¿Hubieras imaginado que se hablaría tanto de “eso”?

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No se habla porque se tiene vergüenza, se piensa que no se les creerá o que a nadie importará.

Hace varias semanas ya que estamos escuchando del escándalo de un hombre poderoso en Hollywood que abusó de su poder para obtener favores sexuales. Al día de hoy, más de 40 mujeres lo han acusado formalmente; Weinstein producía películas, fue un productor muy exitoso, reconocido y poderoso. Recientemente se supo que, Netflix que había comprado una de sus series, no la exhibirá y no creo que en el futuro cercano haya nadie que quiera asociar su nombre con el de él.

A mí el tema me tiene realmente incómoda, preocupada, y no puedo simplemente dejarlo pasar, podrían pensar que por qué me tomo tan seriamente las noticias del mundo del espectáculo.

Creo que escribir y explicar el tema, tendrá una función terapéutica para mí, pero más que eso, tiene la intención de generar una reflexión previa a un cambio que espero en mis lectores. Tengo varias semanas dando vuelta al tema con el estómago revuelto, con el corazón encogido, con miedo por días, con enojo otros.

No puedo dejarlo pasar porque tengo una hija de 17 años de edad que iniciará su vida profesional en relativamente pocos años y porque, al estar a punto de entrar ella a la edad adulta, me aterroriza pensar qué enfrentará "sola" y que su papá, yo, quienes conformamos su red de apoyo (amigos, mentores, familia, etc.) no estaremos siempre cerca para protegerla.

Tengo un hijo adolescente de 13 años que está definiendo su masculinidad y veo las presiones sociales que hay sobre él para tener cierto tipo de comportamientos masculinos que considero reprobables. En el colegio, en los medios, en la sociedad, no es fácil definir la masculinidad hoy y estoy acompañándolo para ayudarlo a encontrar su definición de hombre.

Tampoco puedo dejarlo pasar porque he escuchado historias de mujeres y porque yo como mujer he experimentado en carne propia el tema. Es demasiado importante para mí para dejarlo pasar.

La motivación principal de escribir esto, es por mis hijos, por los dos seres más importantes en mi vida. Pero también pensando en las niñas, en las mujeres jóvenes, las adolescentes, para todos mis lectores que son líderes en distintos contextos y también por mí.

Sé, porque tengo muchos años de escuchar historias de mujeres, como funciona el tema. Hay, en diferentes contextos organizacionales (esto no es solo tema de Hollywood) relaciones de poder, donde el que tiene poder (sorpresa, casi siempre es un varón), hace sentir su poder de una forma explícita a una o varias mujeres que percibe vulnerables.

Vulnerabilidad implica que usted es joven, que usted no tiene trabajo, que usted quiere o necesita algo que esa persona con poder controla (o hace creer que tiene), algo que es escaso y difícil de obtener (o la parte débil lo percibe así), puede ser más evidente si por ejemplo si usted es madre soltera, si usted tiene un padre o madre en casa que dependen económicamente de usted, si usted tiene condiciones que la hacer vulnerable en el "sistema".

Las personas que tienen poder y que lo utilizan de esta forma tan perversa (hay que aclarar que no todas las personas tienen estos comportamientos), en general no actúan solos. Tienen un sistema montado, hay otras personas en la organización que lo saben, pero se hacen de la vista gorda, lo toleran, o incluso les facilitan esta forma de operar (tienen cómplices).

En el caso de Weinstein, tenía una maquinaria montada de producción de películas que manejaba recursos de los cuales dependían muchas personas; entonces, el sistema le permitía, fomentaba y montaba su sistema para vulnerabilizar más a sus víctimas.

Algunas organizaciones tienen personajes así, son personas que generan ingresos importantes, o proyectos importantes, o algo muy relevante que les da poder. Esos personajes, se involucran inapropiadamente con mujeres más débiles, empleadas, alumnas, clientas, etc. El tema es que son mujeres que están en una posición de vulnerabilidad, o en un estado vulnerable en ese momento. Todo el mundo lo sabe, pero nadie se mete, porque la organización recibe ingresos cuantiosos (y otros beneficios) de este personaje.

Así que esto de satanizar al individuo es un fenómeno curioso, porque en realidad, el individuo no actúa solo, hay un sistema que refuerza su comportamiento.

Repito, tiene cómplices que permiten, fomentan e incluso hacen un montaje para facilitar o disimular.

¿Cuál es la responsabilidad de los cómplices? ¿Por qué colaboran? ¿Qué opciones tienen disponibles y no utilizan? Son cuestionamientos que me hago cada vez que descubro una situación así. Y, creo que a veces los cómplices tienen más poder del que imaginan para detenerlo o denunciarlo.

Ahora pensemos en la víctima, la mujer, y qué opciones tiene.

Una mujer me contaba, siendo madre soltera, a cargo de su familia, la cual dependía económicamente de ella, y amarrada a la empresa que le facilitó la visa de trabajo, cómo un empleado (20 años mayor que ella, casado, con mucho poder e influencia en la organización) de rango superior, la acosaba, por teléfono, correo, skype, etc. Luego, el hijo del acosador vino a trabajar a la misma organización, y era acosada por los dos, el papa y el hijo (también casado), se sentía desesperada, pero por suerte, no lo sobrellevó sola, decidió contármelo a mí, no como coach sino como amiga.

Yo la escuchaba, le pedía que guardara toda la evidencia. En ese momento, ella no tenía los recursos ni la energía para tomar acciones legales, sabía que estaba en desventaja, porque el sistema organizacional donde trabajaba fomentaba este comportamiento. Pero, al tener un interlocutor externo que le escuchaba, le servía, no sucumbió al acoso -sucumbir a las demandas del predador no le daría más poder, sino que se lo quitará, la hará más vulnerable-.Yo intenté darle fortaleza y soporte.

Primero, mujer, si usted vive algo así. No se aísle, busque a una persona que le escuche, le de perspectiva y acompañamiento. No siempre puede tomar acciones legales, pero, manejar la presión, el estrés y el desgaste, mantener su trabajo, sin perder la cordura, bajo amenaza no es trivial. No lo viva sola.

¿Es este su momento?

Segundo, tal vez, ése no era el momento de hablarlo fuera de un ámbito íntimo de confianza, pero luego no se quede callada, busque un momento y espacio para hablarlo. No tiene que tomar acciones legales si no quiere invertir tiempo y energía, pero, puede contribuir a prevenirlo, si lo habla, si lo cuenta, el boca a boca es muy poderoso, no lo subestime.

O, tal vez puede tomar acciones legales. Depende de la organización, depende de su fortaleza interior, depende de los recursos económicos y emocionales con los que cuenta.

Pero la persona que utiliza su poder para tratar de obtener intimidación y sumisión, así como un favor sexual, tiene que entender que lo que está hacienda está mal. Si usted me está leyendo, no se engañe, no racionalice, usted está actuando muy mal.

Si usted está actuando así y está sufriendo, busque ayuda. No coaching por favor, necesita terapia con un psicólogo con experiencia, bien entrenado.

El tema es complejo, pero creo que más y más mujeres hablando de sus experiencias crean espacios seguros para que este comportamiento se extinga, y ese es mi propósito.

¿Es este su momento para hablar?¿es este su momento para buscar ayuda?

Contar su historia puede ayudar y ayudarle....