‘Fintech’ en Costa Rica: un sector que madura, pero aún con frentes por cubrir

BID detectó 25 emprendimientos financieros activos, distribuidos en cinco segmentos de negocio

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Pagar el pasaje en el transporte público con tarjeta, utilizar un monedero electrónico para recargar una línea telefónica o incluso efectuar todos los trámites bancarios desde el celular son servicios que, en plena era digital, no se han extendido en el país.

La buena noticia es que ya existen fintech en Costa Rica que están trabajando para cambiar estos puntos de dolor para el usuario. Sin embargo, no es un secreto que todavía queda trecho por recorrer.

El uso de las tecnologías digitales para innovar en el sector financiero pasó de ser una ventaja competitiva a una demanda de las personas.

Las fintech se apalancan en la conectividad, las tecnologías móviles, el auge del análisis de datos, la inteligencia artificial y el modelo de economía colaborativa para crear servicios que se plantan como competencia o soluciones para la banca tradicional.

“Costa Rica no es ajena a este fenómeno: su liderazgo en la región en penetración móvil, así como su posición privilegiada en los rankings de innovación global y su capacidad para formar talento, la convierten en terreno fértil para el surgimiento de soluciones fintech”, explica el estudio Fintech en Costa Rica, hacia una evolución de los servicios financieros, elaborado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y Finnovista.

Esta investigación detectó 25 fintech activas en Costa Rica al día de hoy. En 2017 la cifra era de apenas cinco.

En América Latina se estima que más del 60% de las start-ups financieras fueron creadas a partir de 2014.

El 33% de estos emprendimientos se enfoca exclusivamente en clientes no bancarizados, subservidos por la banca o de la base de la pirámide, lo que promueve la inclusión financiera, según indica el estudio mencionado. El 38%, por su parte, tiene soluciones que han sido pensadas indistintamente tanto para clientes bancarizados como para quienes no lo están.

Aunque estas start-ups abarcan nichos de negocio innovadores en el país, todavía quedan frentes descubiertos con gran potencial para crear disrupción.

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Frentes de acción

Costa Rica ha logrado avances significativos en materia de inclusión financiera. Se estima que aproximadamente el 68% de la población adulta del país tiene acceso a una cuenta bancaria. La cifra supera al 54% registrado en la región.

Esto, sumado a las altas tasas de adopción tecnológica, hace que los especialistas vean al país como un terreno fértil para las nuevas empresas financieras de base tecnológica.

Como puntos de mejora, el mercado emergente necesita diversificación y financiamiento en etapas tempranas.

Según los Fintech Radars elaborados por Finnovista, el ecosistema en Costa Rica todavía está muy concentrado en algunas áreas de negocio. Las 25 firmas identificadas se distribuyen en tan solo cinco de los 10 segmentos fintech que existen.

Empresas de tecnologías para instituciones financieras (ETIF), soluciones de pagos, plataformas de financiación alternativa, gestión de finanzas empresariales y puntaje alternativo (scoring) son los frentes que tienen participación de emprendedores locales.

Mientras tanto, en los segmentos de gestión patrimonial, finanzas personales, seguros, trading y mercados de capitales, no se ha identificado ninguna fintech nacional con operaciones.

“Probablemente haya espacio para continuar desarrollando nuevas soluciones y productos en la gestión de finanzas empresariales como cobranza, factura electrónica, contabilidad digital, así como en las plataformas de financiación alternativa, tipo crowdfunding, peer2peer lending o factoring”, señaló Priscilla Gutiérrez, economista del BID.

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FUENTE: BID Y FINNOVISTA    || J.C. / EL FINANCIERO.

Firmas como Go Pass encontraron en el pago electrónico de transporte público una oportunidad para eliminar el efectivo y así generar mayor seguridad, eficiencia e incluso higiene. Klap, por su parte, lo hizo mediante la instalación de pequeños dispositivos que convierten el celular en un datáfono, de tal forma que les permite a los emprendedores aceptar tarjetas de sus clientes.

Impesa es una fintech que ha destacado por la implementación de inteligencia artificial, al vincular un asistente virtual, Layla, a soluciones bancarias con el fin de agilizar procesos, entre ellos bloquear una tarjeta, realizar transferencias e incluso hacer comparaciones de tasas de interés para encontrar el mejor crédito. Todo esto desde el celular y con comandos de voz.

El uso de tecnologías biométricas para validad una identidad y ofrecer créditos en cuestión de minutos es otro enfoque que trabajan firmas como Kuiki Credit y FT Technologies.

No obstante, quedan áreas de mucho crecimiento y que están teniendo éxito en otros mercados. Un ejemplo es Ripple, una fintech valorada en $5.000 millones. Su foco es el desarrollo de tecnologías blockchain con el objetivo de reemplazar Swift, la plataforma interbancaria que ha dominado el mercado de la conexión bancaria.

Mientras que Stripe, compañía valorada en $22.500 millones, le ofrece a todo tipo de empresas recibir pagos de compras provenientes de Internet. Entre sus clientes se encuentran gigantes como Amazon, Google y Uber.

En gestión de finanzas personales existen opciones como Mint o Wallet, apps que permiten enlazar sus plataformas a las cuentas bancarias con el fin de crear presupuestos inteligentes y actualizados en tiempo real.

El Banco Central, al respecto de este tipo de soluciones, señala “que son un tema más de la relación con los bancos comerciales”, es decir innovación entre fintech y las entidades tradicionales.

Para que una fintech pueda aumentar sus posibilidades de éxito y entrar en nuevos negocios, la clave está en que los emprendedores tengan claro que “Costa Rica es un mercado pequeño, por lo que deben diseñar soluciones escalables a otros países”, recomendó el BID.

En esa misma dirección, David Vélez, fundador de Nubank –la fintech más importante de la región–, señaló que un desafío es que el mercado nacional no es tan grande como para que un emprendimiento financiero tenga suficiente escala independiente. A pesar de eso, “definitivamente, el futuro de la banca en Costa Rica, Centroamérica, Latinoamérica y el mundo es de empresas de tecnología”.

Fortalezas y debilidades

En comparación con otros países de América Latina, el ecosistema está aún en una etapa inicial de desarrollo. Un punto positivo es el crecimiento del sector en los últimos años, a pesar de que en el país no hayan existido programas específicos para promover el emprendimiento financiero.

“Los datos que tenemos disponibles apuntan a una tasa de crecimiento de 400% y a una tasa de supervivencia del 100% de las fintech en los últimos dos años”, añadió Gutiérrez.

El país necesita de más financiamiento en las etapas tempranas, ya que, a diferencia de lo que ocurre en el resto de América Latina, son los inversionistas ángeles quienes han apoyado a las fintech.

En Costa Rica este financiamiento recae, sobre todo, en las redes de amigos y familiares, e incluso de la banca tradicional.

La madurez llega paulatinamente en este sector. El 38% afirma estar en etapa de crecimiento y expansión, mientras que el 24% dice estar preparado para escalar.