La red social Facebook fue fundada por Mark Zuckerberg el 4 de febrero del 2004, hace 13 años, y tiene 1.860 millones de usuarios.
Muchos nos suscribimos y nos hicimos usuarios diarios de la Red a la altura del 2007 o 2008. Probablemente recordaremos lo que en ese entonces se publicaba ahí, hoy evitamos y esperamos que nadie haga.
Algunas cosas todavía se cometen, pero normalmente lo hacen despistados o que todavía no andan muy bien ubicados:
1- Situación sentimental: alguien rompía una relación eterna, formal o esporádica con su pareja y se tiraba todo el cuento en Facebook. No faltaba quien pidiera cacao directamente o dijera una indirecta a ver si recibía atención de su ex, de sus amistades o de alguien con interés en ser el reemplazo.
2- Peleas: antes del rompimiento personal con la pareja o en medio de algún disgusto con una amistad o con un familiar, era común encontrarse con discusiones públicas entre los involucrados, gente metiendo la cuchara a favor y en contra y otros atizando la hoguera.
3- Hachazos: y estaban los sabelotodos, los trolls (que critican todo un día y el otro también según la marea) y demás especímenes que pasaban haciendo sus sermones sobre lo que los demás deberían hacer. Se identificaban con un "hay gente que debería...".
4- Dar like o hacer comentarios sin darse cuenta que todo el mundo lo ve: había quienes daban me gusta o hacían comentarios a publicaciones de otras personas pensando que nadie más se daría cuenta, cuando lo cierto es que toda la actividad –los likes, las nuevas amistades, los comentarios– se reportaban a todo el mundo y que todo el mundo los podía ver y leer.
5- Declaraciones. Claro que todavía hay carajos que piensan que con un like o un comentario "ingenioso" ganaran el corazón de alguna muchacha que acaba de publicar una fotografía sugestiva. Pero antes había quienes hacían sus declaraciones amorosas públicamente en la Red. Había quienes le daban el sí o respondían favorablemente. Y no había pocos que ya tenían pareja y eran descubiertos con las manos en el teclado.
6- Publicar para que supieran que estaban ahí: eran los ansiosos que extiendieron la costumbre que ya tenían en el Messenger MSN, cuando era de Microsoft, donde cambiaba su estado (ausente, desconectado o conectado) para que todo el mundo supiera que estabas ahí. En este caso también se publicaba algo, cualquier cosa, para que los demás se dieran cuenta que podían escribirle.
7- Aceptar amistades sin límite y competir por la cantidad de felicitaciones en los cumpleaños. Ganar amistades se convirtió en una competencia abierta Todo el mundo le daba "aceptar" a todo el mundo, aunque no lo conociera. Claro que así nos "conocimos" muchos. Hoy ya revisamos con cuidado quién nos trata de contactar. Además, estaban quienes se echaban mil flores según la cantidad de felicitaciones recibidas en los cumpleaños. Y no faltaba quien le comentara su situación personal y hasta las intimidades a una de esas amistades-desconocidas casi de inmediato.
8- Registrar el estado de ánimo y sus cambios cada segundo: estaban los que pasaban publicando todos sus cambios de ánimo. Un momento les dolía algo, luego tenían calor, de seguido era frío, al ratico que querían un helado, después que un café, y así sucesivamente.
9- Revelar los secretos personales: y estaban los que no se guardaban ni sus pensamientos, tampoco sus pecados veniales ni los capitales. Ahí nos dábamos cuenta de las borracheras, de las escapadas, de los infortunios amorosos, de las situaciones con los hijos y otros familiares, de la situación financiera, de los lances o amores fortuitos,...
10- Decir que está en la playa o en Palmares después de haberse reportado enfermo al trabajo: típico, llamaban al trabajo un lunes, un jueves o un viernes para decir que no iban llegar o que no habían podido llegar porque estaban en cama, con fiebre, o que desde la madrugada estaban sentados. Colgaban el teléfono y de seguido, en automático, publicaban que estaban en la playa, en el tope de Palmares, al lado de una piscina o en un camping con descomunal balde de birras al lado.