Rastrean a deudores hasta en redes sociales y usan nuevas tecnologías para evaluarlos

Firmas de información para créditos también aseguran que ajustan y aplican nuevas normas de protección de dataos de las personas

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Las protectoras de crédito, que brindan servicios de datos a bancos y comercios sobre deudores, están recurriendo a las nuevas tecnologías de análisis e inteligencia artificial para brindar un perfil completo de los solicitantes de crédito, incluyendo información obtenida de redes sociales.

Además, aseguran que ajustan sus procesos y la disponibilidad de datos de las personas a lo que impone la Ley 8.968 de Protección de la persona frente al tratamiento de los datos personales, que rige desde setiembre del 2011. Esta legislación establece las obligaciones y derechos de las entidades que disponden de bases de datos y de los consumidores que son propietarios de su información personal.

La firma Credid empezó a operar en abril del 2017 apoyándose en nuevas tecnologías de automatización, analítica, encriptación, llaves de seguridad y otras herramientas.

"Además, hemos incorporado a los procesos lo que ordena la ley de protección de datos", afirmó Emilio Mora, gerente general de Credid.

Eso incluye que la información de los deudores esté actualizada y hasta un límite máximo de cuatro años.

Con consentimiento

El servicio permite que los bancos y comercios puedan realizar análisis de los solicitantes de préstamos o de compra de productos a crédito que incluye el histórico de deudas y las referencias.

La información se brinda a las entidades crediticias previo consentimiento del interesado a través de un dispositivo y usando una firma electrónica (no es la firma digital), en lugar de una simple hoja firmada de la que la persona no obtiene copia.

Mora indicó que, entre otros ajustes impuestos por la ley, la persona puede limitar el acceso a datos (domicilio, número telefónico) y monitorear los datos que vieron las entidades.

Regularmente, los bancos como el Nacional (BN), de Costa Rica (BCR) y Popular, así como las cadenas como Gollo y Monge, se apoyan en diversas fuentes de datos sobre los solicitantes con el fin de validar el estado de cada cliente.

Para eso se utiliza información propia, de la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) en el caso de los bancos y de las firmas o burós privados.

Así se valora la "moral de pago", el nivel de ingreso y de endeudamiento, la capacidad de pago y los juicios del cliente (que deben ser los que ha tenido en los últimos cuatro años).

"Contamos con un histórico robusto que complementa la información que se obtiene y se trabaja con un scoring propio de análisis de datos que brinda indicadores a la hora de toma de decisiones crediticias", destacó Eduardo Córdoba, gerente de mercadeo de Gollo.

También se realizan verificaciones de identidad vía huella dactilar.

"Todo ello con el consentimiento del deudor y previo a cualquier formalización contractual", dijo Franco Naranjo, presidente de grupo financiero de Grupo Monge.

Datos oportunos

La condición fundamental para los bancos y el comercio es que la información sea oportuna y veraz, así como permita conocer el comportamiento del deudor en el mercado financiero y en otros negocios comerciales.

En el caso de los servicios de datos privados, la escogencia de las plataformas se realiza basándose en el respaldo y el historial de la compañía, así como su apego a la normativa vigente y aplicable a la protección de datos. También se valora la exactitud de la información y la integración a los sistemas internos.

Con todo eso se realizan modelos en herramientas de manejo de datos para visualizar el récord crediticio y las probabilidades de pérdida para hacer las adecuadas valoraciones de la capacidad de pago de los clientes.

El pasado 28 de enero fue el Día Internacional de la Protección de Datos Peronales, precisamente, que conmemora la firma de normas globales de manejo de información de los ciudadados creadas por el Comité de Ministros del Consejo de Europa.

"El ciudadano no debe olvidar los riesgos inherentes y asociados al mal manejo de datos personales", advirtió Wendy Rivera, directora nacional de la Agrencia de Protección de Datos de los Habitantes (Prodhab).

La agencia también recalcó el papel de las empresas e instituciones responsables de bases de datos para la seguridad, integridad y confidencialidad de la información, así como para ajustarse a las normas y evitar posibles sanciones.

La información demográfica que se brinda por medio de las plataformas privadas se obtiene a través de convenios entre las compañías y las instituciones públicas, mientras que los datos de historial crediticio proviene de "fuentes privadas".

Alta tecnología

Uno de los servicios utilizados es el de Equifax, que firma brinda soluciones de prevención de riesgo crediticio y de fraude, análisis, gestión de cartera y cobranza.

También provee servicios de score de crétido, monitoreo, procesamiento masivo o individual de listas de seguridad internacionales para prevención de lavado de activos y contra financiamiento al terrorismo, flujo de aprobación de crédito, y de cumplimiento para el control de grupo de interés económico, entre otros.

A través de esta plataforma se han realizado más de 500.000 consultas para evaluar la calidad crediticia de solicitantes de crédito y, en conjunto con la fintech local Impesa, se desarrolló una solución de inteligencia artificial para que los clientes puedan hacer solicitudes de crédito a través de canales de chat de redes sociales o páginas web de las empresas.

Posteriormente el cliente pasa a la entidad para formalizar el crédito.

En este proceso se usa información psicométrica (empleados por entidades financieras reguladas), así como información de las empresas de telecomunicación (como lo son los CDR o registro de llamadas, aplicados a los cliente de la industria detallista o retail).

"El análisis tradicional de crédito se ve reforzado con nuevas vistas y criterios, haciendo más efectiva y sencilla la decisión final", dijo Rodolfo Méndez, director administrativo de Equifax Costa Rica.

En el país esta firma inició operaciones con un centro de servicios compartidos y luego incursionó en el mercado local cuando entre 2011 y 2012 adquirió dos protectoras de crédito. Actualmente cuenta con 1.250 colaboradores en Costa Rica. En el 2017 invirtió cerca de $5 millones en infraestructura.

En Estados Unidos la casa matriz se vio afectada por un problema de hackeo de información, aunque la sede en Costa Rica aclaró a Prodhab que la afectación fue a la base de datos en aquel país.

A nivel local, además de la inteligencia artificial, Equifax utiliza sistemas de visualización y análisis de datos, aprendizaje de máquina y redes neuronales (simulan funcionamiento del cerebro humano), entre otras, para integrar datos de distintas fuentes, agilizar solicitudes de crédito presentadas a través de múltiples canales (redes sociales y sitios web, entre otros) y realizar predicciones.

El ejecutivo indicó que la empresa cuenta con una oficina de atención para que los consumidores e implementa las prácticas y procesos para cumplir con la normativa de protección de datos. "Los protocolos de actuación de los servicios que brinda Equifax han sido revisados y aprobados por Prodhab", aseguró Méndez.