¿Qué quieren las mujeres?

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¿Qué quieren las mujeres?

La gran pregunta que no he sido capaz de contestar, a pesar de mis 30 años de investigación sobre el alma femenina, es: ¿Qué quiere la mujer? S. Freud

Probablemente Freud no entendía a las mujeres porque las estudiaba desde el punto de vista masculino porque su mayor referente era el hombre o porque él mismo era hombre.

Por dicha, la pregunta de ¿qué motiva a las mujeres? a seguido en el tapete y se ha aprendido en la investigación que las motivaciones de las mujeres y los hombres son bien diferentes, al menos en términos de competencia y cooperación.

Leía en el NYTimes que un grupo de economistas diseñó un experimento en Pittsburgh en colaboración con la U. de Stanford, en el cual se ponía a los participantes (hombres y mujeres) a competir sumando cinco cifras de números mentalmente y se les premiaba de acuerdo a los resultados correctos obtenidos.

Posteriormente, se les ponía a trabajar en equipo para realizar la misma tarea en equipos de 4 personas con un premio de $2 al equipo ganador.

Las mujeres hicieron en promedio tanto como los hombres en términos de ganancia (había un premio de 50 centavos de dólar por cada respuesta correcta).

Sin embargo, cuando se ofrecía la opción de retirarse de la competencia a cambio de llevarse el premio ganado hasta ese momento, o seguir compitiendo a cambio de un premio mayor si se gana, la mayoría de las mujeres elegían dejar de competir, incluso cuando eran muy buenas en el ejercicio y por tanto tener muchas posibilidades de ganar.

La mayoría de los hombres decidían seguir competiendo, aún en aquéllos casos a los que les había ido peor. Pareciera, decían los psicólogos, que lo observado en este experimento se debe a una gran confianza en sí mismos de los individuos masculinos, aún aquéllos que lo hacían mal. En promedio los hombres se calificaban a sí mismos, verbalmente mejor que las mujeres, independientemente del caso y sus resultados.

El profesor Niederle, de la U de Sanford, señalaba que aún en las tareas que las mujeres son superiores, tienden a alejarse de la competencia. Sin embargo, los hombres tienden a disfrutarla mucho.

Las mujeres buenas perdían mucho por no competir y los hombres malos perdían poco motivados por la competencia. El profesor intuía que el resultado del experimento es producto de la evolución.

Niederle afirma que las mujeres prefieren la cooperación a la competencia, independientemente de que tengan altas posibilidades de ganar.

¿Será que la mujer, en su mayoría, ha entendido que existen dimensiones más importantes en la vida que el dinero?

¿Será lo anterior la razón por la que la mujer, en ocasiones decide tomar caminos menos remunerativos y lineales en términos de carrera?

¿Será posible cambiar? ¿Será necesario cambiar como mujer para ascender organizacionalmente?

¿Qué será?

La semana entrante reflexionaré respecto al tema de éxito y la aceptación o rechazo social. Otro tema que, tomando en cuenta el género, uno pensaría que debiera ser lo mismo, pero no es igual...