Aviación Civil evita puntualizar por qué EE.UU. bajó la calificación de seguridad aérea a Costa Rica

Institución reconoce que en octubre del 2018 la FAA le señaló 22 “observaciones” a corregir en diferentes áreas relacionadas con licencias, operaciones y aeronavegabilidad

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Evasivos e incapaces de ofrecer razones puntuales que permitan entender por qué la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), bajó la categoría de seguridad aérea de Costa Rica, así fue como las autoridades del Gobierno respondieron las interrogantes sobre este tema, en una conferencia de prensa la tarde de este martes.

“El tema principal que salió, que está desglosado, es nosotros estar atrasados como país en implementar las enmiendas que salen del seno de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). Entonces no puedo ponerme a darles muchos detalles por este medio, de exactamente cuáles fueron los puntos. En su debido momento con mucho gusto podemos ampliar más el tema”, fue una de las respuestas que ofreció Guillermo Hoppe, director general de Aviación Civil.

La FAA degradó a Costa Rica de categoría 1 a categoría 2 porque la Dirección General de Aviación Civil (DGAC) carece de leyes o regulaciones mínimas para supervisar a las compañías aéreas y tiene deficiencias en experiencia técnica, capacitación del personal, mantenimiento de registros y procedimientos de inspección, según un comunicado de prensa de la entidad estadounidense.

Explicaciones a medias

Hoppe aceptó que necesitan más personal para dar vigilancia al sector aeronáutico local. En la actualidad cuentan con cerca de 40 empleados que trabajan como inspectores en licencias, operaciones, navegabilidad y seguridad de aviación. La solicitud de la FAA es que se aumente la cantidad de personal en por lo menos 10 plazas nuevas que ya fueron solicitadas por la DGAC.

Otro punto que finalmente pudo exponer el jerarca de Aviación Civil, es que se requieren al menos 30 controladores aéreos más, aunque no indicó cuántas personas trabajan en esas labores en la actualidad.

La principal justificación para explicar la rebaja en la nota de Costa Rica fue que el país lleva años sin aplicar disposiciones o actualizaciones de normativas conforme las exigencias de la OACI.

“Uno de los hallazgos más importantes que hizo la FAA fue que el país no había implementado oportunamente, en plazos razonables, las disposiciones emanadas de parte de la OACI a lo largo de los nueve años anteriores”, explicó Rodolfo Méndez Mata, ministro de Obras Públicas y Transportes.

Luego de varias consultas para tratar de enfocar a los voceros del Gobierno en las razones puntuales que detonaron en la baja de la calificación del país, Hoppe aceptó que en octubre del 2018 la FAA, mediante la aplicación de la auditoría, señaló 22 “observaciones” que debían mejorarse para mantener la categoría 1.

Las autoridades de Gobierno no ofrecieron un listado total ni parcial de esas observaciones o su estado de avance.

La FAA aplica una evaluación llamada International Program Aviation Safety Assessment (IASA), en español, Programa de Evaluación de Seguridad Aérea, en la que revisa tres anexos de la “Convención de Chicago” de la OACI. Se trata del anexo 1 (licenciamiento de personal), el anexo 6 (operación de aviones) y el anexo 8 (aeronavegabilidad de las aeronaves).

“Con el tema de las enmiendas específicamente, a partir de la aplicación de esas enmiendas (de la OACI) en las que Costa Rica estaba demorado y se encuentra en un proceso remedial para estar actualizado con esas diferentes enmiendas que son para todos los anexos. Entonces ese es el macro y a partir de ahí se deriva una serie de hallazgos, de esos 22 que mencioné que tienen que ver con lo mismo, es un tema de implementación”, indicó Hoppe.

El Gobierno recibirá cooperación técnica de Estados Unidos para poner en marcha un proceso de correcciones que permita recuperar la categoría 1 ante la FAA, aunque no existe un plazo definido para concluir este trámite.

Costa Rica recibió dicha categoría en 1996 y la mantuvo tras una revisión efectuada en 2006.

Accidente aéreo no afectó

El jerarca de la DGAC negó que la degradación en la nota de Costa Rica se relacione con el accidente aéreo del 31 de diciembre del 2017 en el que 12 personas (10 estadounidenses y dos tripulantes costarricenses) murieron cuando un avión de la empresa Nature Air se estrelló en Corozalito de Nandayure, Guanacaste.

“La unidad de investigación de accidentes e incidentes tiene todavía en proceso varias investigaciones que no ha terminado, de tal manera que no se puede presentar el informe final”, comentó Hoppe.

Méndez Mata defendió que la decisión de la FAA no tiene nada que ver con el accidente aéreo y la lentitud en la presentación del informe y destacó que la auditoría del organismo estadounidense se centra en regulaciones, legislación, capacitación de personal, guías, licencias y vigilancia.

La caída a categoría 2 no generará impacto directo en el turismo de Costa Rica, según el Ministro de Obras Públicas y el Director de Aviación Civil.

Los dos jerarcas le bajaron el tono a las voces críticas que auguran un posible impacto para el sector turístico nacional y sostuvieron que el único efecto negativo que tiene esta medida es la prohibición para que Volaris Costa Rica y Avianca Costa Rica abran nuevas rutas aéreas hacia los Estados Unidos.