La App Store, una mina para Apple, corre riesgos en China

Los funcionarios chinos se han vuelto cada vez más susceptibles a las empresas extranjeras —en particular las de tecnología— que gozan de una participación de mercado fuerte en el país

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En China, donde los servicios en línea de Occidente como Facebook y Google han estado bloqueados desde hace tiempo, la tienda de aplicaciones de Apple es una lucrativa excepción.

Apple ofrece aplicaciones de juegos, cenas y citas en un país donde la mayor parte de la competencia es de propiedad local, y donde puede beneficiarse de las elevadas tarifas que cobra a los usuarios de iPhone.

Ahora ese negocio enfrenta un gran número de amenazas.

La más reciente llegó la semana pasada, cuando un bufete jurídico que representaba a más de dos decenas de desarrolladores de aplicaciones pidió a las autoridades chinas que investigaran si las políticas de la tienda de aplicaciones de Apple violaban las leyes locales antimonopolio y de precios.

Aunque no está claro si el Gobierno responderá, el llamado sigue la línea de otros acontecimientos que han puesto en la mira el software y el contenido que ofrece Apple en China. Entre estos se incluyen normas más estrictas de los censores del país y una discusión pública de alto perfil con un poderoso gigante del Internet chino con conexiones muy profundas: Tencent Holdings.

Los desafíos señalan las dificultades de Apple en China, el principal mercado de la empresa. Las ventas en China se han desplomado debido a que los consumidores esperan nuevos modelos de iPhone y a que sus rivales hacen dispositivos mejores y más grandes.

En respuesta, Apple cambió su estrategia para depender cada vez más de la venta de servicios en lugar de hardware , lo cual vuelve a la empresa estadounidense más vulnerable a los caprichos de los reglamentos chinos.

“Apple ha sido más exitoso en China que ninguna otra compañía de tecnología de Occidente porque su modelo de negocios, que consiste en vender dispositivos que incorporan software y hardware , no se podía copiar ni tampoco bloquear”, explicó Ben Thompson, analista que dirige la página web Stratechery.

“Los dispositivos solo se venden una vez”, añadió Thompson, “pero los servicios se ofrecen por periodos, lo cual quiere decir que pueden interrumpirse en cualquier momento o seguirse pagando”.

Este gigante tecnológico enfrenta diversos problemas con sus negocios en China. Sin embargo, ha recurrido a otras estrategias para seguir complaciendo a Pekín. La empresa invirtió $1.000 millones en la aplicación china para compartir viajes en auto Didi Chuxing y anunció planes para abrir un centro de datos en China a fin de cumplir con una nueva ley de ciberseguridad.

China y sus territorios, que incluyen Hong Kong y Taiwán, son uno de los más grandes mercados de Apple, después de Estados Unidos. Su tienda de aplicaciones en China continental ha sido esencial para su éxito. En junio, esta tienda representó casi un tercio de los ingresos de las tiendas de aplicaciones a nivel mundial, según App Annie, una firma que da seguimiento a las métricas para aplicaciones.

Aunque China es propietaria de muchas tiendas de aplicaciones que venden software para teléfonos que se ejecutan con el sistema operativo móvil de Google, Android, Apple acapara el negocio de su plataforma iOS. Al igual que en otros mercados, Apple gana dinero de los servicios que se compran a través de la plataforma, incluyendo las compras que se hacen dentro de las mismas aplicaciones.

Multa millonaria

Sin embargo, los funcionarios chinos se han vuelto cada vez más susceptibles a las empresas extranjeras —en particular en el campo de la tecnología— que gozan de una participación de mercado fuerte en el país.

Hace dos años, Qualcomm, el fabricante de chips estadounidense, aceptó pagar una multa de $975 millones por violar las leyes antimonopolio chinas, tras ser acusado de abusar de su posición dominante en el mercado.

La denuncia de los desarrolladores chinos de aplicaciones presentada la semana anterior acusó a Apple de eliminar aplicaciones de su tienda sin dar explicaciones razonables y cobrar comisiones desproporcionadas por compras realizadas desde la aplicación. The Financial Times ya había dado a conocer la denuncia.

Una declaración de Dare & Sure Law Firm, cuyas oficinas principales se encuentran en Pekín y que dijo haber presentado la denuncia a nombre de veintiocho desarrolladores de aplicaciones, mencionó que “El ‘sueño americano’ de Steve Jobs y Apple ha inspirado a la gente. Así que, ¿en qué se diferencian estos jóvenes desarrolladores chinos de software que también quieren ir tras el ‘sueño chino’ de convertirse en emprendedores y mejorar la calidad de vida de sus familias a través del trabajo honesto?”

Lin Wei, abogado de Dare & Sure, explicó que el bufete no había recibido respuesta ni de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma ni de la Administración Estatal para la Industria y el Comercio, las dos instituciones gubernamentales ante las cuales se presentó la denuncia. Ninguna de las agencias respondió el jueves a las llamadas telefónicas para pedirles su opinión.

Apple explicó en una declaración: “Continuamos expandiendo nuestro equipo de relaciones con los desarrolladores locales en China y estamos trabajando arduamente para ayudarlos a tener éxito en la App Store”. Agregó que sus lineamientos se aplicaban “de la misma manera para todos los desarrolladores en todos los países donde operamos”.

¿Qué pasará con la denuncia?

No se sabe si habrá acciones oficiales. La ley antimonopolio de China tiene menos de diez años de vigencia y los expertos todavía están a la espera de ver cómo se implementará.

Sin embargo, según Hu Gang, secretario general del centro de investigación de la Internet Society of China, una organización ubicada en Pekín que cuenta con el respaldo del gobierno chino, es probable que las autoridades den trámite a la denuncia.

“Apple se aprovechó de su postura de dominio unilateral, fijando condiciones injustas para sus competidores, y cobró una enorme comisión en el proceso”, comentó Mr. Hu. “Este tipo de operación no es sostenible según la lógica comercial común”.

“Los departamentos pertinentes sin duda aceptarán la denuncia”, añadió Hu. “Solo es cuestión de tiempo”.

La denuncia fue precedida por el reciente forcejeo entre Apple y Tencent Holdings, que arrojó luz sobre la postura de la empresa estadounidense en China.

Tencent es propietaria del servicio de mensajes WeChat, que usan cientos de millones de propietarios de teléfonos inteligentes en China para comunicarse, hacer compras y pagos, entre otros muchos servicios.

En enero, Tencent dio a los usuarios la opción de abrir “mini aplicaciones” en WeChat, que básicamente les permitían a los usuarios de iOS no usar la tienda de aplicaciones de Apple.

Posteriormente, en abril, Apple ordenó a Tencent cerrar su popular función para “dar propinas”, que permitía a los usuarios de WeChat recompensar a generadores de contenido como creadores de emojis o blogueros con pequeños regalos monetarios con ayuda del sistema de pagos en la aplicación de WeChat. Apple mencionó en una declaración en aquel momento que WeChat podía seguir permitiendo a sus usuarios dar propinas, siempre y cuando la función usara el sistema de compras de Apple.

Desde entonces, la empresa estadounidense ha tratado de enfriar las tensiones. En una conferencia que convocó la semana pasada, Tim Cook, el director ejecutivo de Apple, alabó a Tencent y dijo: “Esperamos trabajar con ellos mucho más con el fin de crear experiencias aún más grandiosas para nuestros usuarios mutuos en China”.