El proceso del exdictador guineano Musa Dadis Camara y de una decena de exoficiales militares y gubernamentales comenzó el miércoles ante un tribunal de Conakry, donde deberán responder por la espantosa masacre del 28 de septiembre de 2009, que dejó centenares de víctimas.
Las víctimas esperaban el proceso desde hacía tiempo.
"Estoy en un sueño", declaró Asmau Diallo, presidenta de la Asociación de Víctimas, Padres y Amigos del 28 de septiembre de 2009, poco antes de que empezara la audiencia.
Otra mujer, que quiso mantenerse en el anonimato por el estigma social asociado a los abusos que padeció, se preparaba mentalmente para ese momento."Ni siquiera me atrevo a creer que mis violadores sigan vivos", dijo. "El hecho de que este proceso tenga lugar, me alivia", añadió.
El 28 de septiembre de 2009, los Boinas Rojas de la guardia presidencial, policías, gendarmes y milicianos reprimieron una concentración de miles de simpatizantes de la oposición guineana, reunidos en un estadio de las afueras de Conakry para intentar disuadir a Camara de presentarse a las presidenciales de enero de 2010.
Los abusos contra mujeres secuestradas y detenidos torturados se prolongaron durante días, cobrándose la vida de al menos 156 y dejando centenares de heridos, según el informe de una comisión de investigación internacional encomendada por la ONU. Al menos 109 mujeres fueron violadas, según ese reporte.
Sin embargo, las cifras reales probablemente sean mucho mayores. Los actos cometidos constituirían crímenes contra la humanidad, según la comisión.
El capitán Camara, que actualmente tiene 58 años, había llegado al poder por un golpe de Estado nueve meses antes de los hechos y fue apartado del cargo unos meses después de la masacre. Desde entonces, estaba exiliado en Burkina Faso y regresó a Conakry con motivo del juicio el sábado por la noche.
Tanto él como los otros acusados deberán responder por cargos como asesinato, violencia sexual, secuestro, incendio, saqueo y otros delitos.
La comisión imputa a Musa Dadis Camara una "responsabilidad criminal personal" en los hechos porque los oficiales y las unidades implicadas respondían a su mando. Según la comisión, hubiera o no dado la orden de perpetrar esos delitos, Camara no hizo nada para impedirlos.
Se espera que el proceso dure meses.
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