Lavrov critica declaraciones del papa Francisco sobre minorías rusas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

El ministro ruso de Relaciones Exteriores, Serguéi Lavrov, calificó este jueves de poco cristianas las declaraciones del papa Francisco sobre las "crueles" minorías étnicas rusas que participan en la intervención militar en Ucrania.

"El papa Francisco hizo hace poco declaraciones incomprensibles, para nada cristianas, designando a dos nacionalidades en Rusia, para decir que se puede esperar de su parte atrocidades en los combates militares", afirmó el canciller ruso en una conferencia de prensa.

"Esto no ayuda a la autoridad de la Santa Sede", agregó.

Desde hace tres días varios altos cargos rusos han expresado su indignación por las declaraciones hechas por el papa en una entrevista a un diario jesuita en la cual describió como crueles los comportamientos de chechenos y buriatos que combaten en el ejército ruso en Ucrania.

Chechenia es un territorio del Cáucaso de mayoría musulmana que forma parte de la Federación de Rusia, mientras que Buriatia es una región budista de Siberia.

Rusia ha sido acusada de enviar al frente de manera desproporcionada a hombres pertenecientes a minorías étnicas de Siberia y del Cáucaso, dos regiones pobres y alejadas de la capital.

Una unidad que estuvo estacionada en tiempos de paz en Buriatia está acusada de haber jugado un papel central en la masacre de civiles en Bucha, cerca de la capital ucraniana, Kiev. Rusia niega estos crímenes y afirma que hubo una "puesta en escena" de Ucrania y de sus aliados de Occidente.

En tanto, los combatientes del líder checheno, Ramzan Kadirov, tienen una reputación de ser soldados despiadados en su lucha contra una insurgencia yihadista a inicios de los años 2000, pero también en su empeño de terminar con cualquier forma de oposición.

Este contingente fue desplegado en Ucrania y participó en la toma de la ciudad portuaria de Mariúpol, que quedó en gran medida destruida.

bur/an/zm