La televisión tradicional de aire y la contratada por servicios de cable por suscripción están enfrentando un nuevo reto: las presiones de over-the-top (OTT) TV y video, reveló el último Ericsson ConsumerLab TV & Video Consumer Trend Report 12.
“Los consumidores quieren experiencias de consumo de TV y video personalizadas de forma mucho más libre de lo que ofrece la televisión tradicional y por suscripción; quieren una oferta tan flexible como la que brinda OTT y alternativas en línea”, aseguran. Esto implica poder escoger entre una amplia selección de contenidos y modelos de pago y es importante para más de la mitad de los encuestados.
De hecho, casi el 20% de los que planean reducir o eliminar la TV tradicional que tienen contratada aseguran que es el resultado de no encontrar los paquetes que desean o de no poder personalizarlos.
Por eso, intentar extender los contratos con ofertas de canales no deseados podría ser un error que les costará clientes a los proveedores, advierten en el reporte.
Así, no sorprende que la importancia de los servicios bajo demanda esté creciendo y que cada vez sean más los que estén dispuestos a pagar por ellos. Según el estudio, seis de cada 10 encuestados aseguran que hacen streaming de películas y series de televisión o que los descargan semanalmente.
Pero aunque los servicios bajo demanda están ganando terreno, ellos “no eliminarán la necesidad de televisión tradicional: los consumidores quieren una mezcla de televisión en vivo, programada y contenido bajo demanda”, aseguran
Más dispositivos
Además de lo que desean consumir, está cambiando también desde dónde desean hacerlo. De acuerdo con el informe, aunque la pantalla de TV grande sigue siendo la más utilizada, cada vez más consumidores están empezando a complementarla con otros dispositivos y pantallas, como los smartphones y las laptops, por lo cual, también son cada vez más los consumidores que ven películas, shows y videos fuera de sus casas.
De hecho, otro de los descubrimientos del reporte es que la mayoría de los consumidores no quieren ver contenido de forma ilegal, pero que algunas veces recurren a esas vías por no tener alternativas legales que sean igual de atractivas. Además, el costo, la pobre selección de contenido y no poder acceder a contenido bajo demanda desde la principal pantalla de televisión son los principales obstáculos para poder pagar por contenido on demand. De acuerdo con el estudio, los consumidores están más dispuestos a pagar por el contenido para verlo en las pantallas más grandes.