En la pasada final del Torneo de Verano en Costa Rica todos lo vimos: el entrenador apuntando detalles del juego con un lapicero en unos papelitos que colocaba en su pierna levantaba, mientras hacía equilibrio con el otro pie.
Fue inevitable la comparación en redes sociales cuando vimos al asistente de Luis Enrique, el entrenador del Barcelona, con una tablet iPad en la final de la Champions League. En ese momento pensé en las tabletas de madera plywood con hojas de papel prensadas donde los DT locales —o sus asistentes— hacen los apuntes, pero alguien más chispilla me envió me acordó en Twitter aquella imagen de Odir Jacques con sus papelitos.
¿Y qué se hace con la información después? No sabemos qué pasaría con los papelitos, pero sí hemos visto cada vez más el uso de la tecnología en los juegos.
En la Copa Mundial de Brasil de 2014 se utilizó el sistema Goal Control, que incluía 14 cámaras instaladas en el estadio, captura la posición tridimensional del balón con alta precisión y cuando éste rebasa la línea de gol envía —en menos de un segundo— una señal óptica al reloj del árbitro, que notifica inmediatamente a través de la usual vibración.
Y el gol de Melissa Herrera —el primero de la Selección Femenina de Costa Rica contra la de Corea del Sur el pasado sábado— fue confirmado también mediante alta tecnología, que muestra sin lugar a dudas que el balón pasó la línea y que de nada le valió a la defensora surcoreana sacarlo.
No es la única forma en que se está usando la tecnología. Ya se está dando uso a tecnologías de procesamiento de grandes volúmenes de datos, conocidas como de big data.
El equipo alemán Hoffenheim, perteneciente a la Bundesliga, utiliza un sistema denominado Hanna y fabricado por la reconocida firma alemana SAP, para recabar los datos que genera cada jugador en los entrenamientos de sus divisiones menores.
Se miden parámetros de desempeño atlético como aceleración, velocidad, saltos, posiciones, movimientos y tenencia del balón; incluso se registran hasta factores psicológicos.
El sistema permite ver el rendimiento de los jugadores y para evaluar situaciones claves en cada partido, con el fin de mejorar el desempeño individual y del equipo. Además, facilita recibir y registrar lo que dicen los fanáticos en tiempo real durante un partido.
Al entrenador los datos le llegan en forma gráfica, de un modo de muy fácil visualización (vea las fotos que acompañan este post). Así puede obtener conclusiones para realizar mejoras sobre la marcha, en medio de un entrenamiento o de un partido.
Este sistema lo utilizó la Selección de Alemania en el pasado Campeonato Mundial de Futbol realizado en Brasil y en el que los teutones ganaron la final.
Según SAP un grupo de 10 jugadores, practicando con tres balones, producen más de 7 millones de puntos de datos.
Este tipo de sistemas se usan también en la NBA —para brindar a los aficionados el acceso interactivo a estadísticas oficiales— y en la Fórmula 1 es aprovechada por la escudería McLaren, que procesa y analiza terabytes de datos y obtiene resultados en milisegundos.
En el caso de McLaren hay 60 personas del equipo en la pista utilizando 117 dispositivos; esa información, y la que proviene de sensores en el automóvil, se procesa y se analiza para predecir situaciones.
En la Copa América, que se realiza en Chile desde el jueves pasado, y en el Mundial Femenino en Canadá es posible que Usted note algunos usos de la tecnología, ya sea de los cuerpos técnicos de las selecciones o para determinar situaciones de juego.
Por supuesto, el éxito no estará asegurado por todo este tipo de aplicaciones. Pero, además de la capacidad natural de cada jugador y de sus equipos, sin duda veremos cada vez más demostraciones de cómo los resultados se verán afectados favorablemente por el provecho que se le dé a la tecnología de datos con solo ayudar a mejorar el rendimiento.