Costa Rica se deteriora: estas son 8 conclusiones del Programa Estado de la Nación 2023

Como cada año, el Programa Estado de la Nación analizó el panorama costarricense desde varios ejes; le compartimos un resumen de los hallazgos en ocho claves.

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Cada año el Programa Estado de la Nación (PEN) presenta una fotografía de la realidad de Costa Rica en distintos sectores, en busca de puntos altos y bajos en el desarrollo nacional.

Los investigadores detectaron que después de la pandemia se retoma un patrón excluyente en la realidad nacional, tanto en crecimiento económico como en generación de empleo y desarrollo humano.

En El Financiero recopilamos los principales hallazgos del informe presentado hoy jueves 23 de noviembre.

1. En 2023 hay un 3,4% menos de personas empleadas de las que había en 2019

El mercado laboral del país presenta un fenómeno llamativo en los últimos meses: se reduce el desempleo pero también la fuerza laboral. Es decir, hay personas que al no encontrar una oportunidad se retiran de la búsqueda.

En el tercer trimestre del año este indicador llegó al 8,1%, registrando uno de los índices más bajos en la historia reciente, hay menos personas empleadas en 2023 de las que había en 2019 (-3,4%).

“Entre estos mismos años, la cantidad de personas que dejaron de buscar empleo aumentó en más de 312.000 personas, ya que pasó de 1.474.000 en 2019 a más de 1.787.000 en 2023″, indica el PEN.

La tendencia en la reducción de la fuerza laboral no es propia de la pandemia, aunque esta pudo haberla profundizado. Es decir, que muchos de los que perdieron su empleo por la crisis sanitaria no lo pudieron recuperar o encontraron uno con condiciones menos favorables.

2. Mayores de 50 años y mujeres agrandan la cifra de personas que dejaron de trabajar o de buscar empleo

La situación laboral revela condiciones desiguales en el acceso a empleos de calidad para la población, siendo los mayores de 50 años y las mujeres los segmentos más afectados.

Desde el 2016, Costa Rica empezó a registrar una tasa creciente de personas excluidas de la fuerza de trabajo, particularmente mujeres. A partir de ese año, el país ha mostrado poca fuerza para equiparar las oportunidades de trabajo.

Incluso para la población de 60 años o más el reto es mayor: si bien muchos salen del mercado laboral por jubilación otros lo hacen por falta de oportunidades. Otro dato que resalta es que el año pasado el 45% de este grupo etario carecía de una pensión.

Según el PEN, en el caso de las mujeres creció el porcentaje de quienes no buscan empleo en las edades entre 35 y 59 años: pasó de un 49% en el primer trimestre de 2019 a un 62% en 2023. Las obligaciones familiares son el principal motivo para no buscar trabajo.

3. Contención del gasto público erosiona el financiamiento de la política social

Las finanzas del país atraviesan una época de más desahogada que en años previos y el gobierno ha defendido su política de contención del gasto. Sin embargo, un efecto colateral es la caída en la inversión social específicamente en educación, protección social y salud.

Hoy el Poder Ejecutivo destina más fondos a responsabilidades como el servicio de la deuda, mientras que la inversión social pública cayó seis puntos porcentuales entre el 2019 y el 2022.

Entre 2021 y 2022, esta inversión disminuyó un 4,6% por persona en educación, un 3,6% en protección social (pensiones y programas selectivos) y un 2% en salud. En los últimos tres años este indicador ha mostrado volatilidad: se contrajo en 2020, tuvo una recuperación parcial en 2021 y experimentó otra disminución en 2022.

4. Sector de la economía que más aporta al país es el que menos crece

La economía nacional tiene dos grandes motores: el régimen definitivo y el especial (zonas francas); pero actualmente enfrentan situaciones distintas en cuanto a crecimiento.

“El régimen especial, creció un 11,9% en 2022. Por otro lado, el régimen definitivo,que engloba la mayor parte del tejido empresarial del país, creció un 3,4% el año pasado”, señala el reporte.

A nivel general, las empresas fuera de zonas francas representaron el 87% del Producto Interno Bruto (PIB) de Costa Rica el año pasado. Por lo tanto, a pesar de ser el sector que más aporta al país, el régimen definitivo muestra un rezago en su crecimiento y se presentan nulos avances en el clima de negocios para los sectores empresariales más vulnerables.

Actualmente, 6 de cada 10 bienes que Costa Rica vende al extranjero se producen en el régimen especial. Al estar empresas exoneradas de la mayor cantidad de impuestos tienen bajo impacto en los ingresos del Estado.

5. Hogares más vulnerables dedican más de la mitad de sus ingresos a tres necesidades básicas

El 2022 estuvo marcado por un importante efecto inflacionario (12,1%) que impactó principalmente a los hogares de menores ingresos por los incrementos en alimentos y transporte sobre todo.

Un hogar ubicado en los deciles más bajos necesita el 64% de sus ingresos para pagar vivienda, comida y transporte; mientras que una familia en los deciles más altos les destina el 44% de sus entradas.

La mayoría de ingresos para las familias provienen del salario, donde también hay disparidad. Los hogares de mayores deciles reciben una remuneración 21,1 veces mayor que el promedio de los hogares de menores ingresos.

Esa diferencia provoca que mientras los grupos de mayores ingresos tengan solvencia para ahorrar, los más pobres deban recurrir al endeudamiento.

6. Hay una creciente ola de violencia: 2023 será el año récord con más homicidios

A setiembre de este año, Costa Rica había superado el total de homicidios registrados el todo el año pasado y la cifra superaría los 900 al cierre de 2023.

Hay siete cantones que están expuestos a entornos sociales más inseguros que a la postre pueden desencadenar incidentes relacionados con el crimen organizado. San José, Tibás, La Unión, Puntarenas, Limón, Pococí y Siquirres, fueron los lugares más riesgosos que identificó el informe del PEN.

Asimismo, la cantidad de incidentes por violencia familiar creció el año pasado. El sistema 911 registró 123.000 reportes de violencia doméstica, es decir, casi 15 por hora, todos los días del año.

7. A pesar del compromiso de descarbonización, aumenta la compra de barriles de petróleo

A pesar de que Costa Rica ha asumido compromisos para descarbonizar su economía, todavía es dominada por los combustibles fósiles y por mucha diferencia.

“El alto consumo en combustibles fósiles se debe, en gran parte, a un sistema de transporte y movilidad que ha permanecido prácticamente sin cambios durante 30 años, el 75% de la matriz de consumo energético está basada en hidrocarburos”, detalla Karen Chacón, investigadora del PEN.

De hecho aumentó la compra de barriles de petróleo entre 2021 y 2022. El año pasado se adquirieron 21,7 millones de barriles, 1,2 millones más que el año previo.

8. Se multiplican los choques entre poderes Ejecutivo y Legislativo

Desde que el presidente Rodrigo Chaves asumió el poder, existe poco consenso entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, lo cual, según los investigadores, complica la implementación de las políticas y medidas para el bienestar de la ciudadanía planteadas en la campaña presidencial.

El panorama político ha sido complejo en el primer año de la administración Chaves Robles especialmente porque ha optado por promover proyectos de ley propios o heredados de Gobiernos anteriores, sin incluir iniciativas de agrupaciones opositoras.

El mandatario, sin embargo, registró el nivel de aprobación ciudadana más alto de las últimas tres décadas. Este ha tendido a disminuir aunque a un ritmo más lento en comparación con administraciones anteriores.