Guapo: ese tinte no te va

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Guapo: ese tinte no te va

Hoy voy a hablar de un tema que parece superficial, pero no lo es. El aspecto del hombre ejecutivo o de negocios y la forma como enfrenta las consecuencias de envejecer: ganar unos kilos de más al enlentecerse el metabolismo, el cambio de la coloración del pelo primero hacia un gris luego hacia el blanco, la pérdida de pelo o finalmente, la aparición de las marcas del tiempo en la cara en forma de arrugas.

Si lo meditamos un poco, son elementos comunes en hombres o mujeres, pero creo que poco se le dedica a el tema desde el punto de vista masculino y mucho (demasiado) desde el punto de vista femenino.

Muchos hombres lidian con el tema en la intimidad. Se tiñen el pelo solos en su baño, siendo un tema tabú aún con los seres más cercanos; o los calvos que se hacen un moño sobre la cabeza, con pelo crecido de los lados.

A veces a los hombres, al ser tan privados con el tema de su propio envejecimiento, les puede llevar a cometer faltas graves. ¿Cuáles? Tomen nota señores: no se ve bien un hombre con el pelo muy oscuro y la barba, cejas y bigotes blancos, o un pelo oscuro o de un color evidentemente artificial, que contrasta con una cara que evidencia el paso de los años. Tampoco se ve bien quien no acepta el peso real de hace años, usando ropa que pertenecía a un peso varios kilos abajo.

Ayudarse para lucir mejor está bien en todos los seres humanos, pero cuando uno tiene ciertos años, requiere cierta dosis de aceptación y coraje para aceptarlos.

Un hombre seguro de sí, que tiene grandes retos, grandes responsabilidades, que cuenta con un perfil profesional y personal,sofisticado, requiere una apariencia adecuada.

Tratar de disimular, bajo un tinte mal aplicado o mal escogido las canas; o bajo un truco curioso, la calvicie, genera una imagen poco coherente con quien es usted.

Una vida bien vivida, a plenitud por parte de un hombre seguro, requiere una imagen acorde.

Las canas bien cuidadas y peinadas, se ven lindas. Incluso las arrugas, pueden hacerlo lucir interesante.

Me parece responsable escribir sobre el tema porque es algo que aunque es un tema difícil de abordar, requiere ventilarse para ayudar a muchos que andan un poco perdidos en su imagen.

Alguien que usa lo que no le va, pierde presencia e imagen y a veces incluso credibilidad profesional o personal. La coherencia de una buena mente, con un buen cuerpo y un buen corazón, requieren una imagen apropiada.

El problema con el tema es que el hombre no se siente cómodo de ventilarlo con nadie y más bien es tan privado que lo convierte en un problema o debilidad (imagen pobre o poco creíble) exactamente al contrario de lo que quiere lograr.

A mis lectores hombres les recomiendo que busquen ayuda profesional para manejar los temas que les preocupan respecto a su imagen y hagan uso de personas profesionales que les hablen claro. ¿Cómo escogerlos? Precisamente busquen ayuda de personas que logran un efecto positivo y constructivo en otros. Pueden preguntar a sus verdaderos amigos, de verdad amigos que parecen más versados en el tema sobre qué sugerencias tienen para usted.

Ojo, no es tema económico; conozco hombres que tienen pocos ingresos pero cuidan su imagen de forma que se presentan con una proyección visual que denota buen juicio, aceptación de sí mismos, sin hacer inversiones considerables. Y también personas con muchos recursos económicos que carecen de conciencia sobre el tema y lo manejan de una manera torpe. Gastan mucho y tienen una imagen muy pobre.

Preguntarle a la esposa, novia, compañera, no siempre da buenos resultados porque para muchas esposas decirle al esposo que deje de usar el tinte que no le va es, tal vez, algo delicado o, como lo ve con ojos de amor, no lo ven tan claro.

Se requiere distancia, buen juicio, valentía y algún conocimiento técnico (o buen ojo).

Las mujeres podemos caer en el acicalamiento excesivo o sobrepreocupación obsesiva para aparentar algo que no somos; cometemos errores graves de juicio respecto a nuestra imagen, pero a mi parecer hay más recursos para las mujeres para trabajar el tema. Existen innumerables revistas, productos y salones,en su mayoría dedicados a la industria del cuido de la imagen femenina.

¿Cuánto recurso o producto hay para el cuido de la apariencia masculina? ¿Cuánto se le permite al hombre preocuparse o discutir respecto al tema? No creo que hay equidad.

Para probarlo les menciono que acuerdo a la firma de investigación norteamericana NPD Group, las tiendas de departamentos en los Estados Unidos, vendieron $84.7 millones de dólares el año pasado de productos masculinos para el cuidado de la piel (siendo éstos predominantemente productos para afeitarse), vs. ventas de $2 billones de dólares de productos femeninos para el cuidado de la piel. Este dato se refiere a la venta de una categoría de productos en un canal, pero si buscamos más datos, la situación en las otras categorías, productos, segmentos y canales, reflejan la misma realidad.

Es como si los hombres tuvieran que lucir bien por arte de magia, sin tener que pensar, cuidarse o hacer nada. Muchos incluso sienten que pensar en lucir bien es cosa de mujeres. ¿Algo cultural?

Volviendo al tema de hoy, le pregunto, usted señor :¿cómo enfrenta el paso de los años?