Pocos banqueros como don Gerardo

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

El Financiero en su portada de esta semana, comenta que los gerentes generales de los bancos en nuestro país permanecen poco tiempo en sus puestos.

Estar en la cima de un banco o una empresa puede ser solitario pese a la buena compensación económica, los beneficios y la atención que el puesto genera. Hoy por hoy, estar en la cima nunca ha sido tan retador.

Revisaba la literatura sobre rotación de CEO´s en el mundo y la tasa de éxito y encontré que la longevidad de el puesto de CEO ha cambiado (cada vez es menor).

En las últimas dos décadas, 30% de los CEO´s de las Fortune 500 han durado menos de 3 años. La tasa de fracaso de los ejecutivos en la cumbre es bien alta: un 75%. Los CEO´s duran en promedio 7 años en su puesto hoy, versus 10 años que era el promedio global en 1995. De acuerdo a un estudio de Harvard Business Review, 2 de cada 5 CEO´s fallan en sus primeros 18 meses en su trabajo actualmente.

De acuerdo a los estudiosos del tema, cuando un CEO falla, no se debe casi nunca a fallas en competencia, conocimiento o experiencia, más que todo lo que hace fallar a los líderes en esas posiciones tiene que ver con el manejo de su personalidad, con el estilo del liderazgo, y con las dificultades para liderar la crisis y el caos.

Los líderes exitosos, en general, tienden a mostrar altos niveles de confianza en ellos mismos. Algunos ejecutivos, cuando se sienten vulnerables, no confían en nadie y eso los ha llevado al fracaso. Los líderes tienen puntos ciegos respecto a cómo ellos se ven versus cómo los percibe la gente clave de su organización.

Al aislarse, las distorsiones se hacen potencialmente más grandes y más peligrosas. Todos tenemos puntos ciegos, es responsabilidad del líder buscar recursos para iluminarlos.

Llegar a estar al mando de una organización, es un mérito grande, pero mantenerse lo es más. En la nota del Financiero, los dos gerentes que sobresalen por su antigüedad son Gilberto Serrano Gutiérrez y Gerardo Corrales Brenes, gerentes del Lafise y del BAC San José, respectivamente. Si bien, el CEO del Grupo BAC San José es don Ernesto Castegnaro, hoy, para darle continuidad a la nota del periódico me centraré en el caso del Gerente General del Grupo Bac San José; lo selecciono porque me parece interesante el tamaño que tiene el banco que lidera en la industria bancaria costarricense, su crecimiento y su rentabilidad.

Gerardo Corrales tiene hoy, como señala la nota del financiero, 14 años de ser gerente general de BAC San José en nuestro país. Inició siendo un muchacho cartaginés estudioso con un gusto por las matemáticas, graduado de economía en la UCR y con un MBA de INCAE. Posteriormente, desarrolla una carrera bancaria exitosa y estable.

Al parecer no le gusta figurar mucho, excepto en raras ocasiones cuando su posición amerita una declaración pública en los medios. El resto del tiempo se mantiene con un perfil bastante bajo.

Gerardo Corrales estaba a cargo del Banco BAC, cuando un rumor originó una oleada de retiros masivos en el 2004, esa crisis mal manejada, hubiera podido terminar con la institución, o al menos dejarla bien golpeada. Bajo su gestión, no ocurrió ni lo uno ni lo otro.

Si bien estoy segura que su equipo y el respaldo financiero del grupo al que pertenecía el BAC en ese momento, fueron claves, Gerardo Corrales tiene un gran mérito en el manejo de la situación. En momentos difíciles e impredecibles es cuando se ve realmente de qué está hecho el líder.

La adversidad revela la genialidad la prosperidad la escondeHoracio

Inteligente y técnicamente muy preparado, el éxito de Gerardo Corrales ha tenido que ver con estos atributos en sus inicios, pero posteriormente con su control emocional, adaptabilidad, manejo de conflictos y habilidad negociadora, habilidades de los líderes exitosos que no se aprenden tradicionalmente en las aulas.

Su serenidad y visión clara continúan dando buenos resultados luego de dos adquisiciones accionarias que ha experimentado el BAC; haberse mantenido en ese puesto luego de ambas, representa un gran mérito también.

Hoy, uno de los retos más grandes de Don Gerardo, como respetuosamente se le llama en el medio bancario, es ir identificando, evaluando y desarrollando, dentro de su equipo gerencial, a quien le dará continuidad al buen trabajo realizado cuando el decida no estar.

Y eso, aún para él, no será tarea fácil…