Vivimos en una sociedad cada vez más acelerada. Hoy, la velocidad de creación, difusión y acumulación de conocimientos aumenta constantemente. Es mucho mayor de lo que cualquier ser humano puede asimilar.
Los profesionales se vuelven obsoletos en corto tiempo. Como si sus títulos tuvieran fecha de expiración. Pronto dejarán de existir empleos de por vida, en el mismo lugar, haciendo lo mismo.
En el futuro próximo, los cambios parecieran ser aún más drásticos. Nuevas tecnologías como la inteligencia artificial, la robótica y la automatización, están cambiando la sociedad. Hoy, existen alternativas tecnológicas para sustituir choferes, cajeros y contadores. Pero también a médicos y abogados.
Se prevén nuevas profesiones como científicos de datos, operadores remotos, agentes de ciberseguridad, gestores de salud personalizada y mercaderes de experiencias. Sin embargo, la mayoría de ocupaciones están por inventarse.
¿Qué hacer? Hay que aprender y renovarse todos los días. Para esto el sistema educativo también tendrá que actualizarse y flexibilizarse en todos sus niveles. Será fundamental complementar la educación presencial con la virtual e incrementar las opciones de educación continua.
Más importante aún, se deberá fortalecer el desarrollo de cualidades que nos diferencien de las máquinas tales como la creatividad, curiosidad, empatía, sentido de propósito, inspiración, trabajo en equipo, compasión, comunicación asertiva, optimismo y sentido de pertenencia.
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En este panorama, es particularmente alarmante la gran cantidad de jóvenes que han truncado su educación, que están desempleados, o que se desempeñan en ocupaciones que pronto dejarán de existir.
Es urgente tomar medidas. Que el futuro no nos tome desprevenidos. Finalmente ¿Cómo se está preparando el sistema educativo? ¿Cómo se está preparando usted?