Transformers de dos ruedas

Las bicicletas plegables permiten trasladarse combinando medios de transporte

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Sea porque no tiene espacio en su casa para guardar una bicicleta, porque no tiene racks para transportarla en el techo del carro, o porque quiere viajar en dos ruedas al trabajo, pero la distancia total le parece demasiado larga para completarla a punta de pedaleo. Las bicicletas plegables pueden solventar cualquiera de esos problemas y convertirse en su nuevo medio de transporte, o parte de él.

Pero antes de aventurarse a las dos ruedas, debe tener claro con qué usará la bicicleta, pues debería basarse en ello para escoger las características del modelo.

Por ejemplo, si planea utilizarla en conjunto con un medio de transporte público, será importante que sea ligera y que se desarme fácilmente (dependiendo del modelo, la operación puede tardar desde 10 segundos hasta media hora).

En cambio, si la reservará para llevarla de paseo, puede optar por una más pesada y más robusta.

Actualmente existen modelos que van desde los 5 kilogramos hasta los que pesan más de 15. Las hay de acero, de aluminio y de fibra de vidrio poliamida. Entre más liviana, más onerosa es la bicicleta –independientemente de si es plegable o no–.

También es importante considerar el tipo de terreno por el que se transitará. Si tiene muchas cuestas, será necesario que la bicicleta tenga marchas, y si la carretera está en malas condiciones, será igualmente importante que tenga suspensión.

Sobre el terreno

Otra consideración importante es el tamaño de las ruedas. Entre más pequeñas sean, más posibilidades de tropezar con obstáculos en la vía; además, requieren más esfuerzo para largas distancias.

Lo recomendable es que midan al menos 16 pulgadas. Para tener una referencia, el estándar son las ruedas de 26 pulgadas en bicicletas de montaña y 27,56 pulgadas en las de ruta.

Otra consideración importante es el diseño. Entre más complicado sea el desarme y más piezas requiera, mayor desgaste tendrá y más propensa será a fallar.

A pesar de que pueden llegar a valer hasta $2.000 (o incluso más), “son bicicletas que no puede tener una composición fuerte y duradera, porque se desgasta con cada nuevo arme y desarme”, dice el ciclista Manuel Chinchilla (conocido como Toño Yayabo ).

Además, como son modelos que se venden fuera del país, es importante saber si los repuestos de esas piezas se pueden conseguir aquí.

Aunque es aconsejable adquirir una bicicleta de buena calidad –cosa que usualmente la garantiza una marca reconocida–, lo más importante es que sea del tamaño adecuado, para evitar lesiones. Una persona de 1,65 metros de estatura necesitará un marco pequeño, alguien de 1,75 deberá utilizar uno mediano y quien mida 1,85, uno grande. También hay marcos tamaño XS y XL.

¿Aptas para Costa Rica?

Chinchilla y otros entrevistados coinciden en que la cultura del ciclismo está empezando en Costa Rica, por lo que todavía puede ser temprano para las bicicletas plegables. “Por un lado tenemos un clima cambiante, y por otro, faltan ciclovías y una conducta vial que respete a los ciclistas”, dijo Sebastián Conejo, de Ciclo Biker.

Además, el dueño de Ciclo Tico, Alberto Miranda, considera que las distancias en Costa Rica son tan cortas, que no se justificaría una compra de este tipo.

Empero, al final, la decisión está en sus pedales.