¿mujer feliz con familia y carrera exitosa?

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¿mujer feliz con familia y carrera exitosa?

Leía esta semana que el 43% de los nuevos estudiantes de maestría en el INCAE este año son mujeres. Las mujeres estudiantes de maestría de Harvard Business School hoy son el 40%.

Sin embargo, debo decir con tristeza, que a casi 20 años de graduada del INCAE, cuando éramos 30% las mujeres que estudiábamos en esa institución, no veo que seamos 30% las mujeres al mando de las empresas en nuestra generación.

¿Qué pasó durante estos años? Me lo he preguntado una y otra vez y no creo que es un problema de INCAE. Tampoco es un problema de nuestra región. Leía que de los 190 jefes de estado en el mundo, solo 9 son mujeres. Solo el 13% de representación parlamentaria en el mundo pertenece a mujeres, de las trabajos en la cima de las empresas en los Estados Unidos, solo el 15% pertenecen a mujeres, y solo el 24% de las profesoras en las universidades en los Estados Unidos son mujeres (y en INCAE, siento decirlo, lamentablemente el porcentaje es mucho menor).

Siento una responsabilidad grande de devolver mucho de lo que se me ha dado. Escribir esto es expresión de esa responsabilidad después de todo soy parte de una minoría de mujeres en el mundo: soy profesional, tengo estudios de postgrado, hablo dos idiomas, soy instructora de INCAE, formé mi propia empresa y amo lo que hago. Combino todo lo anterior con la maternidad y luego de un largo camino que no ha sido siempre fácil, puedo decir que si, hoy soy feliz.

A las mujeres de hoy, a las que están (o estuvieron) en INCAE, a las que están estudiando en la universidad, a cualquier mujer que ha estudiado una profesión, yo le escribo hoy con tres ideas que le pueden ayudar si está interesada en ser feliz y desarrollar su carrera profesional en el largo plazo sin sacrificar ser madre o tener un compañero en términos de vida personal. Estas ideas son propias pero también producto de oír a otras mujeres en posiciones de liderazgo:

Primero, la invito a que no deje de buscar un trabajo que haga con pasión.

Sin la motivación intrínseca de un trabajo que la rete y la haga feliz, probablemente es muy difícil mantenerse trabajando y mucho más, llegar a la cima.

Es posible lograrlo; no es una búsqueda fácil pero doy testimonio de que una vez encontrado es un lujo y un camino claro a ser feliz.

Si no lo encuentra la primera vez o la segunda vez, no se rinda, no cese.

Segundo. Para las mujeres educadas la segunda decisión más importante en términos de carrera, luego de qué estudiar, es decidir si tendrán un compañero de vida y qué tipo de compañero elegirán.

Les invito a que, si sueñan con contribuir con sus talentos a que el mundo sea mejor, elijan alguien con quien puedan compartir no solo las alegrías, las fiestas y los viajes, sino también alguien que esté dispuesto a llevar la carga de la vida cotidiana de forma justa o pareja.

Las estadísticas demuestran consistentemente que en las parejas casadas con hijos donde ambos cónyuges trabajan la misma cantidad de horas, las mujeres hacen el doble de trabajo doméstico que sus esposos y el triple de labores destinadas al cuido de los niños, que los padres de los niños.

Entonces, si usted no ama su trabajo, y tiene que trabajar 3 trabajos simultáneamente, cuando las situaciones en la casa son complicadas, y es viable financieramente ¿quién deja su carrera? ¿cómo se reinserta? ¿qué tan fácil es reinsertarse? ¿cuántas mujeres no miran para atrás y se arrepienten de haber dejado un trabajo remunerado cuando más adelante necesitan sostenerse ellas mismas y a sus hijos por un cambio repentino de circunstancias?

¿Qué hacer si se da cuenta que su compañero le sabotea su desarrollo profesional? Bueno, ese será tema de otro blog.

Tercero. El tercer consejo es ser objetiva consigo misma y con sus logros, asumir el éxito como propio y no como algo que le pasó. Esto es importante para avanzar en su carrera al máximo de sus capacidades.

Las mujeres, según los estudios, se evalúan a sí mismas, más pesimistamente de forma sistemática respecto a sus notas, resultados de ventas o pruebas, antes de obtenerlos. Los hombres, por el contrario, se evalúan siempre más optimistamente.

Pregúntele a su mejor amiga luego de su promoción laboral, por qué la ganó y le dirá que tuvo suerte, que mucha gente le ayudó, que los planetas se alineron, etc.

Y en esto, casi todas fallamos; la CEO de IBM, Ginny Rometty, considerada por la revista Fortune como la mujer No. 1 en la lista de las mujeres más poderosas en el mundo, admitió que en los inicios de su carrera, cuando su jefe le ofreció un ascenso, le contestó que ella no estaba lista. Su esposo le hizo la siguiente pregunta: ¿Crees que un hombre contestaría algo así? Rometty volvió a hablar con su jefe y sobra decir que aceptó la promoción.

Quisiera cerrar el tema expresando mi deseo de que mi mayor motivación para escribir esto y compartirlo es contribuir a cambiar esta realidad.

El ascenso tiene sus tropiezos, golpes y sinsabores. Se sabe, porque hay estudios al respecto, (a mi me encantan los estudios), que hay una correlación positiva entre éxito y aceptación social en el hombre, pero una correlación negativa entre éxito y aceptación social en la mujer. ¿Le sorprende? Lea aquí al respecto .

Quisiera que mi hija de doce años, pueda ser exitosa profesionalmente, si es algo a lo que ella aspira y pueda llegar a la cima, si lo elige, en un contexto donde no le preocupe el temor de sentirse rechazada por su éxito o con la duda de si podrá tenerlo todo (familia, esposo y trabajo).

Y me gustaría que mi hijo de ocho años, pueda vivir en un contexto donde sea viable sentirse cómodo de tomar un rol más protagónico familiar si decide formar una familia y que pueda vivir la paternidad con amor y pasión, simultánemente al rol y al éxito profesional con el que decida ser feliz.

Esa es mi esperanza; mi compromiso hoy es contribuir a que ese contexto exista.