Reuniones, estudios y pruebas son parte de los pasos preliminares del ambicioso plan de gobierno digital

Micitt espera algunos productos concretos para mayo próximo, en el primer aniversario de la Administración Alvarado

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El cambio digital gubernamental genera escepticismo en unos y entusiasmo en otros, pero todos esperan los resultados.

Para avanzar en la estrategia de transformación digital, que el Gobierno y el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones (Micitt) presentaron en octubre, habrá que sacar del letargo a las más de 300 instituciones y sobrepasar la actual etapa preliminar.

“Avanzamos de modo articulado, estratégicamente planificado y con el concurso de las instituciones”, dijo el ministro Luis Adrián Salazar. “El avance se ha realizado según la hoja de ruta”.

El jerarca reconoció que el camino es complejo e implica direccionar acciones. Pero se cuenta con el respaldo de Casa Presidencial y de los ministros, así como la cooperación de diversos funcionarios.

En todo caso, es un proceso lleno de pasos, reuniones, diagnósticos y evaluaciones, con productos esperados para los próximos tres meses.

Inicio

La comisión de alto nivel ya tuvo la primera reunión con los máximos jerarcas y representantes de la industria tecnológica. Esta tiene rango asesor y su objetivo es recomendar y promover acciones y políticas de uso de las tecnologías digitales. La integran los jerarcas del Micitt, Planificación, Economía y Comunicación y el viceministro de la Presidencia.

El que sí está más activo es el grupo de interoperabilidad, conformado por nueve entidades y otras invitadas, que ya tiene cinco reuniones y cumplen el típico flujo de valorar la situación, alternativas y consejos de expertos.

En este caso se está diagnosticando la situación de interoperabilidad de sistemas. En mayo se tendría la sugerencia de un modelo para que sistemas y bases de datos de las diferentes entidades del sector público puedan integrarse.

Otras instancias en operación son los grupos de trabajo de creación de un código de tecnologías digitales y, a partir de ahí, de un sello para los proyectos de las instituciones.

Para el código, el grupo de expertos está definiendo las áreas de trabajo “preliminares” para la interoperabilidad, estándares, escalabilidad y neutralidad tecnológica. Se espera un primer borrador en abril próximo.

El sello validaría los proyectos que formarían la agenda digital de las instituciones, siempre que cumplan los estándares técnicos de interoperabilidad, seguridad, experiencia de usuario, autenticación e infraestructura.

En primera instancia, se estarían validando proyectos como el expediente de la niñez y el de el Sistema Nacional de Información y Registro Único de Beneficiarios (Sinrube 2,0).

Como si no fueran suficientes instancias, el decreto también había creado una comisión de 54 instituciones, la cual empezó a funcionar desde octubre y se ha reunido un total de cuatro veces.

Esta comisión interinstitucional ha avanzado con la implementación de un plan piloto para utilizar la huella digital en el Hospital de Heredia, en un convenio del Tribunal Supremo de Elecciones y la Caja Costarricense de Seguro Social.

Agendas sectoriales

La articulación de proyectos empieza por sectores con el propósito de brindar servicios más eficientes.

En el sector social se espera que su agenda sea presentada en mayo próximo y que integre los sistemas de entidades como el Instituto Mixto de Ayuda Social, el Sinrube y el Expediente Digital Único de Salud.

Un gran paso (está en 90%) es la definición de los requerimientos para poder integrar las bases de datos y desarrollar una interfase que soporte el expediente de la niñez, el cual está a cargo del Patronato Nacional de la Infancia.

En el sector agropecuario, también se evalúan las capacidades de articulación tecnológica entre sus 11 instituciones.

La iniciativa, a cargo del Ministerio de Agricultura y Ganadería, ya cumplió la etapa de las primeras reuniones, de forma separada y una general.

El Micitt espera que en abril se tenga una propuesta consensuada “en los temas que técnicamente sean factibles” y que pasarían a conformar la estrategia digital del sector agropecuario.

En el sector turístico, el Instituto Costarricense de Turismo, con el acompañamiento del Micitt, hará algo similar con la idea de desarrollar una estrategia para promover esta industria.

El sector municipal, el más complejo, tendrá su propia agenda digital en el segundo semestre.

“Lo vamos a trabajar fuertemente”, dijo Salazar.

El Micitt y el Instituto de Fomento y Asesoría Municipal suscribieron un convenio para iniciar con un plan piloto con 20 gobiernos locales, iniciar con sus sistemas de cobro de impuestos y pasar luego a otros servicios.

Antes, en mayo próximo, se espera que el 90% de las entidades públicas cuenten con sus agendas digitales. Actualmente ya se tienen 23.

El propósito es integrar objetivos y establecer prioridades de inversión tecnológica. El Micitt está satisfecho porque el proceso se inició “de manera escalonada, ordenada y por etapas”.

Claro está, se requiere más tiempo para elaborar la agenda en el caso de entidades de mayor tamaño y complejidad.

Tres funcionarios

La masificación de la firma digital quedará para el 2020. La idea es aumentar en al menos 500.000 firmas digitales e incluirlas en las tarjetas de débito y crédito de los bancos públicos y en la licencia de conducir.

También se trabajó con el Banco Central para que se pueda utilizar en trámites y servicios; asimismo, se estudian tecnologías que permitan mayor portabilidad de la firma digital.

Uno de los proyectos estrella es la creación de un portal nacional de gobierno digital, una meta de todos los programas impulsados desde hace dos décadas.

Para avanzar con este propósito, se realizó un inventario de servicios digitales que estarían incluidos en la primera versión del portal, se definieron las especificaciones técnicas y se tiene apoyo financiero del Banco Interamericano de Desarrollo.

El proyecto estaría en mayo próximo.

De camino se creó y entregó a los ministerios un protocolo de gestión de incidentes de seguridad, se fortaleció el centro de respuesta, se conformó un grupo integrado con cinco entidades y se activó un comité técnico consultivo.

Aunque no le corresponde la implementación de todas estas tareas, la misión de convertir este ambicioso plan en realidad es claramente del Micitt y dentro de este ministerio fortalecer la oficina llamada Dirección de Gobernanza Digital.

Esta oficina también se fortaleció, pues pasó de tener uno a tres funcionarios.

Salazar aseguró que se negocia con otras instituciones la disponibilidad de plazas para aumentar su personal.