¿Harto de Internet? Algunas personas se borrarían si pudieran

El agotamiento de los usuarios es más común, aunque no lo parece por la cantidad de publicaciones que vemos continuamente en las redes sociales

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Conozco personas que desactivaron sus cuentas de redes sociales o que optaron por permitir el acceso solo a allegados.

Hemos aprendido también como ponerle llave a los comentarios para que nadie salga con domingo siete, publique información comercial, de servicios para mayores de edad, intentos de fraude a incautos o termine insultando y, en el caso de las mujeres, acosándolas o agrediéndolas.

Las redes sociales y la presencia en Internet se volvieron necesarias por razones profesionales o empresariales, para contactar a una vieja amistad, saber más de alguien que se acaba de conocer o ver qué ocurrió con una amistad que no responde a mensajes.

Como todo, llega el momento en el cual se cae en extremos y el cansancio. Tras más de dos décadas de redes sociales e Internet, el agotamiento de los usuarios es más común. No lo parece por la cantidad de publicaciones que vemos continuamente en las redes sociales y los datos que veremos en la actividad de Red 506 el próximo miércoles 12 de octubre.

Ya sabemos que las personas tenemos múltiples comportamientos: el de las redes sociales (algunos practican la opinión extrema en Facebook o Twitter, algo de narcisismo en Instagram, la extroversión en Tik Tok y la cautela en LinkedIn) y otro el que manifestamos personalmente, como en el estudio de la firma de ciberseguridad NordVPN.

La compañía encuestó a 10.800 personas de Francia, Reino Unido, Canadá, Australia, Alemania, España, Países Bajos, Suecia, Polonia, Japón y Corea del Sur, todos mayores de 18 años, entre el 16 y el 24 de mayo de 2022. ¿Están felices en todos esos lados con Internet y las redes sociales? Veamos los datos:

—33% se borraría de Internet si pudiera. ¿Por qué?

—El 45% dijo que no hay ninguna razón para que su nombre esté en Internet.

—El 42% afirmó que se siente utilizado porque las empresas recopilan sus datos y los emplean en su beneficio.

—El 34% dijo que cree que alguien acabará pirateando sus dispositivos.

—El 31% no confía en Internet.

(Esos porcentajes dan más del 100%, por una sencilla razón: todos tienen más de un motivo.)

El deseo de huida es claro. La mitad declaró que lo que más le gustaría es que se borrara de Internet su información financiera personal.

Otros datos que la gente quiere que se eliminen de Internet son:

—33% Fotos y vídeos poco favorecedores.

—28% Momentos embarazosos.

—25% Antiguos perfiles de citas y medios sociales.

—15% Informe de vida laboral.

El estudio también reveló que algunos (38%) estarían a favor incluso de un enfoque más práctico, como pagar para usar Internet de forma anónima en todo momento. Pagarían hasta $100 el 27%, pero otros pagarían más: hasta $500 (7%), hasta $1.000 (3%) o más (2%).

Los temores son múltiples.

—71% de las personas son las que más temen que un hacker (o un tercero malintencionado) acceda a sus datos financieros.

—43% afirmó temer que ingresen a los textos y correos electrónicos.

—35% teme que los ciberdelincuentes obtengan la “información médica”.

—33% teme que tengan acceso a las “cuentas de redes sociales”.

—24% teme que los ciberdelincuentes o alguien malintencionado tenga acceso a su “vida sexual” (¿publican sobre su intimidad!).

¿Hay escapatoria posible?

“Aunque eliminarse de Internet suena como una buena idea para aquellos preocupados por que su información personal quede expuesta a las entidades equivocadas, hay que preguntarse si hacer borrón y cuenta nueva totalmente es posible en nuestro mundo dominado por lo digital”, dijo Daniel Markuson, experto en privacidad digital de NordVPN. Quien no está en Internet, no existe.

Otra situación pasa con las aplicaciones de salud y ejercicios, cuyos datos sirven para tomar decisiones personales y planificar rutinas, entrenamientos, diestas o recuperaciones físicas con ayuda de entrenadores, fisioterapeutas, nutricionistas o médicos, entre otros.

El problema es que no todo el mundo busca información personal por curiosidad, advierte ESET, otra firma de ciberseguridad.

Por ejemplo, hay quienes publican información personal de otras personas con el objetivo de avergonzarlas, intimidarlas o extorsionarlas. Se conoce como doxing o doxxing. Dos de cada diez personas en Reino Unido han sido víctimas de este tipo de prácticas. El problema es sentirse muy seguros.

Plataformas como Twitch, Steam, Discord y Roblox dan una falsa sensación de seguridad, ya que la mayoría de las interacciones ocurren entre los ID (nombres de usuario) y avatares de los jugadores. Sin embargo, alguien puede obtener información personal con alguna artimaña.

El doxing no se limita solo a los juegos o las redes sociales. Los recursos escolares virtuales basados en plataformas de video o redes sociales también pueden convertirse en un peligro si no se establecen las reglas de privacidad adecuadas por parte de las escuelas y de las familias.

Aunque se puede eliminar parte de la información personal, solo los mejores hábitos en línea ayudan a tener más seguridad, recalcan NordVPN y ESET. Y esos hábitos ya sabemos cuáles son. ¿O no?