Formato digital suena más fuerte

Los crecientes ingresos por la venta de música digital aún no compensan la caída del CD

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La descarga legal, los servicios de streaming y las aplicaciones para escuchar música en dispositivos móviles están dejando cada vez más ingresos a la industria musical.

Un reporte de la Federación Internacional de la Industria Fonográfica (IFPI) reveló que los ingresos por las ventas mundiales de música digital sumaron $5.200 millones en 2011, luego de un incremento interanual de 8%.

“Los canales digitales representan cerca del 32% de los ingresos mundiales de los sellos discográficos, lo que significa un alza del 29% con respecto al 2010”, indica el Digital Music Report 2012.

Para este año, la por $8.600 millones.

De las posibilidades para escuchar música en ese formato, el medio que dejará más ingresos serán los servicios de streaming , que permiten reproducir la música en línea desde diversos sitios y aplicaciones, como Spotify o Pandora.

De hecho, de acuerdo con Strategy Analytics, este año los ingresos de estos servicios crecerán casi cinco veces más que los de descargas legales, hasta sumar $1.100 millones y se convertirán en el motor de la industria digital a corto plazo.

“Lamentablemente, el incremento en las ventas digitales no ha compensado aún la caída en la comercialización de la música en formato físico”, dijo a EF Alex Jacob, vocero de la IFPI.

Según sus cifras, en los últimos 12 años, las ventas en formato físico cayeron un 64%, de $28.600 millones a $10.200 millones en el 2011.

Si bien muchos apuntan a la creciente adopción del formato digital como la causa de ello, diversos estudios la consideran solo uno de los factores, junto con la pérdida de la calidad musical de los artistas y la llegada de otros medios de entretenimiento, como los videojuegos, que también compiten por el dinero dedicado a las actividades de ocio.

Pero el que pareciera ser el principal causante de la baja en las ventas de música en formato físico y de que los ingresos de la comercialización digital no sean aún mayores es la disponibilidad de música gratuita en línea.

“Los consumidores están dispuestos a pagar... siempre que no lo puedan conseguir gratuitamente”, ha dicho Jean Littolff, director de Nielsen Music International, al referirse al 24% de las personas entre 20 y 24 años, quienes son las que se muestran más dispuestas a pagar por la música en formato digital.

Sacar provecho

Un estudio realizado por Nielsen mostró que cerca de la cuarta parte de los consumidores pagarían por escuchar música online si hacerlo les permitiera oír canciones aún no disponibles o si les garantizara acceso prioritario al comprar tiquetes para conciertos o valores agregados similares.

El resto prefiere no pagar por el servicio, a cambio de escuchar publicidad cada cierto tiempo o de brindar información personal al proveedor.

En cualquiera de los casos, se generan ingresos.

Así, el reto para los mercadólogos es comprender, dentro del abanico de posibilidades para acceder a música digital, dónde está la demanda de los usuarios y descubrir los patrones de consumo para sacar provecho de esos comportamientos.

¿Adiós al CD?

Hernán Azofeifa, gerente general de Central de Radios, es contundente en su respuesta. “El formato físico irá desapareciendo y solo lo encontraremos en presentaciones para colecciones y de carácter nostálgico”.

El grupo lanzó en diciembre su tienda de contenidos digitales Titi Online y “desde entonces la cantidad de visitas, de usuarios y de ventas ha ido en aumento”, aseguró, sin detallar cifras.

Jacob, de IFPI, no ve un panorama tan tajante. “Es poco probable que el CD vaya a desaparecer. Lo que sí podría suceder, si la tendencia actual se mantiene, es que se convierta en un mercado de nicho, para consumidores coleccionistas, como ha sucedido con los discos de vinil”.

Si bien en algunos países, como Estados Unidos, el formato digital es el mayoritariamente adquirido (51% del mercado), en otros, como Alemania, lo es el físico (78% del mercado).

Además, mientras se mantenga la brecha en cuanto a acceso a dispositivos electrónicos y a velocidades de Internet, seguirá existiendo demanda de formatos físicos.

Por ahora, la industria deberá seguir supliendo ambos mercados y sus respectivas cadenas de distribución. Y esto no es necesariamente una mala noticia para los músicos.

De hecho, según Azofeifa, de Central de Radios, el formato digital le permite a los grupos musicales romper las cadenas de monopolio por parte de los sellos discográficos. “Tienen en sus manos la producción, distribución y priorización de la música; así como su mercadeo y divulgación”, asegura.

Y los consumidores también ganan: pueden tener colecciones musicales más cuantiosas, que pueden adquirir, instantáneamente, cualquier día, a cualquier hora y desde cualquier lugar con conexión a Internet, afirma Jacob.

¿Tendrán los CDs el mismo destino que los cassettes o les espera uno similar a los discos de acetato? La misma interrogante se plantea para los libros impresos, los diarios y las fotos; y la respuesta, para Jacob, es la misma en cualquier caso: el futuro del formato físico está en manos de los consumidores.