Smartphones roban usuarios

Están mermando el mercado de otros stand alone gadgets y lo seguirán haciendo

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Los smartphones les están robando clientes a otros dispositivos exclusivos, como cámaras y reproductores de música.

“Los stand alone gadgets están concebidos para ser fáciles de andar y usar en la vida diaria, pero la miniaturización de los componentes electrónicos está haciendo posible integrar un sinfín de funciones en un smartphone . Por eso, este seguirá absorbiendo todas esas facilidades”, asegura Gilles Maury, gerente senior de Deloitte a cargo de la consultoría en tecnología, medios y telecomunicaciones (TMT).

Las cifras lo respaldan.

Y para muestra, un iPod: en el último año fiscal, las ventas del reproductor de mp3 disminuyeron al cierre de todos los trimestres mientras que las del iPhone llegaron a quintuplicarlas.

Es el reflejo de lo que está pasando con esos gadgets a nivel mundial desde el 2008.

Microsoft, por ejemplo, se vio obligada a retirar su reproductor de música del mercado “porque decidimos enfocarnos en facilitarle a los usuarios disfrutar de su música a través de otros dispositivos como el celular, PC y Xbox”, explicó su gerente de relaciones públicas, Sarah DiDonato.

Actualmente, no tienen “información para compartir acerca de un posible reproductor mp3 en el corto o largo plazo”.

Para Maury, la cada vez menor diferencia de precio entre smartphones y reproductores de mp3 y la cada vez mayor penetración de estos teléfonos ya canibalizó a los homólogos del iPod.

De hecho, cada vez son menos quienes desean tener un aparato de ese tipo y aún menos los dueños de smartphones que quieren un reproductor de mp3 (solo una cuarta parte de esas personas).

“Incluso, vislumbramos un descenso dramático entre quienes ya tienen un reproductor de música y que quieran otro, una vez que el que poseen deje de funcionar”, dijo la CEO de ese sitio de mediciones, Matan Talmi.

¿Y las cámaras?

Para las cámaras, el panorama pinta similar. “Los fabricantes están tratando de competir con funciones de inteligencia capaces de convertir a cualquiera en un fotógrafo profesional”, dice Maury.

Se refiere a los estabilizadores de movimiento, la optimización de la luz o la capacidad de capturar un momento preciso, como una sonrisa.

No obstante, ve posible que futuras aplicaciones y desarrollos intrínsecos de los teléfonos serán capaces de realizar esos ajustes.

Por eso, ve que, entre las cámaras, solo las que se dirijan al mercado profesional, que aún requiere de objetivos grandes y de opciones de ajustes más detallados, no se verán amenazadas por las cámaras de los smartphones. “Pero sin duda, los volúmenes que representa no se comparan con el segmento masivo”.

También piensa que lo mismo ocurrirá con los navegadores GPS, e incluso, con la billetera.

“Solo aquellos productos que requieren un alto grado de especialización o que por razones físicas no pueden manejarse a través de un smartphone permanecerán”, sentencia.

DiDonato opina diferente y ve que, aun si los smartphones integran muchas de las funciones de otros gadgets , el mercado siempre necesitará otras opciones.

El tiempo dirá cuál de los dos tendrá razón. Por ahora, los consumidores se beneficiarán de esta contienda.