Costa Rica es el país de la región donde más creció la clase media en la última década (casi 10 puntos porcentuales), pero es también el país donde más creció la desigualdad al incrementar en cuatro puntos el coeficiente de Gini.
El nuevo informe del Banco Mundial "La movilidad económica y el crecimiento de la clase media en América Latina" publicado este martes 13 reveló que América Latina y el Caribe registró un aumento del 50% en el número de personas que accedieron a la clase media en la última década y actualmente representan el 30% de la población, mismo porcentaje que la clase pobre.
El informe define a los integrantes de este grupo como aquellos con un ingreso entre US$10 y US$50 por día y per cápita. Este nivel de ingreso proporciona una mayor capacidad de recuperación ante eventos inesperados y refleja una menor probabilidad de volver a caer en la pobreza.
No obstante, aunque se ha dado una movilidad ascendente en el caso de Costa Rica, permitiendo así que más personas tengan estos ingresos, la desigualdad entre ellos y la clase más alta y la más pobre se ensanchó, como ya lo había señalado el más reciente Estado de la Nación.
Existe además una cuarta clase vulnerable, que representa el 38% de la población, que viven en mejores condiciones que los pobres en términos de ingreso, pero aún carecen de la seguridad económica de la clase media. Atrapados entre los dos, esta clase vulnerable tiene ingresos diarios de entre US$4 y US$10 per cápita.
Algunos de los factores más importantes a la hora de favorecer la movilidad ascendente en América Latina son un mayor nivel educativo entre los trabajadores; mayor nivel de empleo formal; más personas viviendo en áreas urbanas; más mujeres en la fuerza laboral y familias más pequeñas.
En Costa Rica la clase alta alcanza unos 15 años de escolaridad mínima, la media alrededor de 10 y la más pobre cursa solo unos seis años.