Si se identifica con el bebé de la foto, no está solo.
En un estudio publicado el año pasado los investigadores reportaron que quienes duermen poco -definido como dormir menos de 6 horas por noche- serán víctimas más probables de sufrir el síndrome de fundición en el trabajo (burn out).
¿Qué nos lleva a fundirnos así?
El siguiente testimonio pudiera darnos pistas…
Por más de una década, lo último que hacía antes de acostarme era chequear mi e-mail. Pensaba que era el último chance para asegurarme que todo estaría bien en el trabajo antes de acostarme. Desafortunadamente, lo anterior provocaba quedarme acostado pensando en los intercambios por correo mientras yacía en la cama. Particularmente si había estado discutiendo un tópico importante con alguien.
Uno de los impedimentos más grandes para dormir es lo que usted haga una hora antes de acostarse. Chequear sus mensajes, estresarse por sus finanzas, pelear con su novio, esposo o madre o ver películas de miedo. Todo esto incrementa sus niveles de estrés antes de acostarse lo que incidirá en la cantidad y calidad de su sueño.
Para evadir los saboteadores del sueño, establezca un ritual de al menos una hora antes de acostarse. Cree una lista mental de la cosas que no hará antes de dormir.
Por el contrario, escuchar música, tener las luces bajas de su cuarto, un baño de agua tibia, ayudarán a relajarlo.
El Dalai Lama dice que dormir es la mejor práctica de meditación que existe.
Yo concuerdo con él y lo practico. A veces, cuando mi día termina con una situación compleja, un dilema propio o ajeno sobre el que tengo que decidir algo que no tiene fácil solución, me doy cuenta que luego de haberlo pensado y hablado, lo mejor que pudo hacer es dormirlo.
Dormir un dilema, me permite verlo al día siguiente desde una perspectiva distinta, en general, más serena y sabia.
¿Usted duerme sus dilemas?