¿Cuántos informáticos faltarán de aquí al 2024 en el mundo? Esto dice IDC y varios ejemplos para pensar

La pandemia aumentó la demanda

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Hace unos dos meses recibí un mensaje de alguien que estaba desempleado y no tenía nadie que le pudiera ayudar. Desesperación total, pues se le acababa el dinero y ya no tenía para comer ni para pagar el alquiler.

La recomendación fue que buscara apoyo en alguna organización social o institución. Ya lo había hecho y no había obtenido respuesta. Casos como el suyo no eran únicos desde el 15 de marzo anterior.

Lo otro que se me ocurrió, desde mi torre de marfil, fue recomendarle opciones que en ese momento estaban apareciendo: recoger café (ya había presentado su solicitud y estaba a la espera de respuesta) o trabajar haciendo entregas de servicios delivery.

El problema, me respondió en el mensaje, es que era poco ducho para la tecnología.

En ese momento pensé lo mismo que Ustedes ahorita. No todos son ejemplos con esas dificultades.

Inicio este lunes 19 de octubre revisando mi bandeja de correos y me encuentro con uno de un padre de familia. Me dice que sus hijas están estudiando con mucho esfuerzo y me pregunta sobre empresas que den trabajo a estudiantes de informática con poco o ninguna experiencia en este momento. “Como padre, agradezco infinitamente su atención”, se despide. Le respondí de inmediato.

Le doy una lista de empresas locales y transnacionales ubicadas en Costa Rica. Repaso las recomendaciones de las especialistas de Deloitte, Doris Peters, Elempleo.com, Manpower y PwC en varias notas publicadas sobre búsqueda de empleo y reconversión profesional. El final está por escribirse, pero ya van bien encaminadas las muchachas con sus estudios. Igual que este otro caso.

En la tarde encontré una publicación que me llamó la atención en LinkedIn. Vean lo que esta muchacha cuenta: “Empecé de cero, a los 41 años, a estudiar mi pasión, Lic. en Sistemas. No me acordaba nada de matemática. Fue un gran esfuerzo. ¿Acaso, por tu pasión, no te juegas todo? Hoy, a los 47 años, me quedan pocas materias para recibirme de analista programadora universitaria. Me estoy especializando en ciberseguridad”.

El mensaje termina con algunas frases positivas: avanzar y no dejar que nadie te diga que no puedes.

Estamos de acuerdo, por lo que hemos visto en el mercado laboral, que quienes tienen más posibilidades en este momento son aquellas personas con competencias digitales e idiomas.

Ya en abril del año anterior se había publicado una noticia que indicaba que el “desempleo atormenta a menores de 24 años sin estudios universitarios”. Con la pandemia la situación empeoró. Nada es perfecto: sabemos también que el mercado laboral no es fácil para quienes, aún con preparación, no tienen experiencia o tienen experiencia de más. Pero, tener preparación ya es un avance. Veamos.

Hace unos días encontré un reporte que muestra algunas tendencias del mercado para los próximos años y ubica muy buenas posibilidades para las personas que se orientaron a la informática. Les resumo a continuación el informe.

La firma IDC que realiza estudios de mercado tecnológico proyecta que la demanda de profesionales en tecnologías de información (TI) superará los 10,5 millones de vacantes en el mundo para el 2024, principalmente en las áreas de ciberseguridad, gestión de datos y TI, aplicaciones e infraestructura. ¿Por qué?

El reporte está fresquito y fue presentado el 7 de octubre pasado por Edgar Fierro, vicepresidente y director general de IDC México, durante el evento The Future of Work.

Según Prieto antes de la pandemia ya había un gap o brecha en la demanda de talento de TI. Pero, como todo este año, la pandemia es un parteaguas: hay un antes y un después.

Sucede que en ciberseguridad la demanda de especialistas aumentará 10%, debido a que la digitalización –acelerada por el confinamiento en todas las industrias– exige que las empresas garanticen las transacciones, las operaciones y la privacidad de la información.

Las empresas debieron reforzar sus sistemas de seguridad, pues con la pandemia se incrementaron los ataques. Tan solo en los últimos meses se observa un crecimiento promedio de 92% de amenazas y nuevos frentes de acción de la ciberdelincuencia. (Qué lo digan AyA y Box Correos que sufrieron ataques donde los hackers simplemente bloquearon sus sitios web.)

La pandemia también incrementó la demanda de dispositivos y servicios de videoconferencia (62%), el tráfico de las redes fijas (30%), y servicios en la nube (56%) en todo América Latina, dice IDC. Por eso corren en busca de informáticos. Sólo que no basta con las competencias técnicas. Se necesitan otras competencias, las blandas, y con esa mezcla no es fácil encontrar tanta gente.

En el mismo evento en México, Darío García Montes de Oca, CTO de Manpower Group Latam, indicó que las empresas ahora solicitan perfiles que combinen sus habilidades de TI con las llamadas habilidades blandas (liderazgo, comunicación, transparencia y trabajo en equipo). Así aumentó la escasez de talento.

Como si estuviera sintonizada, la firma McKinsey también recomendó, en un reporte aparte, que las empresas de todas las industrias, sectores y países aceleren la digitalización y que, para ello, potencien al personal con competencias digitales o contraten personal con conocimientos, habilidades, destrezas y cultura tecnológica.

Hora de sacar lecciones y revisar lo que cada uno de nosotros sabe y hace.