Caso del cemento chino y déficit fiscal sellaron el último año de Luis Guillermo Solís

Gobierno afirma que el balance del 2017 es “positivo” porque permitió consolidar la reducción de la pobreza y mantener buenas condiciones económicas

Este artículo es exclusivo para suscriptores (3)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Ingrese a su cuenta para continuar disfrutando de nuestro contenido


Este artículo es exclusivo para suscriptores (2)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.


Este artículo es exclusivo para suscriptores (1)

Suscríbase para disfrutar de forma ilimitada de contenido exclusivo y confiable.

Los pasos de Luis Guillermo Solís en su último año de gobierno estuvieron marcados por el caso del cemento chino y la urgente aprobación de la reforma fiscal que todavía no se concreta en la Asamblea Legislativa.

Pero el año fue mucho más que eso. Solís anunció en agosto, falta de liquidez para pagar las obligaciones del Gobierno y mantener los servicios esenciales. A mediados de diciembre, el Ministerio de Hacienda tuvo problemas para depositar los salarios a los maestros y pensionados.

El año que recién terminó, también estuvo marcado por el paso de la tormenta Nate que dejó cuantiosos daños en viviendas, carreteras, acueductos y centros educativos, sin olvidar por supuesto, las 11 personas que perdieron la vida por el embate del fenómeno natural.

Sergio Alfaro, ministro de la Presidencia, asegura que el 2017 fue “un año exitoso” en términos generales.

“Se han logrado consolidar procesos para la reducción de la pobreza, mantener condiciones económicas saludables, romper con la parálisis en campos como la inversión y concretar proyectos que tenían años de espera”, apuntó.

Lo cierto es que el 2017 pasará a la historia como uno de los años en los que Costa Rica fue testigo de una presunta red de tráfico de influencias que se fraguó en los tres poderes del Estado para ayudar a un empresario a conseguir dinero e importar cemento chino con el fin de romper un duopolio en ese mercado.

También es cierto que el 2017 dejó un profundo cambio en posiciones clave para el buen funcionamiento de la justicia en el país. La salida de Jorge Chavarría de la Fiscalía General abrió el espacio para retomar casos olvidados, como la de Crucitas y avanzar en las investigaciones en torno al cemento chino, Juan Carlos Bolaños, Celso Gamboa, diputados, exdiputados y otras figuras políticas que con el tiempo se han visto envueltas en la trama del cemento.

Luis Guillermo Solís no estuvo al margen, el 4 de setiembre recibió a los diputados de la comisión legislativa que investigó los préstamos del Banco de Costa Rica (BCR) por el caso del cemento chino.

El presidente de la República tuvo que comparecer, respondió preguntas y pidió la cabeza de uno de sus hombres de confianza: Víctor Morales Zapata, exdiputado del Partido Acción Ciudadana (PAC), quien ahora es congresista independiente.

Ver más

El camino del cemento

Para hacer un balance del año del presidente Solís, es necesario repasar brevemente el caso del cemento chino, para entender cómo se relaciona con Casa Presidencial y con el propio mandatario.

En junio, una serie de investigaciones dadas a conocer por la prensa nacional empezaron a revelar presuntas anomalías en un crédito por $31,5 millones que el BCR le otorgó a Bolaños para que importara cemento de China.

Con el paso de los meses, el caso tomó fuerza y la investigación legislativa permitió divisar una presunta red de tráfico de influencias gestada por el empresario de Sinocem para obtener aparentes cambios en reglamentos por parte del Ministerio de Economía, Industria y Comercio (MECI) para importar cemento, y por parte del BCR, para obtener financiamiento.

Vea el primer mensaje que dio Luis Guillermo Solís sobre el caso del cemento chino el pasado 30 de junio.

La comisión legislativa logró develar –mediante el testimonio de un expiloto que trabajó para Bolaños– que Paola Mora, expresidenta del BCR; Otto Guevara, diputado del Movimiento Libertario, José María Figueres, exprecandidato presidencial del Partido Liberación Nacional (PLN) y Johnny Leiva, legislador del Partido Unidad Social Cristiana (PUSC), volaron en el helicóptero de empresario del cemento chino.

Las fibras más sensibles se revelaron cuando se supo de un viaje de 36 horas a Panamá, en el que Bolaños coincidió con el magistrado de la Sala III, Celso Gamboa, quien en su momento argumentó que andaba comprando ropa de bebé en ese país.

Tiempo después se supo que Gamboa y Bolaños coincidieron en ese viaje a Panamá en la ida y en el regreso, además los tiquetes de avión fueron comprados con la misma tarjeta.

El 4 de setiembre, Luis Guillermo Solís compareció en Casa Presidencial para aclarar las preguntas de los diputados sobre las siete reuniones que sostuvo Bolaños en Zapote, entre febrero del 2015 y julio del 2016.

Solís dijo que las gestiones del empresario del cemento en Casa Presidencial fueron “infructuosas”, tras un interrogatorio bastante débil por parte de los diputados, el mandatario salió ileso.

Dijo que solo se reunión una vez con Bolaños, en el encuentro también participó Mariano Figueres, jerarca de la Dirección de Inteligencia y Seguridad (DIS).

“En consecuencia, no es cierto, como lo han afirmado diputados de esta comisión, que Juan Carlos Bolaños ‘tuviera que acudir hasta el presidente de la República para que los reglamentos cambiaran y así poder desarrollar los negocios que él quería’. Tampoco es cierto que hubiese una secretaria con la indicación de que ‘cada vez que Juan Carlos Bolaños llame, se le dé una cita’. Desmiento tales afirmaciones por ser falsas y de muy mala fe”, señaló el mandatario en esa ocasión.

El Presidente ha mantenido su discurso sobre la imperante necesidad de que la Fiscalía General continúe con las 12 causas abiertas relacionadas con el caso del cemento chino y que se tomen todas las acciones en contra de quienes hayan actuado para favorecer presuntos actos de ilegales.

El 1.° de diciembre su viceministro de Hacienda, Fernando Rodríguez tuvo que renunciar al cargo por el caso del cemento.

El 3 de octubre, Benito Coghi, exdirector general de aduanas, señaló en la comisión legislativa que Víctor Morales Zapata y Fernando Rodríguez lo felicitaron por sus gestiones legales para facilitar el desalmacenaje de 20.000 toneladas de cemento importadas por Bolaños.

De acuerdo con Coghi, Rodríguez le indicó que su accionar “alegró al gran jefe”, en referencia a Luis Guillermo Solís.

Esta acción le valió a Rodríguez el ingreso a las investigaciones que realiza la Fiscalía -en calidad de testigo- y el allanamiento de sus oficinas en el Ministerio de Hacienda el pasado 29 de noviembre.

Más allá del cemento

Es cierto, el caso del cemento chino marcó los pasos del Gobierno este año, pero hubo otros momentos durante el 2017 que se deben reseñar en este recuento.

El Presidente insistió en pedir a los diputados que aprueben los proyectos clave de la reforma fiscal: la transformación del tributo de ventas a un impuesto al valor agregado (IVA) y la modernización de la renta.

“Las propuestas tributarias como son la reforma al impuesto de renta y pasar de un impuesto de ventas al Impuesto al Valor Agregado, así como los proyectos de regla fiscal, exenciones y buen desempeño del funcionario público, no han podido avanzar en la corriente legislativa”, señaló Alfaro.

La situación fiscal cada vez es más compleja. Los resultados de Hacienda a noviembre muestran un déficit financiero del 5% del Producto Interno Bruto (PIB), con una proyección del 6,1% de la producción nacional para el cierre del año.

El 1.° de agosto, Solís causó alarma cuando dijo en cadena nacional que el Gobierno tiene falta de liquidez para enfrentar sus gastos y mantener los servicios esenciales en operación.

La primera señal de preocupación se dio en 14 de diciembre cuando el dinero no alcanzó para pagar a maestros y pensionados, aunque el atraso se solucionó horas después.

A mediados de octubre, y luego del paso devastador de Nate, Solís finalmente se tomó el tiempo necesario para someterse a una cirugía de próstata por un agrandamiento no canceroso. Esta intervención le requirió al mandatario ausentarse por casi un mes de la silla presidencial.

Regresó el 14 de noviembre para aceptar, por primera vez que el caso del cemento chino afectó la imagen de su Gobierno.

La afirmación se sustenta con los datos de la “Encuesta de opinión sociopolítica a diciembre del 2017” elaborada por el Centro de Investigación y Estudios Políticos (CIEP) y la Escuela de Ciencias Políticas (ECP) de la Universidad de Costa Rica.

En este estudio, la calificación de Solís cayó del 6,8 obtenido en julio -cuando inició el caso del cemento- al 5,6 en diciembre.

Además, el 46,9% de las 1.578 personas consultadas consideran que la gestión del Gobierno es mala o muy mala, mientras que solo el 26,8% cree que es buena o muy buena, lo que significa un cambio en la tendencia observada entre noviembre del 2016 y octubre del 2017, periodo en el cual las opiniones favorables eran mayores que las negativas.

Solís se prepara para los últimos cinco meses de su Gobierno entre críticas por quienes lo consideran pasivo, cuestionamientos sobre el caso del cemento chino y algo de reconocimiento por encaminar proyectos de infraestructura que permanecieron varados durante años.

Luis Guillermo Solís sabe que queda muy poco, la llegada de los vientos electorales solo significa dos cosas: los ataques a su gestión para hacer política y la lucha contra el tiempo por aprobar proyectos impopulares.