforma reclutó, en un principio, a 14 instituciones públicas de las mayores compradoras del Estado. Entre ellas el ICE, el Instituo Nacional de Seguros (INS) y el Banco Nacional.

En el 2009, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco Mundial alertaron a Costa Rica sobre la ausencia de una plataforma de compras que estuviera 100% en línea.

A partir del 2010 y con dos sistemas en operación, los gobiernos dieron el disparo de salida a una batalla que se prolonga hasta la actualidad.

El Ministerio de Hacienda defendió ante la prensa la existencia de CompraRed hasta la primera semana de enero del 2015.

Mientras tanto, las cámaras empresariales, los diputados y un puñado de estudios de especialistas, como Roberto Sasso , presidente del Club de Investigación, señalaron la superioridad técnica de Mer-link.

En el 2012, la Contraloría General de la República (CGR) unió su voz al coro de entidades que llamaban la atención sobre la necesidad de unificar los sistemas.

CompraRed era, en ese momento, el sistema que debían utilizar todas las instituciones del Gobierno Central, según consta en el informe DFOE-IFR-5-2012.

Después de años de duelo, en el 2013 la presidenta Laura Chinchilla intentó escribir el punto final y decretó el uso de Mer-link en la administración central.

Instituciones como la CGR, que estaba en proceso de pruebas con las dos plataformas, se quedaron con Mer-link ante el anuncio de la presidenta.

La situación parecía quedar resuelta, pero la estabilidad no duraría mucho tiempo.

En agosto del 2014, Helio Fallas, nuevo titular de Hacienda, encendió de nuevo el dilema: ¿Mer-link o CompraRed?

Así han pasado los últimos cinco meses. En una entrevista publicada por EF el domingo pasado, Fallas aseguró que CompraRed era el mejor sistema para unificar las compras del Estado.

Gisela Kopper, jerarca del Micitt, no habló pero sí actuó. La jerarca evitó revelar sus opiniones en varias entrevistas con este medio, pero detuvo un decreto redactado por Hacienda para elegir CompraRed como la plataforma obligatoria de Gobierno Central.

“Estamos revisando los estudios”, comentó varias veces.

Ahora que Hacienda y Micitt llegaron a un acuerdo, surge la interogante de por qué hay que crear un nuevo sistema basado en Mer-link, si ya existe la plataforma. En lugar de cambiarla, ¿por qué no la mejorarla?

Fallas aduce que con el nuevo decreto quedará fortalecido el rol de su ministerio, y eso para él es lo más importante.

Otro de los cuestionamientos tiene que ver con el traslado de la STGD a Racsa y, con ella, todos los proyectos que tienen que ver con compras públicas. Un tema que en lugar de resolverse, se complica.

Las peticiones

Los proveedores del Estado piden transparencia y trazabilidad para un nuevo sistema integrado de compras del Estado.

La transparencia: los empresarios esperan que el nuevo sistema permita observar todos los procedimientos y que sea abierto con sus datos.

Inclusión: el sector industrial demanda que todos los proveedores puedan acceder en condiciones de igualdad.

Navegador: el uso obligatorio de Internet Explorer molesta a los usuarios, quienes insisten en que debería permitirse el uso de otros sistemas.

Fuente Entrevistas a empresarios.