Apps para salud brotan

El nicho está conquistando a desarrolladores y usuarios, pero puede ser riesgoso

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La salud no ha escapado al boom del mercado de las aplicaciones ( apps )y cada vez son más las creadas para el monitoreo de la salud de los pacientes y para la consulta médica de los doctores.

Incluso, en algunas universidades, como la Hispanoamericana, 1.500 estudiantes de medicina y enfermería utilizan apps como herramienta de aprendizaje.

“Muchos conceptos que antes eran abstractos y difíciles de comprender en cursos como anatomía o radiología, hoy son completamente claros a través de apps ”, asegura Jeffry Jones, gerente general de la Hispanoamericana.

Y no son solo utilizadas en las aulas. Fuera de ellas, algunas aplicaciones dirigidas a médicos les son también de utilidad para su quehacer diario.

“Sirven para hacer consultas rápidas de un tema específico, como enfermedades raras y poco frecuentes, medicamentos no disponibles en Costa Rica y que pacientes traen del extranjero, interacciones medicamentosas, fórmulas, etc.”, asegura Alberto Román, médico general del servicio de emergencias del Hospital Max Peralta.

Arma de doble filo

Pero no solo hay apps para doctores. También hay para pacientes.

Algunas lo que hacen es reemplazar el formato impreso por un registro digital y móvil, donde se anotan los datos de las mediciones que él mismo hace (presión arterial, pulso, glicemia) para compartirlas después con el médico. Otras, pretenden simplificar esas mediciones utilizando las propias funciones del teléfono, o conectándose con los aparatos médicos que las realizan.

Pero también hay otras que pretenden dar diagnósticos y recomendaciones sobre tratamientos con medicinas.

“Estas sí son un riesgo para la salud pública por la mala interpretación de los datos que puede ocurrir”, dice Román.

“Los pacientes no saben discernir qué es importante o correcto, porque no tienen el conocimiento, ni la preparación para interpretar esta información. Muchas veces se automedican, suspenden el tratamiento o dejan de ir a consulta por llegar a diagnósticos incorrectos, poniendo en peligro su salud”, explica.

Coincide con él Cristian Moraga, doctor y profesor de la UH, quien considera que las aplicaciones deberían estar mejor clasificadas y que su calidad deberían ser supervisada por la Agencia de Fármacos y Alimentos de EE. UU. (FDA, por sus siglas en inglés) o por algún organismo de salud.

¿Qué dicen los desarrolladores?

Ronald Hernández, gerente de la unidad móvil de Avantica –empresa que creó Shop Healthy– y Christian Quesada, desarrollador de la app Nutrición UCR, coinciden con los médicos. “El usuario tiene derecho de tener un respaldo experto sobre la credibilidad de las aplicaciones y fuentes que utiliza”, dice Quesada.

Por eso, en sendos desarrollos, los creadores buscaron la asesoría y el respaldo de especialistas.

Para el desarrollo de Nutrición UCR –un prototipo de un sistema experto para el diagnóstico, control y seguimiento nutricional–, se contó con la participación de una nutricionista. El expediente único por paciente que crea el sistema luego es administrado por la Oficina de Bienestar y Salud de la Universidad.

Shop Healthy , de la empresa SmartNow, era una base de datos para buscar productos por categoría (panes, pasta, frutas, vegetales, etc). De ellos, se podía ver su información general y una clasificación para conocer los mejores productos para la salud y consumos recomendados. “La calificación estaba basada en los años de experiencia de la nutricionista de SmartNow”, dijo Hernández.

“Las aplicaciones más complejas deberían regularse con lineamientos o tener una certificación para que los usuarios puedan saber que los datos (ya sean provistos o calculados) y la experiencia de uso están avalados y que su información será tratada con los más altos estándares de seguridad”, añadió.

Como ocurre con los otros nichos del mercado de aplicaciones, es probable que el de las apps para la salud siga creciendo.

Entre tanta oferta disponible, ¿cómo elegir ? De la misma forma en que lo hace al ingresar a una farmacia y ver todos los medicamentos disponibles: consulte a su médico cuál debe tomar.