ICE: bajas en telefonía fija y Cable Visión frenan ingresos de telecomunicaciones

Instituto apuesta por red móvil 4G, contratos con entes estatales y red de fibra óptica

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Los ingresos por servicios de telecomunicaciones del Instituto Costarricense de Electricidad (ICE) siguen siendo afectados por los cambios en el mercado, la parsimonia en la ampliación del servicio de fibra óptica y las malas decisiones de compra.

Aunque se espera que el próximo año se vean los efectos de varios esfuerzos actuales, no sería sino hasta dentro de tres o cuatro años cuando la expansión de la red de fibra se manifieste positivamente en el estado de resultados.

En el 2018 los ingresos totales por servicios de telecomunicaciones del Grupo ICE sumaron ¢586.783 millones, lo que implicó un leve descenso del 0,66% respecto al 2017 (las cifras se expresan en colones corrientes), de acuerdo a su propio informe financiero.

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La cifra es consolidada y considera los ingresos del ICE por telefonía fija, móvil, Internet, televisión y servicios corporativos, así como los de Radiográfica Costarricense S. A. (Racsa) y Cable Visión.

En lo inmediato, el resultado del 2018 se explica –según el mismo Instituto– por la situación de la telefonía fija y de Cable Visión.

“Se debe a la caída de los ingresos de telefonía fija por la migración de clientes a telefonía móvil y la baja de las ventas de Cable Visión”, explicó Jaime Palermo, gerente general interino y director corporativo de Telecomunicaciones del ICE.

La compra de Cable Visión ha sido cuestionada públicamente. La cablera, cuyo tamaño no era significativo cuando la compró el ICE, empezó a mostrar problemas apenas quedó bajo la responsabilidad del Instituto.

Telefonía

El fenómeno de migración de clientes de telefonía fija a móvil se viene produciendo desde hace varios años y es previsible en esta industria. La cuestión es cómo compensarlo. No necesariamente los clientes que dejaron de usar sus teléfonos fijos están como suscriptores del servicio móvil del ICE.

Todavía la Superintendencia de Telecomunicaciones (Sutel) no ha liberado las estadísticas del sector a diciembre del 2018, pero un reporte solicitado por EF en enero pasado mostró que el ICE perdió más de 97.000 clientes por portabilidad el año anterior.

De acuerdo con Palermo, a finales del año anterior hubo menos salidas de clientes de telefonía móvil y hasta se había revertido la situación con más ingresos contabilizados.

También se obtuvieron mejores ingresos por telefonía móvil, debido a la disponibilidad de efectivo de los consumidores en la época de final del año.

En los primeros dos trimestres del 2018, de enero a setiembre, los ingresos de telecomunicaciones siempre fueron menores a los reportados durante el mismo período del 2017; en el tercero hubo un incremento.

Sin embargo, al sumar los ingresos de los primeros tres trimestres del 2018 y compararlos con el mismo período del 2017, hay un leve decrecimiento del 0,13%.

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El funcionario atribuye la reversión de la salida de clientes y la recuperación de ingresos en el cuarto trimestre (cifras que aún no han sido publicadas por el Instituto) a los cambios en la oferta comercial y las mejoras en la red de telefonía móvil 4G LTE.

“Hay una mejor experiencia de los usuarios. Lo dice el informe de OpenSignal”, aseguró Palermo.

La institución invirtió $47,6 millones en la red 4G con el objetivo de ofrecer mayor ancho de banda y aumentar las velocidades de transmisión de datos, ampliar la cobertura y brindar una mejor experiencia a los clientes.

Compras públicas

En términos generales, es probable que los ingresos no cayeran más gracias a otra fuente de negocios menos tradicional del Instituto.

De acuerdo con datos de la Contraloría General de la República, el Grupo ICE pasó de obtener contratos de otras instituciones públicas por poco menos de ¢2.200 millones –en 2014, 2015 y 2016– a casi ¢119.000 millones en el 2017 y ¢13.666 millones en el 2018.

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En esa cifra se incluye Racsa. “Ha venido creciendo”, admitió Palermo.

La mayoría de estas adjudicaciones de proyectos se hicieron por contratos directos, decisión que ha sido cuestionada por las cámaras de empresas de tecnología y telecomunicaciones por considerar que se abusa de los portillos de la Ley de Contratación Administrativa.

Ambas cámaras cuestionan también que las instituciones públicas incurran en sobrecostos al no optar por los mejores precios del mercado en servicios de tecnología y telecomunicaciones.

Hay otro factor que también estaría apuntalando los ingresos de telecomunicaciones del ICE: el mismo ICE. Las compras de servicios de telecomunicaciones por la contraparte de electricidad crecieron un 9,07% en el 2018: de ¢2.283 millones a ¢2.490 millones; nada despreciable.

Despegue

El cambio en la situación de los ingresos y su posterior consolidación no están a la vuelta de la esquina ni en el futuro cercano.

Parlermo considera que, si bien en lo que llevamos del 2019 ha habido un incremento del 9%, el crecimiento de los ingresos se vería en el “mediano plazo”.

El funcionario explicó que hicieron dos ejercicios: uno en Cóbano (Puntarenas) y otro en Santa Bárbara de Heredia. En ambos sitios se instalaron soluciones de fibra óptica y empezaron a comercializarlas, lo que causó que los ingresos crecieran. En Cóbano, un 60%, por ejemplo.

“Si eso lo extrapolamos al país, se podrían incrementar los ingresos en el mediano plazo”, reiteró.

El Instituto tiene como meta brindar fibra óptica a 1 millón de las 1,5 millones viviendas que hay en el país, según datos del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos.

La meta se definió en 2014, cuando el Instituto se planteó ofrecer plataformas para la modernización del país, la aplicación de tecnologías de la cuarta revolución industrial y el impulso a la transformación digital.

Para llegar a esa cifra se podría tardar de tres a cuatro años más, admitió el funcionario. De hecho, este año esperan cerrar con 300.000 soluciones colocadas.

“El próximo año deberíamos ver alguna diferencia”, sostuvo Parlemo.