Consejos para tomar su responsabilidad fiscal en serio

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Al iniciar un nuevo año, resulta conveniente hacer un breve examen de conciencia sobre cómo hemos cumplido fiscalmente, y a partir de ello, proponernos algunos cambios.

Revise su contabilidad. El resultado contable es la base del resultado fiscal. Si su contabilidad no es adecuada y fiable, no puede esperar que su cumplimiento tributario sea correcto. Si bien su contador o departamento contable deben asumir la responsabilidad técnica, recuerde que usted es el verdadero responsable ante Hacienda. Apóyese y delege en el contador, pero nunca se desentienda por completo del proceso de análisis y registro contable. Pregunte, cuestione y dude; le aseguro que encontrará mejoras importantes.

Revise el cumplimiento de sus obligaciones materiales. Pregúntese con honestidad ¿estoy cumpliendo a cabalidad mis obligaciones? ¿Estoy pagando lo que tengo que pagar o simplemente lo que quiero o me dicen que pague? No solo debe cumplir por ser ello un deber constitucional y legal.

No subestime a la Administración Tributaria. Revise si su declaración tiene razonabilidad y allí obtendrá una respuesta a su pregunta: ¿paga impuestos de acuerdo con la media que podrían pagar sus competidores (persona jurídica)? ¿Su nivel de vida y signos externos de riqueza como casa, carro, consumo u otros, podrían ser cubiertos con lo que gana según su declaración (persona física)?

Revise el cumplimiento de sus obligaciones formales. Tenga un calendario actualizado de las fechas de presentación de todas las declaraciones. Si no posee uno, búsquelo en la página web de Hacienda. El cumplimiento formal no debe ser tomado a la ligera: su incumplimiento es la puerta de entrada tanto de una posible fiscalización como de una eventual sanción.

Y por último, actualícese. Cada mes hay cambios: nuevas directrices, resoluciones, reglamentos. Y vienen proyectos de ley. Que no le tomen por sorpresa los cambios.